• sábado, 20 de abril de 2024
  • Actualizado 00:00

Opinión / A mí no me líe

Estos Sanfermines son los más capitalistas de la historia

Por Javier Ancín

¿Qué día es hoy? Yo qué sé... Sanfermines. Creo que aún quedan algunas noches de fiesta pero yo ya me he saturado con el paseo que me di ayer.

Ambiente en las calles de Pamplona durante la celebración de los Sanfermines de 2017. MAITE H. MATEO (10)
Ambiente en las calles de Pamplona durante la celebración de los Sanfermines de 2017. MAITE H. MATEO

Fue poner un pie en lo viejo y darme cuenta al instante de que estos Sanfermines son una verbena de pueblo con orquestas de pueblo, diseñados ya exclusivamente para recaudar pasta sin escrúpulo alguno, a sablazos por todos los sitios. Han convertido la fiesta el cuatripartito nacionalista que manda en una excusa para financiar sus partidos políticos, sus colectivos políticos, sus sindicatos políticos, sus políticos-politicos, privatizando espacios públicos sin miramiento alguno.

Desde que gobierna la ciudad esa coalición de izquierdas nacionalista vasca esto del capitalismo salvaje ya se ha instalado sin disimulo. La izquierda se ha lanzado a la calle enfermos, aquejados de una fiebre del oro sanferminera sin precedentes, con el símbolo del euro tatuado en la córnea, como unos tíos Gilito cualquiera a la caza del ingenuo ciudadano.

Quiero tu pasta y no te ofrezco nada para que al menos tengas la sensación de que te diviertes, de que merece la pena beber mala priva en vasos de plástico con sabor a balón de playa. Quiero tu pasta y punto. Todo ese conglomerado de casetas con las que han privatizado las plazas y calles los que mandan para los amigos de los que mandan es demencial, pero como aquí vale todo, pues todo vale y que siga la juerga. Lololololo...

Más el euro por el vaso del Spiderman Cuenca, de impuesto revolucionario, que luego nunca te lo reembolsan porque o se pierde el vaso, se te cae en zona digamos que radiactiva o, atención, que tenemos un nuevo tipo de delincuente en la ciudad, te lo roban en cuanto te despistas. Contrabando de vasos, lo que nos faltaba por ver.

En fin, un sindiós. Otro más. Como el que he visto en la carpa esa que han montado en mitad de Carlos III con la avenida Roncesvalles para, se supone, promocionar los productos con denominación de origen Navarra. El caso es que me acerco a la barra porque quería un pincho de chistorra y cuando voy a pedir, me fijo que el camarero iba perfectamente ataviado con su camiseta de propaganda de productos denominación de origen... Euskadi, con su eusko label bien grande y bien hermoso en la pechera y la manga, para que no hubiera duda alguna. Una curiosa forma de promocionar los productos de Navarra, sí señor, perfecta.

¿Alguien se imagina, yo qué sé, que en la tienda de camisetas del Bilbao (sic) el dependiente llevara puesta la de Osasuna? Pues eso, que lo que no pasa en esta ciudad no pasa en ninguna. Más que Hemingway nos tendría que haber glosado las fiestas Kafka. Discretamente me he dado la vuelta y me ido a mí bar de siempre de la Estafeta a por mi chistorra de Arbizu y mi vino navarro en copa de cristal. Yo ya no experimentó más.

Después me acerqué a los fuegos, soseras y con poco ritmo, y terminé en la plaza de los Fueros, a esperar lo único que me hacía ilusión del día, el concierto de El columpio asesino, que además de ser muy buenos, son de Pamplona. El peaje fue un rato en un ambiente desangelado, bastante vacío, viendo un grupo aburrido que porque cantaba en euskera, que si no cualquiera podría haberlos confundido con alguno de operación triunfo, por gastar el mismo soniquete plano en todas sus canciones.

Aproveché para acercarme a la barra y sablazo, tres euros la caña mala más uno del vaso que me tuve que pillar porque me lo habían robado antes. Se acabó hacer el primo, normal que hagan el agosto en julio los lateros a euro la consumición. Solucionada la logística cervecera, sale El columpio Asesino y se desata la hecatombe a las tres canciones. Diluvio universal y se suspende el bolo. A casa calados hasta los huesos. No puede ser, joder. No puede ser. Estoy por pirarme a Benidorm lo que queda de fiestas. A esta ciudad le ha mirado un tuerto, o todos juntos, hace tiempo. Y eso es todo.


  • Los comentarios que falten el respeto y que no se ciñan al tema de la noticia, podrán ser eliminados.
  • Cada usuario será el único responsable de sus comentarios.
Estos Sanfermines son los más capitalistas de la historia