• jueves, 28 de marzo de 2024
  • Actualizado 22:41

Opinión / A mí no me líe

Viva el Ejército de España

Por Javier Ancín

Mientras nuestros militares se desvivían porque no muriera nadie, Sánchez difundía unas imágenes de él en su helicóptero, impoluto, con su camisa brillante.

Un submarinista de la Guardia Civil salva a un bebé de morir en el mar en Ceuta.
Un submarinista de la Guardia Civil salva a un bebé de morir en el mar en Ceuta.

Otro día revuelto, marejada interna y café en la mesa de una terraza en la acera de barrio a medio hacer. He descubierto que me gusta el ruido de grúas porque es mi magdalena de Proust. Yo también vine al mundo en un barrio sin construir, con la misma banda sonora de martillazos y mecanismos metálicos que ascienden materiales a los esqueletos aún sin vida. 

Otro día donde la procesión va por dentro, de tormenta y cielo encabronando, donde el libro que leo no calma pero ilumina. Me paseo por Troya de la mano de Indro Montanelli. Desde que el mundo es mundo hay conflictos y fronteras y héroes y miserables. Siempre es la misma historia y la misma guerra. Siempre es el mismo ser humano repulsivo o virtuoso, tanto, que es un Dios.

Battiato, La cura, su letra... la tenía en la cabeza revoloteando desde que me he enterado de que ha muerto. Una tristeza, otra, en bucle. Suena y resuena una vez más y ha sido desesperanza hasta que se han ido colando imágenes de Ceuta en las redes sociales y he estado a punto, si fuera humano, de llorar de alegría al ver a los nuestros currar como cabrones. Ed io, avrò cura di te...

Las fotos del ejército español sacando del mar y abrazando y poniendo a salvo a niños en Ceuta, bebes incluso, bebes tan pequeños que casi cabían en la mano de un guardia civil que lo alzaba al cielo para que no le llegaran las olas que querían matarlo al pobre inocente, empujados por su propio país como munición contra nuestros muros, para joder a un presidente de España inútil que si nace más tonto no hace falta ni que se afilie al PSOE. 

Mientras nuestros militares se desvivían porque no muriera nadie, Sánchez difundía unas imágenes de él en su helicóptero, impoluto, con su camisa brillante, sobrevolando Ceuta, como si con el no fuera la cosa, que se manchen otros, lo de siempre, lejísimos, tanto, que no se veía nada de lo que pasaba allí abajo; tanto, que no le salpicaba ni una gota de la mierda que él ha contribuido a crear y en la que otros se ven obligados a meterse hasta las orejas para hacer su trabajo.


Tenemos un ejército que es lo mejor de nosotros mismos, he pensado. 

Yo no soy muy patriotero de banderas y esas cosas pero cada vez que veo desplegado al ejército español, donde sea, currando en España o en el mundo, me da un orgullo sin aspavientos, íntimo, anónimo, y una tranquilidad y una admiración saber que son de los míos enorme. 

Esos militares que sacan niños o impiden masacres, como aquella vez en la guerra de Yugoslavia, cuando un oficial español que contraviniendo las órdenes paró el convoy, se interpuso con sus tropas y sus santos cojones en aquella carretera, protegiéndoles y cagándose en todo, supongo, mandó al infierno a los que querían acribillar a decenas de civiles que huían, también muchos niños, como ayer. No vamos a dejarlos solos, no vamos a irnos, si queréis asesinarlos será por encima de nuestro cadáver... y vosotros vendréis también al infierno con nosotros, aquí no vamos a quedar ni uno. Y al cabo de muchos horas, desistieron de la carnicería aquellas malas bestia y se largaron. Ese es el ejército español tantas veces insultando en España. 

Ti salverò da ogni malinconia. Ed io avrò cura di te... lo sì, che avrò cura di te.

Al final la historia de España siempre pasa por el mismo verso, el vigésimo del Mío Cid: ¡Dios, qué buen vassallo! ¡si oviesse buen señor! Y eso es todo.


  • Los comentarios que falten el respeto y que no se ciñan al tema de la noticia, podrán ser eliminados.
  • Cada usuario será el único responsable de sus comentarios.
Viva el Ejército de España