• viernes, 19 de abril de 2024
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Opinión / Analista político.

Negociadores socialistas

Por José Luis Heras Celemín

Asistimos al afán negociador que los resultados electorales han producido en los partidos políticos, avivado por Pedro Sánchez que opta a la investidura como Presidente de Gobierno, y que ha supuesto la formación de “equipos de negociadores” y una actividad que merece atención.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, junto con la presidenta de Navarra, María Chivite. - PSN
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, junto con la presidenta de Navarra, María Chivite. - PSN

Ropa, gestos y declaraciones de los encargados de la actividad negociadora sirven a la vez como instrumentos útiles y como objetos de investigación para todos. Pero hay algo que tiene una entidad especial, aunque también pueda usarse como arma negociadora: Los hechos. 

Veamos un par de ellos, que ponen de relieve la actualidad política nacional. Y usemos la redacción hecha por uno de los periódicos nacionales sobre ellos (El País). La simple reproducción ya es explicita:

«Rajoy tendrá que explicar en el Congreso su política europea. Sánchez y Rivera quieren que el presidente en funciones vaya al Pleno antes de la cumbre de la UE»

«El PP estudia cómo forzar el adelanto de la investidura»

Con el primero, PSOE y Ciudadanos intentan que el Presidente del Gobierno en Funciones vaya al parlamento. De la respuesta, compareciendo o no, se derivará toda una serie de consecuencias que mostrará si Rajoy va a usar  el Congreso para cobrar protagonismo, o si despreciará éste para que alguien se cueza en su propia salsa.

Con el segundo, el PP urge al candidato a la Investidura a que muestre su estado; y, a la vez, conoce y revela la posición de algunos adversarios.

Esta dinámica, que será principal en las próximas semanas, producirá un conjunto de noticias que, alentadas, influirán en la formación de opinión del electorado con fines concretos y previstos.

No ajena a esta actividad, hay otra forma de estudiar el asunto al margen de lances negociadores, de cabriolas de protagonistas y de hechos como los dos citados. Consiste ésta en hacer abstracción de hechos noticiosos y analizar al “equipo negociador socialista”, principal en el proceso, desde una triple vertiente: Cómo se ha formado, que revela el porqué de su composición y la situación del candidato. Personalidad y cualidades de los negociadores, para entrever qué puede esperarse de ellos. Y Postura del equipo y táctica negociadora. 

 Cómo se ha formado el equipo

No es raro que haya tensiones en la Secretaría General del PSOE, pero en pocas ocasiones el Secretario ha estado en un estado de debilidad tan acusado como el que padece Pedro Sánchez.

Esto tiene su origen en la operación que diseñaron un grupo de notables cuando Rubalcaba abandonaba la Secretaría General. Para sustituirle, se buscaba un perfil de candidato que concordaba con las características de Sánchez, pero él no era diputado. En las elecciones de 2011 había ido por Madrid en el puesto número 11, sólo salieron 10 y quedó fuera del Congreso. Ello obligó a “buscarle escaño”. Con el necesario apoyo del PP, al que se pidió ayuda, se colocó a Cristina Narbona en Europa y Sánchez pudo convertirse en diputado, si bien con recelos de la afiliación madrileña que conocía sus orígenes y miraba desconfiada al instalado por el otrora hacedor José Luis Balbás.

Sánchez, al llegar, tuvo que formar equipo para afrontar unas elecciones primarias y disputar la Secretaría General a 3 candidatos de los que sólo uno, Eduardo Madina, era importante. Para ganarlas, a la vez que se posicionaba entre figuras históricas y grandes del partido, debía lograr apoyo de las federaciones. En esa situación se produjo el Congreso Extraordinario de julio de 2014, del que saldría una Comisión Ejecutiva Federal, al decir de alguno, «inconsistente y controlada por la Federación Andaluza, que impuso a Micaela Navarro en la Presidencia».

