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Opinión / A mí no me líe

Sánchez solo está preocupado por su imagen

Por Javier Ancín

Una pila de muertos indecente, un gobierno que no sabe ni contarlos, como para esperar algo mejor elaborado. 

GRAFCAV4780. PAMPLONA, 22/04/2020.-  Trabajadores de un tanatorio de Pamplona sacan del Hospital de Navarra un ataúd para proceder a su desinfección antes de trasladarlo al cementerio. La Asociación Nacional de Servicios Funerarios (PANASEF) ha enviado a Navarra material de protección frente al contagio por coronavirus para los trabajadores de los tanatorios existentes en la Comunidad foral que viven estos días "una calma tensa". Se han suministrado a las distintas empresas buzos, guantes, mascarillas, pantallas protectoras y geles hidroalcohólicos en función de las necesidades y la urgencia para intentar así asegurar la salud de los trabajadores de los tanatorios, en especial de quienes deben recoger las cuerpos de las personas fallecidas y llevarlos hasta al lugar de entierro o incineración. EFE/ Iñaki Porto
Trabajadores de un tanatorio de Pamplona sacan del Hospital de Navarra un ataúd para proceder a su desinfección antes de trasladarlo al cementerio. EFE/ Iñaki Porto

Día 41. Los voy contando religiosamente, como buen ateo que soy, para que no se me olvide ninguno, para creérmelos todos cuando esto pase. Los vivimos todos uno detrás de otro. Fue verdad. Créeme... en silencio sepulcral.

Al menos para mí, 41, que ni en contar días nos ponemos de acuerdo. El decreto de alarma bailó entre la hora de comer, en el que se filtró a la prensa, de aquel sábado lejano a la de la cena, que por fin fue publicado. El gobierno está siendo especialista en anunciar medidas que rectifica a las horas, generando más caos al caos.

El último ejemplo. Podrán salir los niños. Ah, qué bien, clamaron los padres desesperados. Pero solo al súper... bueno y al banco. ¿Al súper? Se han vuelto locos. El lugar más peligroso que puedes pisar en estas semanas, donde más gente puedes cruzarte, donde más tensión, tristeza y riesgo hay de contagi, de lo que sea, es el súper. Efectivamente, como una cabra. Y a las horas rectificaron empujados por la opinión pública que se tiraba de los pelos al comprobar, una vez más, que no había nadie al volante de esta crisis sanitaria. Bueno, al súper mejor no, y se pusieron a pensar... de nuevo. O a sabe Dios a hacer qué, porque la primera medida se supone que ya la traían bien meditada, que la soltaron tras el consejo de ministros, en la rueda de prensa que ni es rueda ni es de prensa ni es, por lo que vemos, nada más que una feria del disparate.

Mi primer día sin ver la calle, o la antigua calle, fue el domingo. Da igual. Día el que te dé la gana. Para algunos es ya hasta el 45 por lo que leo en Twitter, a estas alturas de la historia es intrascendente. Uno más. ¿Uno menos? A veces lo empezamos a dudar. La gente languidece en sus balcones, aplaudiendo ya no sabe ni a qué, ni para qué, ni por cuánto tiempo más.

Una pila de muertos indecente, un gobierno que no sabe ni contarlos, como para esperar algo mejor elaborado. Los niños podrán saltar, dicen ahora, desde Moncloa. Ah, gracias, amo por dejarnos... saltar. Es todo tan absurdo al rededor de esta crisis en la que la gente está siendo especialmente dócil, pero tan absurdo.

Una cuarentena completa ya. Más de cuarenta días en todos los cómputos. Así que era esto una cuarentena, eso que solo leíamos en las novelas o en las películas. Está pasando una cuarentena... no podéis verle. En los libros y en el cine, acabado ese tiempo, se abrían las puertas y todo eran abrazos y besos. Aquí seguimos en arresto domiciliario.

¿Para qué seguimos encerrados?, me preguntaba ayer. ¿Cuál es ya el sentido? Nos metieron en nuestras casas a la burro, sin tener un plan, y sin plan, que no parece que vayan a tener, da igual salir dentro de 15 días que ahora mismo.

Sigue contagiándose gente y en un número bastante importante a pesar del estricto confinamiento. ¿Dónde se ha contagiado la gente desde que estamos encerrados?

Saberlo era responsabilidad del gobierno. Para eso nos enclaustramos, para que pudieran estudiarlo con más claridad. ¿Lo han hecho? Es obvio que si cada día hay contagios, no. Dentro de dos o tres semanas o cuando decidan que ya podemos salir tendremos el mismo problema, como seguirán sin saber dónde se contagia la gente porque no hace Sánchez test, podríamos salir hoy mismo. Total...

Esto todo tan esperpéntico. El gobierno de Sánchez solo está preocupado por su imagen. A lo único que se dedica es a combatir las muestras de, como ellos llaman, desafecto a su ¿nuevo régimen? Es desesperante esa dejadez que muestran por todo lo demás. Mantenerse en el poder es el único objetivo que tiene este gobierno. Nuestra salud es un tema secundario.

Que se dedique menos a monitorizar en las redes nuestros cabreos y frustraciones por su negligente gestión y monitorice más lo que corre por nuestras mucosas, que de eso, de saber algo del virus, de cómo se comporta, contagia y se expande por la sociedad ha pasado como de la mierda. Y eso es todo.


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Sánchez solo está preocupado por su imagen