• viernes, 19 de abril de 2024
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Opinión / osasuNAvarra

Osasuna da ejemplo al fútbol

Por José Mª Esparza

Hay que ser positivo. Osasuna es el primer club de la historia del fútbol que desnuda sus interioridades más íntimas para clarificar la gestión de sus directivos, para limpiar y engrandecer su imagen.

La auditoría de gestión ofrece infinitas pistas para titulares, a cada cual más goloso, desde cuánto cobró un directivo por cada viaje hasta macrocifras en paradero desconocido. Una bicoca informativa que volverá a echar capas de estiércol sobre cuantos llevaron las riendas de Osasuna durante una docena de años. Más de lo mismo de cuanto soporta el osasunismo desde hace ya más de un año, y que ya comienza a cansar. Sin embargo, el proceso entra en una nueva fase, en la que el Osasuna, que ya entonces puso la primera denuncia, da un paso delante definitivo al llevar la gestión de sus dirigentes ante la Justicia. Por encima de las miserias pasadas, el hecho sin precedentes de la Junta Directiva de Luis Sabalza ya marca un antes y un después en el funcionamiento y en la historia de este club.

Por primera vez en el fútbol mundial ocurre algo así. Un club saca a la luz pública todas sus interioridades, hasta las más inconfesas, y pide a un juez que depure responsabilidades de cuanto haya ocurrido. El asunto resulta de tal magnitud que merecería concitar al menos la atención del fútbol del planeta para aplaudir su valentía. Sin embargo, no sucederá ni en el balompié patrio. La historia de Osasuna es la de cualquier otro club del fútbol español, incluidas las SAD, y la mayor parte del mundial, y nada más lejos de las intenciones de cada uno de ellos de poner sus vergüenzas en manos de un juez. Osasuna da ejemplo, pero nadie lo seguirá.

Efectivamente, lo ocurrido aquí se ha repetido en cualquier club, hasta en los más representativas. Recuérdese, por ejemplo, cuando Florentino Pérez detalló cada una de las partidas del fichaje de Luis Figo, incluidas las de los representantes, y prometió repetir con todos sus traspasos. Nunca más lo hizo. ¿Qué representante habría querido trabajar con él? El fútbol está montado así. Lo ha sabido cualquier Gobierno estatal o autonómico, y tampoco han querido meterle mano. El fútbol ha funcionado sobre la mentira, la apropiación indebida, la administración desleal, los delitos societarios o la falsedad documental. Más aún, el club que no entrara en el juego saltaba al campo en desventaja. El proceso a Osasuna debería extenderse a todo el fútbol para limpiarlo y regularlo para todos por igual.

¿Cómo ha llegado Osasuna hasta aquí? Cuando la directiva de Pachi Izco entró allá por 2002, muy pronto localizó un desfase en caja en todos los sentidos, es decir, la bolita de nieve que ya caía por la pendiente. Los ingresos igualaban o superaban a los gastos pero solo en los balances ‘auditados’. La deuda ya crecía y crecía con Hacienda, bancos o proveedores. Además, también se cargaba a la Fundación con cifras que no le respondían o pronto se detectaron al menos 350 millones (entonces de pesetas) que, sin duda, habrían merecido mayor celo en su seguimiento. ¿Por qué no se puso todo aquello en conocimiento del socio? El hecho de que ninguna directiva de Osasuna haya realizado una crítica de la gestión de la anterior siempre ha alimentado la duda en el socio de si todos van a lo mismo.

Había condicionantes de difícil solución, caso del déficit estructural. Osasuna llevaba años gastando más de lo que ingresaba y reconocerlo habría obligado a ejecutar avales, o a competir con menos medios. La situación no resultaba fácil. En medio de todo, en la asamblea de aquel su primer verano Izco puso en manos del socio por primera vez el informe del auditor y prometió seguir haciéndolo. Pareció que había ciertas ganas de clarificar, pero nunca más. Todo lo contrario. Los vicios adquiridos tomaron proporciones desorbitadas, a la vez que el oscurantismo alcanzaba dimensiones nunca imaginadas. Sin embargo, tampoco resulta fácil aguantar en una continuada huida hacia adelante. Perdido el sentido común, la bolita de nieve se hizo tan grande que se llevó por delante a cuantos la empujaron. A los jueces corresponde ahora repartir las culpas.

A pesar de todo, es preciso insistir en que el funcionamiento del fútbol no ha sido ni es muy diferente al de Osasuna. Ha sido la torpeza de sus dirigentes la que ha marcado diferencias. De la misma manera, que también hoy su Directiva la sigue marcando, esta vez para limpiar la imagen de la entidad. Toca pagar un alto precio, pero Osasuna está por encima de todos y saldrá engrandecido.


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