Un estudio de los miembros de esa Comisión Ejecutiva, la actual, basta para entender la “debilidad de Sánchez”. Aunque no parece oportuno detenerse en eso ahora, sí conviene hacer constar que, además de la Presidenta andaluza, hay dominios compartidos con partidarios de Madina (Batet, de la Rocha,…) y las fuerzas autonómicas (Asturiana, Extremeña, Valenciana, Vasca…), entre las que se echa a faltar un interés madrileño desilusionado por relegar a “los tomasistas” en beneficio del “perdedor” Simancas y del “independiente” Ángel Gabilondo.  

Tras los resultados electorales, al optar a la investidura, Sánchez, cuestionado, se ha visto obligado a guardarse entre sus fieles de la Comisión Ejecutiva para conseguir fortaleza, buscando equilibrios y usando lo que tiene:

Los que le deben lo que son y le han mantenido frente a “los de adentro”: Luena, que desde la Secretaría de Organización y Acción Electoral coordinará la energía interna. Segundones de la Comisión Ejecutiva. Y Hernando, que, cuestionado y con asuntos en Panamá, depende de la operación.

Meritxell Batet, que tiene aportes varios: Puede ser puente con el PP (por su matrimonio con Lasalle). Es mujer con valía propia, que rellena “cupo femenino” y aporta armonía con los partidarios de Madina. Aunque “segundona”, puede ayudar en la propuesta de Reforma Constitucional, que llevará Serrano. Tiene conciencia europeísta, conseguida en la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa. Y es una catalana apta para relacionarse con constitucionalistas e independentistas; y para templar gaitas con Carme Chacón.

Patxi López, ex lehendakari e hijo de un histórico del Clan de la Tortilla, “ascendido” a tercera autoridad del Estado, proporciona “regusto histórico” y el apoyo del exsindicalista Rodolfo Ares. Revestido de autoridad, puede convertirse en parapeto frente a ataques parlamentarios; y conseguir respeto interior.

José Enrique Serrano, aunque pospuesto en las listas, sirve de enlace con los ex presidentes, puede entenderse con el PP, y es respetado en el partido. Experto en temas constitucionales, aunque sin autoridad intelectual entre los profesionales de Derecho Constitucional que hay en otros Grupos, puede disimular la falta de criterio propio en temas reformistas y canalizar, si se aportan, las ofertas de otros grupos. Hábil y experto en “fontanerías”, de sus épocas en la Moncloa, bien relacionado y habituado a mercadear acuerdos, aporta sensatez y espíritu de concordia.

Jordi Sevilla, según algún socialista: Es el mejor “cerebro” que había disponible, aunque sólo en Economía. Es el prototipo genuino de socialdemócrata evolucionado a medio camino entre las tesis de su hermano José Víctor para Estados descentralizados y “la tercera vía al socialismo”. Su concurso es eficaz frente a las teorías de Podemos (batiburrillo de ideas marxistas renovadas con tesis de Gramsci y Chomsky), y a las utopías de Ciudadanos improvisadas por Luis Garicano. «A pesar de su historial y carrera política, no parece que Sevilla tenga capacidad para enfrentarse a lo que opondrá el PP».

Y María Luisa Carcedo, “puntal negociador” si aprovecha sus conocimientos sobre Bienestar Social y Medicina del Trabajo. Curtida en la actividad política, con laboriosidad de hormiga y ajena al desaliento, es un elemento poco llamativo, pero muy eficaz.

Entidad y cualidades de los negociadores socialistas

Antonio Hernando.- 48 años. Ha sido diputado 12 años. Portavoz parlamentario y del equipo negociador. Abogado con orígenes en UGT, fue secretario de la Comisión de ayuda al refugiado y participó en la investigación de atentados del 11M. El diario La Razón publicó que «se empleó para realizar consultoría política fuera del país asesorando al Partido Revolucionario Democrático (PRD) panameño», donde llegó «de la mano de su amigo Javier Martínez-Acha, empresario y banquero panameño…», y que «“viajaba una vez al mes al Caribe y se ausentaba largas temporadas de su escaño», en contra de lo que proponía su Grupo Parlamentario sobre el trabajo de los diputados: «dedicación exclusiva de los miembros de las cámaras a sus tareas de representación política impulsando para ello la ampliación del régimen de incompatibilidades establecido en la ley electoral». El fracaso de Sánchez le arrastraría al ostracismo

