• viernes, 19 de abril de 2024
  • Actualizado 16:42

Opinión / A mí no me líe

El nacionalismo vasco está destrozando Pamplona (III)

Por Javier Ancín

Estoy por poner este título a todos mis artículos porque he comprobado que es el que más encabrona a toda la aberchandalada. Encambronar a los rancios es lo más revolucionario que hay así que ahí se queda el título.

Un hombre llena su vaso de sidra en la celebración del 'txotx' en una de las sidrerías tradicionales. EFE.
Un hombre llena su vaso de sidra en la celebración del 'txotx' en una de las sidrerías tradicionales. EFE.

El alcalde Asiron ya sabemos cuál es el patrón de conducta con el que se mueve. En cuanto le aprietan un poco diciéndole que su forma de actuar tan sectaria es de trogloditas te saca el comodín de Franco y se queda él y su parroquia tan tranquilos, como si colara. ¿Qué narices va a colar?

Las cortinas de humo de Asirón son tan rancias como esos visillos densos y pesados, toneladas de mortaja, que se empeña tu abuela en regalarte para la casa que te acabas de comprar en Bustinnoséqué... a tomar viento de Pamplona, vamos. Lo que le mola a las personas ancladas en el pasado la tela es algo digno de estudio. A ver si inventan la tela electrónica para no consumir tanto recurso natural en crear para cada euskovasco seis u ocho ikurriñas anuales. Por un uso racional de la tela ya. Firme aquí.

Hablando de todo un poco, yo a esos barrios ultraperiféricos que nos han hecho por estos lares los llamaría ikurriñas, porque son tan ajenos a Pamplona como el trapo del peneuve. ¿Donde vives? En una ikurriña... buffff. Lo siento.

Más que en una villavesa, para subir al centro, tendrás que coger una máquina del tiempo que te traiga al futuro. Sirva de homenaje a Chuck Berry, por cierto, lo del regreso al futuro con su Jonnhy B. Goode y todo el copetín. Pamplona es lo que está a este lado de la variante y del río Arga. Lo que queda fuera es la barbarie. A Asiron como buen bárbaro, le podían hacer alcalde de ultrapuertos: (aquí tendría que ir un topónimo euskerico, supongo, como siempre, de esa zona que hay entre la estación de tren y Berriozar que no me sale su nombre y me da pereza buscar)

Chuck Berry estuvo en Pamplona en el 2008, cuando se hacían conciertos y no como ahora, en la Pamplona de los batasunos, que se suprimen festivales y se cancelan bolazos sanfermineros por nuestro bien. No vayamos a desviarnos del camino recto, autobia con be euskerica hacia el infernu, que no sé si es euskera pero me apetecía plantarlo. Pamplona es un infernu.

Programar a Chuck Berry era de fachas, ya sabemos, ya. Y costaba mucho dinero culturizarnos, no como enseñar grupos en euskera, que eso nos sale gratis, claro, aunque no los vea ni la abuela del bajista, que por eso se ha ido todo el tinglado musical al carajo este año. No queréis euksera, pues nada. Yo entre el euskera y Chuck Berry prefiero mil veces a Chuck Berry, pero cualquiera lo dice... que te llaman de todo menos tío bueno, y entre el euskera y un gintonic prefiero dos gintonics. O tres.

El gintonic ha hecho más por mi comunicación con el mundo exterior que cualquier idioma minoritario que solo persigue diferenciarse y no comunicarse, la verdad. Cosas de dipsómanos urbanitas, como decía Leguineche de nosotros los periodistas. Desde hace mucho abogo por una educación en modelo G, de ginebra.

Esto va dedicado a uno de mis amados trolls que me mandó el otro día a beber, a beber como insulto. Cualquier día te mandan a tener relaciones sexuales como castigo también. Lo que me faltaba por ver en esta sociedad de euskomoralistas, euskopuritanos. El troll supongo que no bebía. Pobre. Me dio mucha pena.

Un vasco que no bebe es un sindiós, un contrafuero del copón... vacío, o peor, con mosto. ¿Se han hecho abstemios los euskovascos? Eso sí que sería ir contra la tradición y las leyes viejas y el amado y eterno vino de Rioja... alavesa. ¿Beber ahora es de fachas? Cojonudo. Qué rancios tenemos a los aberchandales actuales. ¿Qué será lo siguiente, batasunos veganos? ¿Sidrerías de tofu y refresco de manzana? Mecagoentxotx.

Ahora que el nacionalismo vasco se ha hecho pacifista o algo así, es divertido pedir otra y verlos indignarse contra lo que no comparten. Lo que sea. A ver lo que les dura el “memento mori” en el que andan y no les da por los antiguos usos, que la risa es un arma muy peligrosa y quizás no soporten bien que se partan a carcajadas por primera vez a su cara con sus ocurrencias.

Es duro descubrir que eres mortal y que de ti también se pueden reír. Es tan divertido como ver cómo intentan que la sociedad sea una homogénea masa del siglo XIX, sin conseguirlo, que da ganas que duren otros mil años para seguir con la risión, chapela calada hacia adelante.

Otra tradición de hace dos teleberris lo de la chapela con visera, por cierto. Los intentos frikis de hacer que la sociedad del siglo XXI sea una fábrica de baserritarras cada centímetro del camino es de infelices. Internet les tiene comida la moral y no saben cómo parar la riada de risas. Y eso es todo.


  • Los comentarios que falten el respeto y que no se ciñan al tema de la noticia, podrán ser eliminados.
  • Cada usuario será el único responsable de sus comentarios.
El nacionalismo vasco está destrozando Pamplona (III)