• viernes, 29 de marzo de 2024
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Opinión / Editor del Grupo Diariocritico.

No, no podrá Pedro Sánchez mantener su 'no' ¿O no?

Por Fernando Jauregui

Hay pleno acuerdo -parece haberlo: lo veremos la semana próxima- entre Albert Rivera y Mariano Rajoy no solamente en lo referente a las reformas para que Ciudadanos vote 'sí' a la investidura del actual presidente en funciones.

Yo diría que da la impresión de que, además, existe una coincidencia explícita en presentar a Pedro Sánchez como único y exclusivo culpable en el caso de una hipotética repetición de elecciones si, en el momento de la investidura, Rajoy no encuentra más allá de los 170 escaños del PP, C's y Coalición Canaria, sin otros 'síes' o abstenciones.

Y una lectura demorada de la inmensa mayoría de los medios, editoriales y comentarios que se publican y emiten en radios y televisiones parecen incidir en lo mismo: si el secretario general del PSOE y su partido se mantienen en el 'no', se les considerará responsables de la repetición de elecciones.

A menos, claro, que intenten un Gobierno alternativo con Podemos, PNV, Esquerra Republicana y Partido Demócrata Catalán. Una alternativa que muchos creen descabellada, prohibida por el comité federal del PSOE y aparentemente no deseada, desde luego, por una parte considerable de la militancia de este partido -a la que Sánchez no ha consultado, sin embargo, al respecto_ ni tampoco por un gran sector del electorado del PSOE.

Ahora, ante el panorama que se ha abierto con el muy previsible acuerdo entre el PP y Ciudadanos, por muy débil e insuficiente que el pacto pueda parecer, la gran pregunta es: ¿podrá Pedro Sánchez resistir a todas las presiones, incluyendo las mediáticas, las económicas, las europeas y las institucionales, y mantenerse en el 'no' en una sesión de investidura de Rajoy?

El presidente en funciones lo repitió hasta la saciedad este miércoles, tras encontrarse con Rivera: "si el señor Sánchez se mantiene en el 'no', volveremos a repetir las elecciones" .

Reconozco haber tenido pocas oportunidades de sondear a directivos regionales socialistas tras el encuentro Rajoy-Rivera, porque parece haber un silente compás de espera. Pero tengo la impresión de que la posibilidad de que el PSOE tenga que acabar absteniéndose, total o parcialmente, en esta sesión de investidura, avanza.

En todo caso, las hipótesis en el PSOE están muy abiertas: convocatoria de nuevo comité federal, que varíe el rumbo impuesto al partido, rebelión de una parte del grupo parlamentario o incluso que el propio Pedro Sánchez, sometido a críticas implacables entre los 'veteranos' socialistas a los que ha ignorado sistemáticamente, dé algún paso hacia atrás, hacia un lado o hacia adelante. Pero ¿qué paso?

Lo que no puede pretender Sánchez es que un 'no' inamovible, provocando una probable repetición de elecciones, le salga gratis. Y si piensa que sus posibilidades electorales, diga lo que diga la cuestionable última encuesta del CIS, van a mejorar con respecto al 26 de junio, mucho me temo que está profundamente equivocado, al menos de acuerdo con las impresiones de algunos notables especialistas independientes.

Hace tiempo que comento que aquella postura inflexible frente al PP y Rajoy, en lugar de negociar con él una mini-Legislatura regeneracionista liderada, de hecho, por los socialistas desde una vicepresidencia del Gobierno, fue un error. No soy, desde luego, el único que lo piensa y lo dice. Pero lo peor de Sánchez, encerrado en un mutismo agosteño, es que no parece posible hacerle dudar de lo correcto de sus posiciones, que serían las únicas acertadas, según dicen en su sanedrín: todos los demás se equivocan, ahí queda eso.

He ganado algunas apuestas vaticinando que Ciudadanos viraría desde su anunciada abstención al 'sí': creo que el paso dado por Rivera ha sido muy acertado, y una mayoría de los comentarios -no los provenientes de Podemos, como es lógico-, incluyendo algunos socialistas, parecen pensar lo mismo. Pero no estoy tan convencido de que también ganase una apuesta sobre un giro en la actitud del PSOE: la tozudez es ahora la consigna.

Dicen que los dioses, antes de perder a los hombres, primero los ciegan. Y el peor ciego ya se sabe que es el que se niega a ver, agravado por la sordera de quien se niega a escuchar otras voces que las de la cuadrilla amiga. No es lo importante que Sánchez y algunos de sus asesores interesados en mantenerse en el machito, aislados como están, se pierdan: lo realmente malo será que el PSOE se pierda. Y, según el pesimista análisis que me hago para mí mismo, ese riesgo empieza a existir. Para ellos y para todos nosotros.


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No, no podrá Pedro Sánchez mantener su 'no' ¿O no?