Meritxell Batet.- 42 años. Abogada. Casada con José María Lasalle (diputado del PP). Ha sido diputada 12 años. Profesora asociada de Derecho Constitucional en la Universidad Pompeu Fabra. Coordinadora del programa electoral y Secretaria de Estudios y Programas de la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE, es la responsable de Política Social. Miembro del PSC, estuvo en las comisiones parlamentarias de Constitucional, Exteriores y Defensa; y en la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa. Sus orígenes (independiente antes que socialista), trayectoria en el partido (entró con Narcís Serra y controla la influencia de Carme Chacón en PSC) y visión sobre la Reforma de la Constitución la han llevado a este puesto. El fracaso de la “Operación Investidura” para ella sólo supone el fracaso de otro, no el suyo.  

Rodolfo Ares.- 61 años. Maestro industrial, no es diputado nacional pero sí parlamentario vasco desde 1994. Es el hombre de confianza de Patxi López, que le hizo Consejero de Interior en el País Vasco como premio al acuerdo de Gobierno con el PP. Aunque pasa como persona de confianza de Pedro Sánchez, realmente es el hombre que Patxi López ha incluido en el equipo, quizá para controlar a Hernando. Experto negociador, además de su éxito para hacer lehendakari a Patxi López, parece ser el artífice del “frenazo al separatismo del PNV”, conseguido por Idoia Mendía, otra de las personas de Patxi López. La Operación Investidura para él es un servicio a un partido que hasta ahora ha visto desde la óptica vasca.

Jordi Sevilla.- 59 años. Valenciano, licenciado en Económicas, Técnico Superior y portavoz económico del programa electoral del PSOE en las últimas Elecciones Generales. Fue ministro de Administraciones Públicas con Rodríguez Zapatero (2004-2007), al que ofreció poner al tanto de la cuestión económica con un par de clases. Hermano menor de José Víctor, su antecesor familiar en las áreas económicas del gobierno que merece atención, por el hecho histórico en sí; por la repetición actual (Negociaciones con Podemos) de un proceso similar al protagonizado por su hermano; y por el discurrir intelectual seguido:

José Víctor Sevilla, hermano de Jordi, fue Director General de Tributos con Fernández Ordóñez, asesor de García Añoveros y Secretario de Estado de Hacienda con Miguel Boyer. Con Boyer protagonizó el conocido affaire, que le costó el puesto, defendiendo equilibrar el mantenimiento del poder adquisitivo de los salarios y las mejoras de productividad que pedían los empresarios. Colaborador en la redacción de la LOFCA (Ley Orgánica de Financiación de las Comunidades Autónomas), coautor del Libro Blanco sobre Financiación Autonómica, y autor del reciente libro (2013) “Financiación Pública de Estados Centralizados” en el que analiza las alternativas que existen para atender la financiación de los Estados con el poder político descentralizado y repartido entre distintos niveles de gobierno.

Siendo Jordi hermano y acaso discípulo de José Víctor, conviene recordar su disertación en el Foro Aragonex, hace unos meses, actualizando la vieja idea de su hermano (Mantener el poder adquisitivo de los salarios y todas las mejoras de productividad para que los empresarios ajusten su crisis) y explicando el programa económico socialista. En él, reproducía las ideas del hermano mayor con frases elocuentes: «Nuestro modelo de competitividad no se puede basar en recortes, ajustes y en ser baratos», «recortar gastos salariales y sociales es un error», «para salir de la crisis hay que hacer una política distinta  Hay que buscar un modelo en el que compitamos porque hacemos las cosas mejor», «Hay que corregir la desigualdad, no basta con crecer, hay que restañar heridas generadas por las políticas anticrisis en el Estado de Bienestar», «hay que mejorar e innovar, pero también hay que pactar y dialogar. Es momento de recobrar el espíritu de los pactos de la Moncloa». No habló de los estudios del hermano respecto a la «Financiación Pública de los Estados descentralizados», pero los conoce y, lo más importante, tratará de aplicarlos. La Operación Investidura para él es un servicio más a un partido en el que no tiene que demostrar nada.

