Niveles de alerta antiterrorista

Tras la última reunión celebrada estos días, donde se dieron cita los nuevos firmantes del pacto que anteriormente habían  rubricado;  PP, PSOE, UPN, Coalición Canaria y Foro Asturias en febrero de este año. Tras los atentados de París parece que las sensibilidades de algunos partidos (no de todos) han cambiado o se han dado cuenta de cómo la amenaza yihadista es real y es una amenaza global aunque el 98% de las víctimas de este terrorismo sean musulmanes.

Lo que no ha cambiado han sido las herramientas con las que cuentan desde febrero los servicios de información, así como las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado para combatir esta terrible lacra que es el terrorismo, que tiene como máximo exponente al Estado Islámico y su política de yihad global.  Está claro que algo en uso de esas herramientas ha fallado para que se puedan cometer los terribles atentados de Francia y el principal factor del error, según los analistas, ha sido la coordinación de los distintos actores europeos que luchan contra el terrorismo. En estos días se está hablando mucho de los  distintos estados de alerta. No hace mucho tiempo, en una reunión de Ministros de Interior de la Comunidad Europea, se intentó unificar los criterios de dichos niveles de alerta, algo se ha conseguido al cambiar de los confusos niveles de colores, letras y códigos alfanuméricos de los distintos países, al intentar unificar en niveles del 1 al 5.

Ahora podemos intentar arrojar un poco de luz sobre quién marca los distintos niveles, quién evalúa el estado de alerta, cómo y quién actúa en cada nivel de alerta.  Los cinco distintos niveles que actualmente existen en España se encuadran dentro del Plan de Prevención y Protección Antiterrorista, quien establece las directrices generales que desde el  ámbito preventivo permiten asegurar la detección, seguimiento, análisis y evaluación continuada del riesgo de atentado terrorista. Este sistema actual de alerta se modificó en mayo del 2015.

Los cinco niveles de activación se adhieren un determinado nivel de riesgo: el 1 corresponde a riesgo bajo, el 2 a riesgo moderado, el 3 a riesgo medio, el 4 a riesgo alto y el 5 a riesgo muy alto. Se debe indicar que cada nivel conlleva una serie de medidas específicas adaptadas a la naturaleza de la amenaza. Nos centramos por su importancia en los dos niveles más altos: el 4, en el que nos encontramos actualmente, lleva aparejada la máxima coordinación entre las distintas policías y unidades de inteligencia a nivel de investigación y una mayor presencia policial preventiva en lugares estratégicos. Si nos trasladamos al escenario del nivel 5, que corresponde a un riesgo muy alto de atentado terrorista, se toman medidas de carácter excepcional contando con el apoyo de las Fuerzas Armadas, en este nivel de alerta las infraestructuras críticas son focos sensibles donde se activan planes de seguridad y, por ejemplo, se cuenta con el apoyo de la aviación militar para poder realizar tareas de observación.

Si nos preguntamos quien decide el nivel de alerta, es el Ministerio de Interior quien, a través de su secretaría de Estado de Seguridad y bajo el mando del Centro Nacional de Coordinación Antierrorista, aglutina las informaciones de la Guardia Civil, Policía Nacional, Centro Nacional de Inteligencia y en ocasiones contando con las policías autónomas.

Tras analizar todas y cada una de las informaciones aportadas por cada uno de los participantes en estas comisiones de evaluación de la alerta terrorista, se marca el estado de alerta atendiendo a la valoración de la amenaza y otras circunstancias asociadas a la misma. El factor de amenaza se valorará en función de la intención, la capacidad y la probabilidad de comisión de un atentado terrorista. Por otro lado, su correlación se valorará en función de la vulnerabilidad de los potenciales objetivos de ataque y su posible impacto o repercusión.

España lleva en desde junio de este año en el nivel 4 de alerta antiterrorista, aunque algunos parece que se han dado cuenta tras los atentados de París. Es de vital importancia que la sociedad conozca en qué nivel de alerta se encuentra y que sean los distintos recursos con los que cuenta el Ministerio de Interior los encargados en divulgar una información veraz y con los interlocutores apropiados. Hemos podido ver en Bélgica como cuando la gestión de esa información se hace sin los criterios adecuados se crea incertidumbre y un caos informativo que en muchas ocasiones es aprovechado por los terroristas para sembrar bulos y falsas informaciones para desestabilizar a la sociedad.