• martes, 19 de marzo de 2024
  • Actualizado 07:29

Opinión / A mí no me líe

El Prestige vasco del PNV

Por Javier Ancín

Doce o catorce días después, ya he perdido la cuenta, seguimos en el mismo punto. Miles de toneladas de residuos altamente tóxicos descontrolados, dos trabajadores desaparecidos y un cargamento de preguntas que nadie desde el PNV quiere responder.

GRAFCAV2663. ERMUA (BIZKAIA), 17/02/2020.- Varios operarios con maquinaria pesada trabajan, este lunes, en el rescate de los cuerpos de los dos trabajadores, sepultados por el derrumbe del vertedero de Zaldibar (Bizkaia) el pasado 6 de febrero. EFE/MIguel Toña
Varios operarios con maquinaria pesada trabajan en el rescate de los cuerpos de los dos trabajadores, sepultados por el derrumbe del vertedero de Zaldibar (Bizkaia) el pasado 6 de febrero. EFE/MIguel Toña

¿Y qué sabemos? Poca cosa, que el gobierno vasco rechazó la ayuda de la Unidad Militar de Emergencia, ¿por qué asumimos que las dos personas murieron en el acto y no que quizás, con un número mayor de brazos y hombros arrimando, se podría haber hecho más por sus vidas... o al menos, intentarlo?

Otras veces hemos visto morder la tierra a destajo, hasta el final, de forma frenética. ¿Qué hay ahí que lo menos importante parece que desde el principio han sido los dos operarios? Y que lo que se debe de estar respirando debe de ser bastante peligroso porque para que se suspendiera hasta un partido de fútbol entre la Real y el Éibar, con lo que eso supone para una de las ligas más potentes del mundo en derechos de retransmisiones deportivas y demás ingresos, apuestas mundiales, por ejemplo, algo realmente grave está ocurriendo. Y poco mas.

Algo más también sabemos, o intuimos, porque esto del vertedero ha sacado a la luz todo un entramado de empresas y políticos -todos mezclados al calor del dinero-, permisos, sanciones sin cumplir y demás asuntos turbios que si alguien con paciencia, y ganas de jugársela con el régimen nacionalista vasco, tirara del hilo, se encontraría casi seguro con una Gomorra a la vasca de dimensiones quizás tan espectaculares como las que retrató de la camorra napolitana Roberto Saviano.

¿Cuantos vertederos como ese hay en Euskadistán? ¿Nadie controla la mierda que tiran dentro? ¿Puede colapsar alguno más, poniendo en peligro a miles de personas de las poblaciones colindantes, como en el caso de Zaldibar? ¿El incendió que ha estado activo en ese Txernobil vasco durante días y días y que ha liberado una gran concentración de dioxinas altamente contaminantes, que alcance tiene, llegan a las provincias limítrofes, nos puede afectar de algún modo a Navarra, por ejemplo, esas partículas viajando libremente por el aire?

El PNV está muy nervioso y la catástrofe se le ha descontrolado tanto, se les ha ido todo tanto de las manos, que no saben ni dar explicaciones. Para muestra, un botón. En la comparecencia del director de salud pública, para tranquilizar a la población sobre las dioxinas que estaban respirando, fue tal el desbarre de los señoros del PNV, tal ida descomunal de olla, que llegaron a comentar que ese tóxico era el mismo que había usado Rusia para intentar asesinar al presidente ucraniano pero qué tranquilos, que solo habían conseguido desfigurarle la cara. Para salir corriendo de Euskadistán y no parar hasta llegar a las playas de Euskadiz en Zahara de los Atunes, como poco.

Lo que empezó siendo un accidente laboral se ha convertido en una catástrofe ecológica que a saber qué consecuencias puede acarrear para la zona y sus habitantes. ¿Tantas miles de toneladas tóxicas, filtradas sin control en la tierra, a medio plazo qué consecuencias puede tener, por ejemplo, para el agua que se consume?

Por el bien de todos, espero que esto haga caer el mito sobre el PNV y su capacidad de gestión que era entre ridículo y absurdo. El PNV se lo creyó, y mira la que han liado, que a la primera emergencia seria, solo han sabido hacer un ridículo tras otro. ¿Esa nefasta gestión con dos desaparecidos y un desastre medioambiental serio, tendrá recorrido judicial? Veremos.

En el Prestige no murió nadie... y la campaña que se lió fue monumental. Aquí ya van dos muertos y no pasa nada. Ni cartelitos de Nunca Mais (les regalo hasta el lema: Inoiz Ez) ni convocatorias de manifestaciones en Bilbao, frente a casa Sabino, contra el PNV por la nefasta gestión de semejante desastre medioambiental.

Ni la izquierda ni los ecologistas están ni se les espera, si la culpa no la tiene España, que se joda la naturaleza. Y eso es todo.


  • Los comentarios que falten el respeto y que no se ciñan al tema de la noticia, podrán ser eliminados.
  • Cada usuario será el único responsable de sus comentarios.
El Prestige vasco del PNV