El autor reflexiona sobre el sistema "ineptocrático" que rige la actual vida política y la falta del sentido político para la toma de decisiones trascendentes.
El autor reflexiona sobre el sistema "ineptocrático" que rige la actual vida política y la falta del sentido político para la toma de decisiones trascendentes.
Estamos asistiendo a un preocupante auge de nimbados -omito decir nimbadas, aunque “haylas”, por ser más los de género masculino- que gracias al sistema ineptocrático (definición del sociólogo de origen austriaco Karl Popper), están ocupando (usurpando) responsabilidades en órganos decisorios en los diversos ámbitos de poder-político así como en instituciones sociales, civiles, incluso deportivas (fútbol) que están cuestionando y jugando, aparte de otras cosas, con la indisoluble unidad de la Nación española en que se fundamenta la Constitución.
La sostenibilidad/estabilidad del sistema está atacada de forma subliminal, a veces descarada, por estos nimbados con sus continuas “fake news”, aprovechando las garantías constitucionales para favorecer y facilitar, o liderar, el camino a los que pretenden destruir el país y sus instituciones.
A la ausencia de sentido político de esos decisores, o falta de conocimiento de la realidad, hay que añadir la torpeza en gestionar lo que los ineptócratas les han confiado, y todo se basa en dialogar (no se sabe de qué) manipular y descalificar todo lo anterior, en todos los órdenes, y desde su peana erigirse en jueces inapelables.
Pero más preocupante que estos nimbados, que han llegado muy rápidos a encaramarse a las peanas, ( los santos cristianos antes de obtener la corona y peana tuvieron que pasar largos y meritorias fases, pruebas y graduales reconocimientos) que en ocasiones no tardan en ser apeados de las mismas y se difumina su nimba, son las artificiosas estructuras de apoyo a las que se deben.
Estamos expuestos a un grave peligro y riesgo que proviene de la red clientelar que se crean , ante el asombro e impotencia de las personas comunes, y se estructura en base a vagos (no maleantes) con título, pero sin oficio ni beneficio, y otros/as profesionales másteres de la “profesión”, así como mediocres pelotas y corifeos que malviven muy bien del cuento y perpetúan la organización.
Llegó Navidad, y es momento de descanso, reflexión , cambio de ambiente, parón de la actividad, citas y reuniones familiares o de amigos y ocasión de compartir la realidad con el cuñado/a de turno que en una de tantas sobremesas navideñas ( Digo de Navidad no de fiestas) quizás nos desposea de corona y peana haciéndonos recordar que hace más de 2000 años hasta Dios se humanizo ,para darnos unas pautas de vida temporal donde la solidaridad, el respeto, la tolerancia la honestidad, la paz etc… sean nuestro verdadero objetivo.