Soy camarero en un bar de Manchester, donde la cocinera ya prepara tortillas de patatas y los mejores clientes han aprendido a chapurrear mi apellido después de cuatro birras.
- jueves, 18 de abril de 2024
- Actualizado 10:45
Soy camarero en un bar de Manchester, donde la cocinera ya prepara tortillas de patatas y los mejores clientes han aprendido a chapurrear mi apellido después de cuatro birras.
¿Y qué hace un Barainkabengoetxeaetxebarrieta en Gran Bretaña? Ni lo sé ni me importa, pues bastante tengo con haber conseguido que me den fiesta los días 21, 22, 23, 24, 25 y 26 de diciembre, así que anteayer compré por sorpresa los billetes de ida y vuelta para estar con los míos, darnos más de un abrazo y pasar estas fechas tan señaladas en familia, pues mis padres ya son mayores y conviene mimarlos mucho, mucho, mucho.
Mi madre y mi padre han hecho tres cuartos de lo mismo. Han comprado sus billetes al país donde reina Isabel II con la intención de sorprenderme y que nos demos unos estrujones como si protagonizáramos el lacrimógeno anuncio de la Lotería de Navidad.
Así que tengo la impresión de que nos hemos cruzado en el cielo papá Noel y sus renos, el avión de Iberia y el de British Airways. ¿Ha habido sorpresa? ¡Mayúscula!
Cuando he tocado el timbre de la casa de mis padres emulando el anuncio de ‘El Almendro’, me ha comentado la vecina de enfrente con los brazos en jarra que estaban de viaje. Y ellos, se han caído pa’tras al asegurarles el dueño del pub ‘Michael Owen’ que acababa de irme para reunirnos en Bilbao.
Así que aquí me quedo… a cientos de kilómetros de un abrazo, solo, con una pizza Margarita y una pepsi, a punto de llamarles por teléfono para desearles feliz Navidad.
Ideación de ‘Cuento de Navidad’
El otro día me contaron un caso muy parecido al que acabo de relatar.
Caracteres con espacios: 1.626
