• jueves, 28 de marzo de 2024
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Opinión / A mí no me líe

Por favor, Casado, pírate

Por Javier Ancín

 Si tu mayor adversario quiere que te quedes es el momento pirarte, por el bien de tu equipo. 

El presidente del Partido Popular, Pablo Casado, interviene en el XXIV Congreso nacional de la Empresa Familiar. PABLO LASAOSA
El presidente del Partido Popular, Pablo Casado, interviene en el XXIV Congreso nacional de la Empresa Familiar. PABLO LASAOSA

Se nos echó la derecha a la calle para defender su partido de Casado y Teodoro, dos mandarines intrigantes que conciben la política como un juego de pasillos y triles, de control de aparatos y cargos internos, cuadros de mando míos, que no son tuyos, para ganar un congreso que es de lo que se trata, reinar dentro... que no fuera.

Casado y Teodoro hace tiempo que perdieron de vista de qué va eso de la política: de conseguir votos, no compromisarios que te apoyen. Sin votos, no hay partido. Sin votos, no hay nada. Y la gente salió a calle porque tiene ganas de votar al PP, pero no al PP de Casado y Teodoro. Atornillarse al sillón contra tus propios votantes no parece el camino ideal para lograr un liderazgo sólido... ni, en realidad, líquido tampoco. Atornillarse al sillón frente a los tuyos solo indica que no tienes donde ir y que fuera de la política de partidos únicamente te espera el frío y a ausencia de un sueldo estable.

Se nos echó la derecha a la calle y no ardió nada, nada fue roto, todos los escaparates permanecieron intactos y los contenedores en su sitio. No hubo ni pintabas ni agresiones a periodistas y sus equipos. Por no haber, cuando aquella gente se disolvió y volvió a sus cosas, en el suelo no había tirado ni medio papel.

La derecha, la gente de la derecha, es tan formal, tan legalista, tan atada a los procedimientos, tan de respetar las normas que para manifestarse contra el presidente del gobierno, porque esta era una manifestación contra Sánchez en realidad, en vez de ir a acosar al partido contrario como hace la izquierda, en vez de ir a Ferraz a pedir que se vaya Sánchez, lo hacen en su propia casa.

La derecha echándose a la calle manifestó de forma muy clara ese deseo de no saltarse el reglamento. Queremos echar a Sánchez pero por la vía legal, en unas elecciones justas, es decir, necesitamos un candidato votable, no con dos intrigantes de candidatos, Casado y Teodoro, más preocupados por dinamitar la crítica interna pepera con juego sucio contra compañeros de partido que por salir fuera de Génova a disputar unas elecciones al PSOE.

A Casado ya sólo le apoya la izquierda político y mediática que hasta hace una semana le llamaba fascista o trumpista o facha o ultra derecha o derecha extrema o come niños a la hora del almuerzo y sacamantecas a la hora de la cena. Debería darle que pensar que quienes le quieren apuntalar en el cargo -por Dios, que no se nos caiga el pelele-, sean los mismos que hasta ayer querían derribarle por enemigo poco más o menos de Occidente o de la humanidad en su conjunto. Casado ayer era peor que Franco, hoy es el estadista que necesita la derecha, proclama la izquierda con su habitual jeta.

Por favor, que resista, que no tenga vergüenza y que se quede, que no le importe que sus bases le pidan que se vaya y que no ceda. Necesitamos un PP débil para que Sánchez siga en la Moncloa y Casado, este Casado que tiene a la mayoría de los votantes de su partido en contra, es lo mejor que nos puede pasar para lograr nuestro objetivo. Necesitamos un Ministro de la Oposición y ese cargo, Casado, lo representa a las mil maravillas.

Mira, esto es muy sencillo de entender, si tú eres presidente del Madrid y recibes constantes elogios del presidente de Barça, que no deja de ganarte títulos mientas tú pierdes partidos y en tu estadio no dejan de pitarte, algo estás haciendo mal. Si tu mayor adversario quiere que te quedes es el momento pirarte, por el bien de tu equipo. Y eso es todo.


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Por favor, Casado, pírate