• martes, 19 de marzo de 2024
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Opinión /

El grave problema de los Menas en Navarra

Por Gustavo Galarreta

En Navarra es necesario aunar voluntades entre los distintos departamentos forales y municipales para afrontar un problema que aunque puede parecer puntual no lo es

Imagen de un menor no acompañado, los conocidos como menas ARCHIVO
Imagen de un menor no acompañado, los conocidos como menas ARCHIVO

El Sindicato Unificado de Policía en Navarra, en estos días, ha puesto sobre la mesa el grave problema existente respecto a los “menas”. El sindicato no hace más que constatar lo que lo que sus afiliados y la ciudadanía le informa:  peleas, robos, agresiones sexuales, tráfico de drogas, etc.

Ya sea en forma de denuncia o información directa a las distintas Instituciones, centrando el problema en Pamplona. Pero nos equivocaríamos si enfocamos esta problemática desde el punto de vista local, ya que esta problemática transciende de ese ámbito y es un problema de toda la Comunidad Foral.

La denominación de menores extranjeros no acompañados (MENA) nos la da el Alto Comisionado para los Refugiados de las Naciones Unidas, siempre que tengan menos de 18 años, estén fuera de su país de origen y no tengan familiares a su alrededor. La llegada de estos menores en desamparo se da en el actual contexto del fenómeno migratorio, pero debemos diferenciar a quienes son refugiados por conflictos bélicos o países fallidos, de quienes entran a nuestro país de forma irregular, ya que el caso de estos menores no responden a unas mismas motivaciones ni mucho menos a situaciones anteriores similares. 

En el ámbito de nuestras leyes, nuestra propia Constitución recoge que; “Los niños gozaran de la protección prevista en los acuerdos internacionales que velen por sus derechos”, por eso; los servicios de protección al menor son los competentes de su tutela mientras se demuestre su situación de desamparo y su minoría de edad. Así como en el ámbito Foral contamos con la Ley de Protección a la Infancia que vela por estos menores.

Una vez tenemos un contexto jurídico de estos menores, debemos abordar que lo que necesitamos ya desde hace tiempo es de un plan de actuación en materia de menores en desamparo. Los datos nos pueden dar una verdadera dimensión del problema si comparamos que el año 2008 Navarra contaba con menos de 20 menores en esa situación y en la actualidad supera los 200.

Como siempre; la sociedad, en materia de seguridad no percibe ninguna problemática hasta que esta se hace latente en forma problemas reales en la seguridad pública;  este verano Barcelona ha abierto todos los telediarios con sus problemas de seguridad pública, muchos de ellos generados por menas. Si nos acercamos a nuestra Comunidad vecina el País Vasco; Bilbao, San Sebastián y Vitoria ha sido escenarios de multitud de hechos delictivos graves generados por menores bajo la tutela de las diputaciones, incluso muertes violentas en robos en domicilios.

Para que el lector tenga una imagen de la dimensión real del problema, se puede aportar la cifra de los más de 1000 menores que están bajo la tutela del Gobierno Vasco, solo una minoría de este colectivo genera problemas delincuenciales, pero satura a; las fiscalías de menores, los recursos policiales y asistenciales, con toda la repercusión que tiene la falta de recursos para afrontar también los problemas diarios de la ciudadanía.

En Navarra es necesario aunar voluntades entre los distintos departamentos forales y municipales para afrontar un problema que aunque puede parecer puntual no lo es, la sociedad al igual que un iceberg solo percibe una pequeña parte visible pero en realidad en problema se encuentra bajo la parte visible del mar.

Se debe elaborar un plan que reconozca en primer lugar las posibilidades y limitaciones, para poder realizar las acciones que permitan una coordinación real entre los municipios y los distintos departamentos forales, tanto en el ámbito social como el ámbito de la prevención delincuencial; usando como arma principal la inteligencia y el análisis.

Está claro que para realizar un plan de estas características lo que es necesario es la voluntad política de generar un marco normativo que aúne el consenso como elemento de cohesión. Los pilares como la integración social, la prevención socio-educativa unida a una estrategia preventiva en materia policial nos dotaría de las herramientas necesarias para abordar un problema tan delicado como este.

Llevo años trabajando la materia de los valores en la sociedad, relacionados con la seguridad publica y en el marco de menores en desamparado que estamos abordando; la educación, la solidaridad y la seguridad son valores que se deben trabajar con estos menores, para que aporten a la sociedad lo mejor de ellos.

Pero también se debe trabajar con ellos, mi palabra preferida que es; compromiso, comprometerse con la sociedad que te ha dado amparo y cobijo cuando pero lo estabas pasando, debe ser la máxima para estos menores que se encuentran en una situación de indefensión, pero también el compromiso firme de las autoridades para que quien no acepte las normas y leyes de esta sociedad, reciba el castigo proporcional a sus actos y si elije el camino de no aportar más que delincuencia a esta sociedad esta sociedad no será para él.

Todo plan requiere unas líneas de actuación que salgan del trabajo de todos, en el ámbito de la seguridad pública; la prevención, formación, colaboración, intercambio de información y detección, son los pilares fundamentales para prevenir y contener el problema en el ámbito delincuencial, para proteger a la sociedad de quienes quieren vivir fuera del consenso democrático y social que como sociedad no hemos dado.

Nos queda mucho trabajo por hacer en esta materia, pero creo que merece la pena el reto y no hay nada mejor que armonizar iniciativas y proyectos que redunden en el bien de nuestra Comunidad Foral, nuestra sociedad se lo merece.


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