• jueves, 28 de marzo de 2024
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Opinión / osasuNAvarra

El Sadar estalla, pero no contra Fran Canal

Por José Mª Esparza

Nadie puede imaginarse un club donde, a espaldas de la directiva, el director general convoque una reunión para el grupo más ultra con el director deportivo, secretario técnico, ¡entrenador!, director financiero y un directivo que se va pero se queda porque le promete la presidencia.

Partido de Liga entre Osasuna y Reus disputado en El Sadar (19). IÑIGO ALZUGARAY
Pancartas colocadas en el estado de El Sadar durante el Osasuna-Reus disputado este sábado en Pamplona. IÑIGO ALZUGARAY

Antes de que El Sadar abriera sus puertas, ya estaban colocadas tres pancartas: dos escoradas en la zona de Indar Gorri, una con la inscripción “Javier Tebas, persona no grata” y otra de acompañamiento con las caras del presidente de la LFP escoltado por Fran Canal y Luis Sabalza, y una tercera en Grada Lateral, frente al palco, con la frase: “Con Tebas o con nosotros”. Las tres iban sin firma. ¿Quién las pone?, ¿quién permite entrar al estadio sin pasar por taquilla para colocarlas?, ¿de qué va todo esto?

El aficionado desea disfrutar y pasa de todo. Ni siquiera quiere ver fútbol, menos mal, sino a Osasuna. Eso sí, hay algunos a quienes les preocupa su club más allá del último resultado, adverso, por cierto, y se habrán preguntado también ¿de qué va todo esto?

Los unos, quienes solo quieren ver ganar a su equipo, y los otros, quienes piden honestidad, todos, salieron desilusionados del partido ante el Reus. Apenas la tercera parte de victorias de los partidos disputados en El Sadar en la temporada de sus bodas de oro. Un fiasco más jugando a lo Diego Martínez. El míster regaló una muestra de alegría en Almería pero retornó a Pamplona lleno de tristeza, de orden táctico cagueta.

En la rueda de prensa echó la culpa a las imprecisiones, e incluso habló del estado del campo y del viento, a la vez que obvió explicar que sus dos sustituciones resultaron mero cambio de cromos, o que no agotó el tercer cambio por falta de alternativas en su cabeza. Es decir, el desbarajuste empezó y culminó en el propio banquillo. La mejor plantilla y más cara de Segunda volvió a naufragar ante los suyos.

Un equipo de mitad de la tabla, el Reus, otro más, maniató a Osasuna en el centro del campo, se hizo con el control del juego, y apenas permitió una oportunidad, el remate al poste de Quique, mientras que con un pelín más de ínfula ofensiva, se habría llevado la victoria, que de hecho pudo firmar tranquilamente al final del encuentro. Los rojillos se vieron cerrados por dentro y no supieron jugar por fuera. Así trascurrieron los minutos ante la falta de ideas, alternativas y… la división de la grada.

La gran mayoría silbó de manera generalizada, desesperada, una docena de veces, la más unánime al final del partido, cuando los jugadores saludaban desde el centro. El Sadar estalló pero, mientras, una minoría de Graderío Sur respondía subiendo el volumen de decibelios de la megafonía ‘made in Fran Canal’. Cortocircuito. Los supuestamente rebeldes de las pancartas aplacando todo atisbo de protesta, ¿quién lo entiende?

Indar Gorri no marca goles. Menos mal. Sobre el césped, fútbol soporífero, frustrante, un equipo que aspira a todo y vuelve a jugar a nada. Pero aquí nadie pega un golpe encima de la mesa como, por cierto, le gusta pegarlos al factotum. El acuerdo es de amistad, aunque las amistades sean peligrosas. Yo te doy a ti, y tú no me tocas los cojones como hizo Cabasés.

Coloca las pancartas si quieres, pero ni una palabra contra mí. Ni se te ocurra montármela. Lo tuyo es animar equipo. Si quieres, a todo lo más, unos pequeños gritos, mejor si no se entienden, contra Sabalza y Tebas, por supuesto sin el balón en juego, y a mí me dejáis en paz. ¿De acuerdo? Sí, ‘bwana’. Pase lo de los tres en la pancarta, pero en los ‘silenciosos’ cánticos contra el palco, a mí, al ‘factotum’, a quien pincha y corta en Osasuna, el que hace todo según su suprema voluntad, ni me toquéis. De rositas. De nuevo ¿quién lo entiende?

O el entrenador no da con la tecla, o quizás Osasuna no ha dado con el entrenador. ¿Qué aporta Rober Ibáñez a este equipo? ¿Por qué recala Fausto Tienza en el Cádiz SAD, de la que Fran Canal tuvo que dar mil explicaciones, y no a todos nos convenció, que no tenía nada qué ver?, ¿por qué el Promesas rechaza jugadores jóvenes que debutan en Primera con el Alavés mientras ficha algún carroza de gusto cuestionable? ¿Por qué todo el mundo, incluido Braulio, se desentiende de la planificación del Promesas, y así va? ¿Qué coño pasa aquí?

Está claro que aquí nadie ofrece explicaciones de nada. El ‘factotum´ se esconde. Manda a Braulio y se vuelve a esconder. Pero sigue con sus movimientos. No los voy a calificar de oscuras argucias en los pasillos de palacio, porque trascienden aunque busquen la oscuridad, a pesar de que confundan hasta al propio presidente, o el interés para recomprar patrimonio llegue a los pasillos de la LFP y del Palacio de Navarra. De ahí el interés por reunirse. La asamblea del próximo 3 de marzo está en juego. Mucho dinero.

Y Osasuna sin enterarse.


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