• jueves, 28 de marzo de 2024
  • Actualizado 18:52

Opinión / Analista político.

Perro, saxo y política de salón

Por José Luis Heras Celemín

Hay hechos, momentos y situaciones que a veces conviene contarlos sin hacer caso del tiempo en que ocurrieron y procurando que la cronología y el boato cedan primicia a lo auténtico.

Perro, saxo, política
Perro, saxo, política

En la calle el protagonista era un perro, que ladraba acompañado por un músico que entre son y son advertía: “El artista es él, que ladra lo que siente, yo sólo acompaño y toco el saxo”

Hay hechos, momentos y situaciones que a veces conviene contarlos sin hacer caso del tiempo en que ocurrieron y procurando que la cronología y el boato cedan primicia a lo auténtico.

Por la mañana, el hecho noticioso, al que la prensa se aplicaba a la hora del desayuno, ocurría en unos salones del Hotel Ritz de Madrid. Con luz, alguna sombra y entre cuchicheos hablaba un político. Pero lo que ocurría allí, con discurso trillado y frases y poses conocidas, interesaba lo justo, sólo lo justo, a los que estaban dentro del salón.

Lo jugoso e importante, que llama la atención por esencial y auténtico, estaría en la calle, a unos metros de cámaras y focos, en un banco de tablillas de madera en el Paseo del Prado de Madrid. Allí llegaron un hombre y un perro. El hombre sacó un saxofón, de una especie de funda que servía de maleta, se sentó, esperó a que el can se pusiera a un lado del banco y se puso a tocar mirando al cielo tras unas gafas oscuras. Así surgió una melodía con notas tristes, nostálgicas de saxofón, a la que se le fueron uniendo los ladridos, quejidos, acompasados de un perro que, con el hocico al aire y mirando al infinito, se convirtió en el centro de atención.

- “El protagonista es él, que ladra lo que siente, yo sólo acompaño y toco el saxo” - informó el músico, en un descanso entre son y son, a unos periodistas que habían oído (soportado) al político en el Salón.

- Acompaño y toco el saxo. - murmuró uno de los periodistas cuando, después de echar a andar, llegaban a la Plaza de Cibeles.

Atrás quedaron, por nimias e irrelevantes, las palabras del político (Albert Rivera, entre paréntesis): las mismas, dichas en el mismo orden, con la misma entonación, y repitiendo la actuación de la semana anterior en otro hotel madrileño (El hotel Palace) y con otro anfitrión (La Agencia de Noticias Europa Press).

También pasaron, fugaces y con valor informativo, un par de fotos, que la periodista Aguilar Nácher había difundido en twitter, con la sombra etérea y evanescida de Rivera proyectada sobre un cartel. La sombra retratada como espectro, que sustituía y aludía al político, plasmaba fiel la realidad cruda del momento.

Todo ello antes de entrar en la actualidad-comidilla que, como ave de agüeros varios, planea en el mundo político de los claroscuros y las sombras. Un mundo en el que, alternando con la sombra que se difunde en twitter, existe todo un complejo sistema de brumas, espectros y fantasmas en el que bucean todos, cada uno según su conocimientos e intereses; y en el que se mezcla todo. Un totum revolutum en el que hay hilos sueltos y fibras enmarañadas, pero equilibrado en el juego de intereses y tensiones general.

Un equilibrio denso, y tenso, en el que apareció el hilo noticioso del balear Matas pactando con la Fiscalía penas a cambio de beneficios; y al que se fueron uniendo (concatenando) fibras varias: Supuesta vinculación de Javier Arenas, que está en situación de “todavía”. Proximidad de éste a la cúpula del PP. Conexiones en (o alrededor de) Génova 13. Amores, riñas, filias, fobias, tentáculos. Conexiones, cohesiones e interconexiones. Calentamiento de la zona Presidencial Popular; y Gubernamental. Temperatura Presidencial...

Partiendo de datos inconexos (o no), un comentario desperdigado (e interesado) de alguien, una noticia fugaz (acaso filtrada y deformada), un dato real, otros posibles o imposibles, el “hilo Matas” se fue ramificando, buscando y encontrando uniones, razonamientos (falsos o no) y hasta conclusiones con las que explicar y justificar situaciones, decisiones y posturas:

Gobierno en Funciones, con todos a la expectativa, en una situación desconocida y generando un oxímoron múltiple: no repetición de elecciones sin pactos, dinámica estática, agilidad calmosa, nerviosismo tranquilo, frenazo acelerado...

La táctica de Pedro Sánchez (y PSOE), a la espera de una supuesta investigación judicial al Presidente Rajoy, capaz de producir una debacle gubernamental similar a la del atentado de Atocha, que dio la presidencia a Zapatero y que podría propiciar otra para “Míster No”.

Las estrategias varias de los que se “castifican” (hacen casta) a marchas rápidas en las filas de Podemos con enfrentamientos entre facciones que consiguen titulares y que, a la postre, “mantienen la vara” de una izquierda a la que domeñan.

El diseño de posturas en C’s, con una sustancia única adquirida en la intermediación frustrada, pringando en todas las salsas sin saber, o sabiendo, qué migas untar; y pringados.

Nacionalistas, independentistas, testimoniales...

Y el 25 de septiembre, ducentésimo sexagésimo octavo día del calendario gregoriano, en el que gallegos y vascos darán opinión y voto abriendo unas etapas políticas en las que seguirán posturas y formas de hacer, en salones de lujo o en la calle.

Después de un rato charlando y andando, uno de los periodistas se paró, hizo una seña a un taxi y a modo de despedida preguntó:

-¿Sabéis qué?

- Sí. Que el protagonista es el perro que ladra lo que siente. Los demás, políticos y hasta alguno de nosotros, como el músico del banco de madera, sólo acompañamos tocando el saxo.  


  • Los comentarios que falten el respeto y que no se ciñan al tema de la noticia, podrán ser eliminados.
  • Cada usuario será el único responsable de sus comentarios.
Perro, saxo y política de salón