• viernes, 19 de abril de 2024
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Opinión / Políticamente incorrecto

Alsasua: la justificación de lo injustificable

Por Jorge Valencia

Este domingo recordamos en Andoain, como cada año, a Joseba Pagazaurtundua, asesinado por ETA de un tiro en la cabeza por defender la libertad de todos. 

Manifestación en contra de la Guardia Civil en Alsasua. PABLO LASAOSA 03
Manifestación en contra de la Guardia Civil en Alsasua. PABLO LASAOSA 03

En el sencillo acto que tuvo lugar en el centro del pueblo, junto a la escultura en homenaje a Joseba, tomaron la palabra su hermana Maite Pagazaurtundua, Fernando Savater y Consuelo Ordoñez. Hablaron todos ellos de la cultura del odio, todavía extendida y cultivada día a día tanto en Navarra como en el País Vasco. “A Joseba no le atropelló un camión, ni murió por accidente de tráfico”  dijo Savater. “A Joseba le atropelló el totalitarismo etarra”.

Quizá haya quien piense que no toca hablar de esto ahora, que no conviene, que corren otros tiempos (de paz los llaman). Son muchas las personas que prefieren “vivir tranquilos” ahora que ETA ya no mata. Pero lo cierto es que aun hoy el germen del terrorismo, esto es el discurso del odio hacia todo aquel que no es nacionalista vasco, la exclusión del que no piensa como ellos, sigue vivo en muchos lugares. La presidenta de COVITE, Consuelo Ordoñez, lo definió de una manera más clara: “A Joseba no le mataron las pistolas, sino la cultura del odio que hoy sigue presente”.

A penas habían pasado unas horas desde que celebramos este sencillo acto, pude comprobar la vigencia y lo oportuno de estas palabras que salieron de la boca de esas tres personas valientes, que defendieron como Joseba la libertad de todos y el estado de derecho frente a las pretensiones fascistas de ETA

Al parecer, una hija de guardia civil escribió un comentario en Facebook que está triunfando entre los justificadores de lo injustificable, nacionalistas y no nacionalistas que pisan la peligrosa línea de la equidistancia. La chica en cuestión afirma no estar a favor del ospa eguna, ni de las manifestaciones contra la Guardia Civil “básicamente porque sería inmoral que yo me manifestase en contra de algo que tiene que ver con mi padre”. Es decir, no le parecería tan mal si no tuviera un familiar de por medio, por lamentable accidente para ella, entiendo. ¿Estaría mejor si acosan al resto de guardias civiles que no son familiares suyos?

Pero la cosa no acaba ahí. La chica dice también que nunca ha tenido problemas por ser hija de Guardia Civil ya que “los problemas los tienes si te los buscas y si el mismo día que multas a 3919 personas, te bajas al bar del pueblo a vacilar a la gente, al final lo que ha pasado se lo buscaron ellos”.

Qué quieren que les diga. No tenía pensado escribir este artículo pero lo infame de estas palabras me obliga a ello. Que los proetarras y diversos justificadores vuelquen la responsabilidad de la paliza que sufrieron los guardias civiles en Alsasua en los propios guardias civiles, es algo previsible. Me lo espero de ellos, pero no de un familiar de guardia civil. 

Esta lamentable situación es fruto de lo que venimos denunciado desde hace tiempo: un ambiente macabro, de estigmatización y exclusión en el que uno es capaz de justificar lo injustificable con tal de no ser señalado con el dedo o declarado enemigo del pueblo vasco.

Me parece repugnante y tenía que escribirlo. Queda mucho camino por recorrer. Y que nadie olvide que los agresores serán juzgados por delitos de terrorismo gracias al trabajo de Covite puesto que ni la fiscalía ni el gobierno han movido un dedo para que eso ocurra. Si no fuera porque queda gente libre dispuesta a librar la batalla, esto hubiera pasado inadvertido como una simple pelea de bar. Ya 


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Alsasua: la justificación de lo injustificable