• viernes, 29 de marzo de 2024
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Opinión / Políticamente incorrecto

Chivite y la traición del PSOE

Por Jorge Valencia

La realidad es que en España hubo siempre una línea roja que separaba a todos los partidos democráticos de quienes justifican la violencia para lograr objetivos políticos.

Maria Chivite, presidenta del gobierno de Navarra, toca el hombro de la portavoz de Eh Bildu Bakartxo Ruiz. MIGUEL OSÉS
Maria Chivite, presidenta del gobierno de Navarra, toca el hombro de la portavoz de Eh Bildu Bakartxo Ruiz. MIGUEL OSÉS

Siempre que uno piensa que algo no puede ir a peor, está equivocado, pero completamente. Cuando uno creía que el PSOE no podía caer más bajo, política y sobre todo éticamente, se da cuenta de que todavía hay superficie debajo para el que en otro tiempo fuera un respetable partido nacional.

Nada menos que la presidenta del Gobierno de Navarra, María Chivite, afirmaba hace días en una entrevista que le hacían en Radio Euskadi que la derecha vivía mejor con ETA.  Es indescriptible la indignidad y la ofensa a todas las víctimas del terrorismo y a tantísima gente decente que ha arriesgado su comodidad jugándose la vida por defender la democracia.

En cualquier caso, podríamos decir que la que vive bien con ETA ahora mismo es precisamente ella. Primero, porque afortunadamente ya no hay riesgo de que un pistolero de la banda te pegue un tiro por detrás, como le pasó a Gregorio Ordoñez en un bar de San Sebastián. Ordoñez, que pertenecía a la derecha a la que Chivite se refiere, no vivió precisamente bien que se diga, a no ser que tener que mirar los bajos del coche cada día y recibir amenazas sea considerado una forma de vida envidiable.

Es decir, vivió de forma bastante jodida y no deseable para nadie, entre otras cosas para que hoy siga habiendo democracia y Chivite pueda ser investida presidenta de Navarra gracias a los que hoy jalean a los asesinos. Después ya no vivió mal, pero tampoco bien, porque ETA no le dejó vivir más. De igual forma lamentable tuvieron que vivir muchos militantes socialistas hasta que ETA tampoco les dejó vivir más, los cuales no reconocerían hoy la piltrafa inmoral en que han convertido un partido antaño decente como el PSOE.

Así que, si uno ya no se juega el pellejo en política y además tiene la suerte de tener menos escrúpulos que ideas, tampoco hay nada que te haga perder el sueño por las noches.  Por eso podríamos decir, sin ofender como ha hecho ella, que a Chivite le va muy bien con ETA hoy en día, pues sus representantes políticos le han hecho presidenta de Navarra.

Pero la historia de la indignidad del Partido socialista no acaba ahí. Ya vamos conociendo el precio del apoyo de Bildu. Hace unos días el PSOE se negaba en el Parlamento Europeo a apoyar una iniciativa para investigar los más de 300 crímenes de ETA que a día de hoy siguen todavía sin resolver. Y hoy sabemos ya cual es uno de los puntos clave en el pacto entre el PSN y Bildu para que los proetarras se abstuvieran y María Chivite pudiera ser investida presidenta del Gobierno de Navarra: El acercamiento de los presos etarras a cárceles del País Vasco y Navarra. Una reivindicación histórica de los proetarras que hoy asumen sin despeinarse los líderes del partido socialista.

El tema del acercamiento de los presos es tan engañoso y tan manipulado informativamente que es imposible que el ciudadano de a pie se haga una idea de lo que ocurre. La dispersión de los presos etarras es una medida que se tomó debido a la naturaleza de los delitos cometidos desde una banda terrorista, para precisamente separar a los terroristas de la disciplina de la banda y evitar reagrupamientos. Lo único que tiene que hacer un preso para que lo acerquen es arrepentirse y renegar de la banda, como ya han hecho algunos, pero claro, a quién se le ocurre pedir que se arrepientan por matar seres humanos y renegar de lo qué hicieron. Qué cosas tenemos.

Una vez le leí a Aurelio Arteta que “los etarras, antes y además de ser presos del Estado, son prisioneros de su propia banda, que vería arruinada su entera trayectoria como ellos se atrevieran a arrepentirse. Más sencillo les resulta negar su conciencia que renegar de la banda”. 

Entonces, si el PSN pide ahora el acercamiento de los presos etarras cuando lo único que tienen que hacer para que se les acerquen es arrepentirse, la conclusión que deduzco es que al PSN no le interesa que renieguen de su pasado. O que es el precio que han pactado con ellos para que hagan presidenta a Chivite. No se cuál de las dos opciones me repugnaría más.  Lo peor de todo es que las dos son ciertas.

La composición del Gobierno de Navarra fue la mesa de pruebas de lo que más tarde haría el partido socialista a nivel nacional. Hay que recordar que en las pasadas elecciones autonómicas fue la coalición Navarra Suma la que ganó las elecciones. Según la propia teoría de Sánchez de la fuerza más votada, deberían haber permitido que esta coalición gobernara, pero prefirieron gobernar con populistas, nacionalistas y proetarras. Esto a modo de apunte para quienes creen que al PSOE “se ha visto obligado” a pactar con todos ellos.

La realidad es que en España hubo siempre una línea roja que separaba a todos los partidos democráticos de quienes justifican la violencia para lograr objetivos políticos. Pues bien, el PSOE ha decidido por voluntad propia excluir a la derecha democrática, esto es a media España, y meter dentro a quienes se quieren cargar la democracia. Y esto es algo que pagaremos carísimo.


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