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Opinión / A mí no me líe

El gobierno pirómano de Sánchez e Iglesias

Por Javier Ancín

Sánchez e Iglesias han empezado a fantasear con que sus sueños más húmedos podían hacerse realidad y nos proponen que, como única solución, hay que cambiar de régimen.

El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez y el líder de Podemos, Pablo Iglesias, se abrazan en el Congreso de los Diputados después de firmar el principio de acuerdo para compartir un gobierno de coalición tras las elecciones generales del pasado domingo, en Madrid (España), a 12 de noviembre de 2019. EUROPA PRESS
El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez y el líder de Podemos, Pablo Iglesias, se abrazan en el Congreso de los Diputados después de firmar el principio de acuerdo para compartir un gobierno de coalición. EUROPA PRESS

Y en mitad del verano, como éramos pocos, partió el abuelo. Por si a este año le faltaba algo más, Juancar, enredado en rumores e investigaciones suizas de cuentas opacas fruto de comisiones a propósito de la construcción del tren de Medina a la Meca, se pira, para intentar evitar que los enemigos del estado hagan lo que ya están haciendo, confundir la persona con la institución. La monarquía parlamentaria ya no vale porque al anterior rey le gusta el dinero.

¿Hay que disolver el gobierno vasco como institución porque no ha sido capaz de sacar los cadáveres de dos trabajadores de un vertedero? ¿Hay que eliminar el ayuntamiento de Irroña porque el anterior alcalde pertenece a un partido que va mandando vía Twitter abrazos al sanguinario terrorista Josu Ternera?

Mal día para Beasiain, pensé, la industria ferroviaria vasca se queda sin su mayor comercial, sin su proveedor real de contratos millonarios. Una pena para mis amigos guipuchis que trabajan en el sector.

¿Desmonta una dictadura desde dentro, renunciando al poder, pudiendo ser un Franco II o un Raul Castro o un Maduro de la vida y le vais a echar en cara a Juancar que dedicara su vida a los placeres del folleteo y el dinero? ¿Pero qué queríais, cabrones, que además fuera cartujo? En cualquier caso, si no ha declarado la pasta que la declare, que pague el recargo, la multa, llegue a un acuerdo con el fisco si es preciso, como tantos otros, y que le apliquen la pena que toque. A mí plin, que cada palo aguante su vela.

Aprovechando la situación, al siniestro dúo cómico Sánchez e Iglesias, como no tienen ni pajolera idea de qué hacer para que la gente no acabe rebuscando en los contenedores dentro de un par de meses, se revuelva contra ellos y los saque a gorrazos de la Moncloa a uno y del chalet con jardín con piscina del marquesado de Galapar al otro, les ha dado por conspirar para no perder el poder.

En mitad de una crisis sanitaria y económica como no hemos visto otra, Sánchez e Iglesias han empezado a fantasear con que sus sueños más húmedos podían hacerse realidad y nos proponen que, como única solución, hay que cambiar de régimen. A esos dos putos locos les parece poca la gente que ha muerto ya. ¿Qué quieren... más? Es complicado cambiar un régimen sin violencia, sobre todo cuando no quieres usar los cauces legales establecidos en la constitución porque sabes que no ganas, porque sabes que pierdes, sino a lo burro, con tuits incendiando al personal, la calle, a ver si la manada le hace el trabajo sucio.

¿No os han gustado, podemitas, estos 45 años de paz, estabilidad, progreso que queréis cambiarlos, ya, sí, déjame que me ría... por algo mejor? Iglesias no es capaz de darte prosperidad con un estado aún en pie, te la va a proporcionar con un estado hecho escombros. Maravilloso razonamiento. Je.

Pero en el fondo, y no tan en el fondo, Iglesias no quiere el poder para traer prosperidad, primero porque no sabe cómo hacerlo. Iglesias quiere el poder para tomarse la revancha, para ofrecer revancha a sus votantes. ¿Pero la revancha de qué y para qué? Ah... esa es la cuestión.

Como no es capaz de proporcionarles prosperidad, real, tangible, ahora, Iglesias les ofrece un paraíso, la tierra prometida, cambiemos el sistema, allí a lo lejos, mucho, para que no le den el coñazo los jóvenes y le pidan responsabilidades como vicepresidente que es y así alargar su vida de cargos y pasta.

Que el marrón se lo coma otro, como cuando asumió el control de las residencias de ancianos y al ver que no iba a ser capaz de cumplir lo que prometió, se puso de perfil y donde dijo que iba a medicalizar los centros para salvar a todos los ancianos, ahora digo que no tengo las competencias, que eso era cosa de las autonomías, y me quito de en medio y me sacudo los muertos, que me ensucian la coleta y salgo feo (más) en las fotos. Y eso es todo.


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El gobierno pirómano de Sánchez e Iglesias