• jueves, 28 de marzo de 2024
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Opinión / osasuNAvarra

En Osasuna alguien nos trata como a tontos

Por José Mª Esparza

La asamblea echó abajo los presupuestos y días después aparecen otras cuentas con millón y medio más de ingresos. ¿Quién lo entiende?. O nos tomaron el pelo quince días antes, o quince después. El ‘factotum’, máximo gestor del club, tiene motivos para andar estresado.

Luis Sabalza, presidente de Osasuna, y Fran Canal, director general del club, durante el balance de fin de año en la sala de prensa El Sadar (11). IÑIGO ALZUGARAY
Luis Sabalza, presidente de Osasuna, y Fran Canal, director general del club, durante una comparecencia en El Sadar. IÑIGO ALZUGARAY

En caso así lo que menos importan son las explicaciones, algunas remontadas a los tiempos de Miguel Archanco, y por lo demás siempre interesadas. Lo significativo es el hecho de que la asamblea de socios compromisarios de Osasuna eche abajo por primera vez en la historia los presupuestos, rarísima avis en el fútbol español, y a los pocos días aparezca al rescate un millón y medio de euros.

Evidentemente, los contables saben sumar, restar y cuadrar las cuentas. Faltaría más. Pero de cara al socio, al aficionado sin acceso a las intimidades del club, todo esto suena a tomadura de pelo

Una partida de Media Pro de la temporada 2012-2013, otra reclamación judicial de las piscinas, percepciones por Merino, Kodro y Soldado… vaya, como si fueran partidas de hace unas horas, y no con la previsibilidad de los años, aparecen como por arte de magia en un presupuesto para incrementarle millón y medio los ingresos.

Además, entre tanto, el ‘factotum’, según su costumbre, estará maniobrando con Indar Gorri -¡a saber qué les dará a cambio esta vez!- para arrancarles su 'sí' en la asamblea. Total, jugando con el socio una vez más. ¿Realmente se le explica cómo le manipulan?

El ‘factotum’, señalado por doquier como culpable de que la asamblea echara abajo los presupuestos, para mayor descrédito de la directiva que le avala y sostiene, salió a los pocos días diciendo: “Son ataques personales contra mí que pueden perjudicar a Osasuna”.

Hay quien le compró el mensaje y a su vez trató de venderlo. Vamos, que como para echarse a llorar, aunque no precisamente de pena ni lastima. ¿Dónde están los ataques personales? ¿En los 58 movimientos de plantilla hechos bajo su control que le reclamó Pedro Pegenaute? ¿Cuándo le increparon en la asamblea?

 “Son ataques personales contra mí que pueden perjudicar a Osasuna”. Sus palabras esconden otro mensaje, muy al uso de Javier Miranda, el que se quedó con los radiocasettes que regalaron al club. Vamos, que traducido suena a algo así como: “Atacarme a mí es ir contra Osasuna. Osasuna soy yo, y yo reparto los carnés de osasunista”.

El ‘factotum’ hace demagogia dentro y fuera de una asamblea de compromisarios de la que, por cierto, habría para alargarse aquí. La actual mucho debe de su composición y funcionamiento al ‘factotum’. Teoricamente la controla, y de hecho el presidente le reprende cuando no es así, pero el precio a pagar no resulta acorde para Osasuna. En el paquete van, por ejemplo, Pirritx, Porrotx eta Marimotots.

Lo que no puede acallar el ‘factotum’, pese a sus intentos, es el clamor popular que ha calado entre un sector importante de socios. Podrá pasear su mensaje entre los medios que se lo compren, podrá intentar acallar a otros por llevarle la contraria, pero los hechos están ahí.

Nadie puede negar que Hitler llegó al poder democráticamente y se perpetuó en él desde dentro, contando incluso con el Bundestag, al cambio la asamblea de socios compromisarios rojillos. La historia, los hechos, no la puede negar el ‘factotum’, y menos por decreto.

Quedan muchos aspectos por hablar y explicar. Tiempo al tiempo. Estas líneas llegan después de que Osasuna haya ganado al Lugo, tocado por la campana y con un juego ramplón, pero celebrando tres puntos más. Éste es el motivo de alegría de los osasunistas, y no 180.000 euros de emolumentos sin atadura de un horario laboral.

Ante el cuadro lucense, que se hizo con la parcela ancha y gozo de más y más claras ocasiones, los rojillos fueron de más a menos pero salvaguardaron la fortaleza de El Sadar. Además, Jagoba Arrasate tomó una decisión importante. Para la vuelta de Iñigo Pérez en la segunda parte, quitó a Aridane y retrasó a Oier al puesto de central. Sería la variable más ofensiva, al respetar la presencia de Roberto Torres por delante. Veremos cómo actúa en el futuro.

Jagoba Arrasate no quedó contento del partido. “No estoy satisfecho para nada”, dijo con sinceridad. No como otros, que nos toman por tontos.


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En Osasuna alguien nos trata como a tontos