• jueves, 28 de marzo de 2024
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Opinión / A mí no me líe

Que reciclen los batasunos de la Mancomunidad

Por Javier Ancín

¿Por qué y para quién reciclamos? ¿Quién gana dinero con ello?

Sanfermines 2017. Los servicios de limpieza limpiar la calle después del Chupinazo (02). IÑIGO ALZUGARAY
Sanfermines 2017. Los servicios de limpieza limpiar la calle después del Chupinazo. IÑIGO ALZUGARAY

Hay un momento en la existencia de todo ciudadano que un día, aún de noche, despierta y se pregunta sin salir de la cama, angustiado, cosas que siempre habían estado ahí pero en las que no había reparado. Como Jack Nicholson en la película A propósito de Schmidt: quiénes somos, de dónde venimos, a dónde vamos, quién es esa gorda/gordo que duerme a nuestro lado, por qué cojones reciclamos y, sobre todo, para quien coño reciclamos. En realidad Nicholson solo se pregunta por la gorda de su mujer, no me breen a mí por ello amantes de lo políticamente correcto, denuncien a los guionistas. Lo demás es cosecha mía, eso sí.

El caso es que a mí me pasó hace poco algo similar. Entre sudores y pataleando en la cama desperté, aún de madrugada, gritando las dos ultimas preguntas sumergido en una pesadilla infernal. ¿Por qué y para quién reciclamos? Me incorporé para amansar mi agitada respiración y tomé una de las decisiones más trascendentales de mi vida. Se acabó, no pienso separar un residuo más en mi vida. Una única bolsa y todo al contenedor verde. O mejor, para antisistema, yo, todo al amarillo o al azul. ¡Anarquía, cerveza fría y que recicle tu tía! Los punkarras hemos cambiado de bando.

Después de 25 años reciclando obsesivamente, llegando incluso a buscar en internet si tal o cual movida tenía que ir a uno u otro contenedor, he decidido que reciclen si quieren los batasunos de la Mancomunidad. Esos que están creando cargos de libre designación a cascoporro. Es decir, amigos ganando pasta a dedo, que en eso consiste el eufemismo cargo de libre designación en la cosa pública. Un ejército de batasunos ganando pasta a costa de todos. El kanbio.

Yo ya paso de ese chantaje emocional de aspirante a Miss Euskalherria con el que intentar hacernos sentir culpables por no reciclar. Me importa una mierda el mundo que vayamos a dejar a vuestros hijos, yo no tengo, y para lo que me queda de vida, creo que me apaño tal y como está la tierra. Además, siempre puedo alegar que si alguien es amante del planeta soy yo (sobre todo de los 600.000 € del premio) tanto, que incluso lo soy también en plural, de los Planetas (el grupo que nos gusta a todos los puretas). Y tampoco es que genere tanta basura, joder, que no soy político del cuatripartito.

Aclarado este extremo sobre mi preocupación por la galaxia... Gutenberg, lo de reciclar no deja de ser como, sin el como, trabajar gratis, y yo gratis no curro porque entonces no como. Te obligan a regalar una materia prima para que alguien que no se molesta en conseguirla, la trasforme y gane dinero con el nuevo producto elaborado, dinero que yo no veo, cosa que me jode un huevo, por cierto. A ver, eusko-kapitalista-Jerry-Maguire o me show me the money y ganamos todos o hasta aquí hemos llegado. Es decir: tiratu, bultzatu, recicla tú, morrosko.

¿Por qué tengo la sensación de haber sido un tonto útil en esta cadena socialista/ecologista durante tanto tiempo? Expliquémoslo de otra forma. Lo de reciclar es como bajar a la mina, picar para conseguir carbón, ponerte de paso como un ecce homo de polvillo negro, regalarlo después a las compañías de trenes de vapor y que estás ganen pasta vendiendo billetes a la gente. Has contribuido a conseguir un mundo mejor, te dirán, sobre todo para las empresas que sabe Dios la relación que tienen con la Mancomunidad, te diré yo ¿La mancomunidad cómo cede esa materia prima a las empresas? Eso sí que sería curioso mirarlo.

Algún valiente periodista tendría que investigar este tema. A mí es que me pilla en fase asceta, es decir, casi de veraneo, con las maletas a punto de cerrarlas y los temas mundanos me la soplan. Yo ya solo quiero vivir en algo tan bello, tan simple, tan sinsorgas y desencuadrado como una película de Sofia Coppola. Y eso es todo.


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Que reciclen los batasunos de la Mancomunidad