• viernes, 19 de abril de 2024
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Opinión / Íñigo Alli es diputado de UPN-PP en el Congreso de los Diputados.

El Convenio Económico no es un privilegio

Por Íñigo Alli

El instrumento jurídico que establece y regula las relaciones económico-financieras de Navarra con el Estado, el Convenio Económico, no es un privilegio como algunas fuerzas políticas quieren hacer entender.

Además, siendo eficientemente gestionado, el Convenio Económico nos ha permitido en los últimos veinticinco años ser una Comunidad a la cabeza en educación, protección social, sociedad de bienestar, salud, empleo, etc.

Por eso, de manera especial ante el próximo domingo, fecha de las elecciones generales, es momento de reivindicarlo, de creer en él y de defenderlo ante aquellos partidos políticos nuevos de ámbito nacional que quieren derogarlo tildándonos de paraíso fiscal, mensaje que ahora suavizan para hablar de un “recálculo” del sistema de financiación de todas las comunidades. Y de defenderlo, también, ante aquellos separatistas que, sin creer en Navarra, se envuelven en su bandera para decidir por su autodeterminación.

Seis son las razones que lo explican:

1. Pacto: Navarra ha necesitado siempre del pacto para avanzar. El ejercicio del poder tributario recae en la titularidad compartida del Estado, en sus Cortes Generales, y las Instituciones Forales. Es obligado y necesario la capacidad de consenso y de pacto de los responsables políticos. Por ello, no se puede modificar de forma unilateral por ninguna de las partes.

2. Lealtad institucional: el carácter paccionado del Convenio exige lealtad recíproca de España y Navarra para que ninguna de las partes actúe con subordinación o preponderancia, sin renunciar, al mismo tiempo, al ejercicio de sus competencias.

Navarra está obligada a trasladar a su territorio las normas estatales sobre impuestos indirectos, exigencia reforzada  por la pertenencia a la Unión Europea. En el caso de aquellas normas que no rigen directamente en Navarra, las reformas tributarias básicas se han integrado siempre en nuestro ordenamiento por vía paccionada.

3. Igualdad: el Convenio regula la armonización tributaria del régimen común y el régimen foral para que en todo caso se cumpla que, si bien las figuras impositivas nominalmente pueden tener tipos de gravamen y bases imponibles diferentes, la presión fiscal efectiva global sea equivalente para los ciudadanos de Navarra y para los de cualquier otra Comunidad.

Por tanto, existe en el Convenio la obligación de ajustar nuestro sistema tributario y su estructura básica a la del territorio común. Con ello se garantiza que los navarros tengan los mismos derechos y los mismos deberes que el resto de los españoles.

4. Fundamento jurídico e histórico: además de las profundas raíces históricas del régimen foral, es su reconocimiento en la  Constitución Española y en la Ley del Amejoramiento del Fuero lo que le da fundamento no sólo histórico sino jurídico.

5. Encaje en la Unión Europea: todas aquellas normas, ordenamientos y actualizaciones que emanan de la Unión Europea y de los Tratados Internaciones son aplicadas en Navarra mediante el previo acuerdo con el Estado, tal y como recoge el propio Convenio. Y son las propias instituciones comunitarias las que respetan el singular sistema de Navarra, avalando su compatibilidad con la llamada armonización fiscal entre todos los estados miembros.

6.  Solidaridad: Navarra contribuye a soportar las cargas generales del Estado en materias no transferidas con arreglo a su renta [1,6% respecto a la riqueza total] y no en razón al número de habitantes [1,35% sobre el total]. En el Convenio se incluye también una partida llamada “Fondo de Compensación Interterritorial” al que Navarra abona su 1,6% correspondiente para que el Estado equilibre y compense las desigualdades entre comunidades.

Sin olvidar que los navarros y sólo los navarros financian sus obras y sus infraestructuras para el uso y disfrute de todos los españoles y financia en su cuota [1,6%] las que corresponden a la Administración del Estado y lleva a cabo fuera de las mugas de Navarra.

Estos seis argumentos de peso sirven para entender el Convenio Económico y para rebatir a quienes pretenden unirlo a un privilegio. Ahora nos toca a todos los navarros defenderlo.


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El Convenio Económico no es un privilegio