María Luisa Carcedo.- 62 años. Diputada nacional 12 años y 13 diputada autonómica. Licenciada en Medicina y Diplomada en Medicina del Trabajo, fue Directora Regional de Salud Pública y Consejera de Medio Ambiente del Principado de Asturias. Es la Secretaria de Bienestar Social del PSOE. Coordinadora en el Programa electoral de asuntos de Política Social, se encargará de estos asuntos en las negociaciones. Desplazada en las Elecciones Generales (no fue candidata), se la rescató para el Senado por ser miembro del Comité Federal. En la pasada legislatura, ha sido una de las voces más firmes en contra de la política laboral del PP. A la sombra de Trevín y Fernández, es la persona usada por Sánchez para procurar la fidelidad asturiana. El fracaso de la investidura le supondrá un retroceso en su carrera política.

José Enrique Serrano.-  67 años. Jefe de Gabinete de Felipe González y Rodríguez Zapatero, inició su carrera política en 1987 con Narcís Serra que le hizo Director General del Ministerio de Defensa y después Secretario General de la Vicepresidencia del Gobierno. Ocupado en labores de “fontanería” en La Moncloa al lado de dos presidentes, se le considera artífice de la reforma del mercado de trabajo que impulsó Zapatero. Diputado por primera vez en la Legislatura pasada, ha sido enlace PSOE- PP en: Temas relacionados con los trabajos de la C.O.R.A. que “negoció” con Javier Arenas para que el PP pudiera aprovechar lo hecho por el PSOE para la Reforma de la Administración. Proyecto y elaboración de la Ley de Seguridad. Pacto antiterrorista. Y Conversaciones para la Reforma Constitucional, que se iniciaron en épocas de Zapatero y que, tras superar las tesis del constitucionalista socialista López Garrido, continuaron en la X Legislatura y siguen en la actualidad. Curtido como fontanero y desplazado de las listas por Madrid por dos independientes (la trásfuga Irene Lozano y la Excomandante Zaida Cantera), Sánchez intenta rehabilitarlo para que sirva de puente con los expresidentes González y Zapatero. El fracaso de la Operación Investidura no merma su importancia en el PSOE.  

Postura del equipo y táctica negociadora

La imagen, fotografía de la reunión entre los equipos negociadores PSOE y CIUDADANOS, representa la postura del equipo socialista:

En el centro, Hernando y Ares, los hombres de confianza de Pedro Sánchez y Patxi López, los dos jerarcas socialistas que, apoyándose y controlándose, representan un “centro del PSOE” en el que se aúnan el poder del Portavoz en el Congreso (Hernando) y la fuerza laboral y sindical que aporta Ares. Parece que sólo a efectos visibles ellos son la cabeza negociadora, ya que no es razonable suponer que los demás, superiores en entidad, inteligencia y formación, deban someterse a ellos.

A ambos lados, las dos mujeres. Conocedoras de su valía, han aceptado situarse entre dos hombres sin cuestionar las proporciones paritarias entre varones y féminas que imperan en sus filas. Saben qué han de hacer, e impondrán su criterio cuando corresponda.

En los extremos, los dos pesos fuertes del equipo, que no necesitan sitio para hacerse sitio en las áreas principales de la negociación: Sevilla en el Área Económica y Serrano las demás.

Con las posiciones definidas, el equipo ha de optar entre llevar la iniciativa o cederla. Siendo el PSOE quien busca la investidura, aunque no imposible, sería impropio que no fuera su equipo quien expusiera las bases para negociar. Ello conduce a dos hechos cuyo desarrollo no cabe aventurar, dados los imponderables y heterogeneidad de los demás equipos negociadores:

Propuesta de un Plan de Trabajo que puede tomar forma en un Programa para la Legislatura con cifras y plazos. Parece lógico que esto deba concretarse en: Un Programa Previo, a ofrecer a los negociadores. Y en el diseño de un Gobierno con definición de Carteras Ministeriales y estructuras de gobierno

Lista de nombres para desarrollar el trabajo. En esta lista, serán importantes: Las parcelas de poder que otorgada a cada negociador. El inter-control entre parcelas. El nombre de los elegidos. Y las cuotas de poder a repartir.

Pero “los pactos” no dependen sólo del equipo negociador del PSOE…


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