Si nos coláramos en sus dormitorios veríamos que alguno de estos ya solo se empalma, y no siempre, si les bailan un aurresku. Aupa Joseba Andoni. ¡Eeeeuuuuuuh! Jodidos cansalmas.
- viernes, 19 de abril de 2024
- Actualizado 15:34
Si nos coláramos en sus dormitorios veríamos que alguno de estos ya solo se empalma, y no siempre, si les bailan un aurresku. Aupa Joseba Andoni. ¡Eeeeuuuuuuh! Jodidos cansalmas.
Hace unos años me dio por correr. Nada grave, la típica crisis de los 40 que se me venía encima. Fui a coger la bici y se me había pinchado la rueda así que me puse las zapatillas y me largué a echar el hígado y los dos pulmones a la vuelta del Castillo. Hacía más de 20 años que no corría y nunca por gusto, siempre asociado a un balón, en mis tiempos de joven promesa en los campos aún de tierra de la piscina Amaya.
Yo no sé si es por la ausencia de oxígeno, los lactatos que suben, algún otro proceso químico que desconozco pero correr se me reveló como un acto casi místico. Correr como quien reza una suerte de rosario deportivo. Yo qué sé... o solo una forma de poner en orden la cabeza, subir las endorfinas, engrasarte para el día a día como escribía hace poco en un artículo magistral Muñoz Molina sobre el tema: por qué nos calzamos algunos que no buscamos ninguna marca las zapatillas y nos lanzamos a las calles con el único propósito de subir el ritmo cardiaco y pasar un buen rato.
En cualquier caso correr es algo serio, por eso, al ver ese acto individual, íntimo, asociado a la política y los políticos en eso que llaman korrika y que pagamos todos queramos o no porque así lo deciden ellos poniendo los logos de nuestras instituciones en los carteles, me da bastante repelús.
El nacionalismo vasco todo tiene que manosearlo, todo tiene que magrearlo, a todo le tiene que tocar el culo. Ni un ámbito de la sociedad sin su euskoprédica. Politizan hasta el puto running. Estoy convencido de que incluso follar estos tipos lo hacen en clave política. Si nos coláramos en sus dormitorios veríamos que alguno de estos ya solo se empalma, y no siempre, si les bailan un aurresku. Aupa Joseba Andoni. ¡Eeeeuuuuuuh! Jodidos cansalmas.
Ver a los políticos nacionalistas vascos que mangonean nuestras instituciones (para devolver a las madres las retenciones ilegales robadas de sus nóminas en las bajas maternales no hay dinero, pero para subir un 25% el sueldo perpetuo a sus altos cargos nacionalistas vascos cuando cesan sí), cada vez más gordos, cada vez más lentos, cada vez más al borde del infarto por llevar unos minutos un amasador de cerebros ajenos con una ikurriña produce entre pena y espanto.
Allí nadie habla. Sin resuellos es imposible hablar pero da igual porque la korrikaka no va de idiomas, va de política y de un proyecto totalitario que nos quieren hacer tragar, como a las ocas a las que ceban para hacer luego pâté.
Reivindican el euskera sacando la ikurriña y carteles a favor de asesinos etarras y de agresores de mujeres y funcionarios públicos en Alsasua. ¿De verdad tenemos que explicar por qué muchos navarros sentimos el euskera como una cosa grimosa y extraña? ¿Qué tiene que ver un idioma con una bandera que solo os representa a algunos? ¿Es más, qué tiene que ver un idioma con una bandera? ¿Y con dar goras a criminales? Nada. Un idioma se usa y punto.
Nos hacen una papilla los aberchándales con detritus, le meten el euskera de guinda, de azúcar glas que disimule el pastel de mierda, y si pones cara de asco cuando nos quieren obligar a tragar esa bazofia, porque les descubrimos el truco, te dicen que eres euskarófobo. Je... empuercan su idioma sin ayuda alguna y la culpa es de los demás. Ya no cuela.
Os habéis cargado vuestro idioma, pero eso ya lo sabías cuando renunciasteis a que fuera un vehículo de comunicación despolitizado y trasversal. Os habéis cargado vuestro idioma porque siempre lo usasteis para diferenciaros, para que fuera un rasgo ideológico de quien lo usaba. Os habéis cargado vuestro idioma y sois los únicos responsables. En vuestro pecado llevaréis siempre vuestra laica penitencia. Y eso es todo.
