Les propongo un juego, ya que es tiempo de vacaciones parece que pega más algo divertido que una reflexión profunda, ¿les parece?
- miércoles, 24 de abril de 2024
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Les propongo un juego, ya que es tiempo de vacaciones parece que pega más algo divertido que una reflexión profunda, ¿les parece?
Escojan el nombre de cualquier partido político que se haya presentado a las últimas elecciones, y rellenen los huecos vacíos con las propuestas, a ver cómo queda:
Desde el partido (ponga aquí su opción) queremos mostrar nuestra (satisfacción/emoción) con los resultados obtenidos ya que muestran que el pueblo sigue confiando en nosotros. Aunque puede que parezca que ha habido (un menor aumento de lo esperado/resultado menos amplio) estos resultados no hay que mirarlos en clave (local/nacional) sino en clave (nacional/local). Por lo tanto debemos entenderlo como un (respaldo/toque de atención) a nuestras propuestas, que en todo caso siguen vigentes y son las que pide el pueblo, ya que hemos (ganado/resistido/aumentado/perdido menos de lo esperado).
¿Encaja?, pues al menos que todos los que lean sean del mismo partido, que por los comentarios que recibo me consta que no, algo no está funcionando bien, ¿no creen? Todo en positivo.
Es curioso tengo la sensación de que la legislatura termina el día de las elecciones, y que ahora el tema de pactos, y negociaciones es algo que aburre, que cuesta, que no es lo normal. Es como si la preparación de un atleta concluyera cuando consigue la marca que le permite participar en un mundial, y luego fuera a este a pasearse; o como si el éxito fuera pasar la fase de clasificación para la Eurocopa y luego no competir. Esto no es así. Ahora es cuando debe empezar el trabajo de verdad.
Me gustaría pensar que cuando se habla de “el pueblo”, se está hablando de todos y cada uno de nosotros, de nuestras necesidades, de nuestras realidades, y de todos los derechos fundamentales que se han conseguido. Pero parece que se habla de un ente llamado Pueblo que habla con voz única y que además coincide con nuestras necesidades o propuestas.
No soy político, ni tengo intención de serlo, pero lo que leo de estos resultados es que tenemos una realidad social que es de todo menos homogénea, que hay una parte importante que defiende y cree en una base social, y que todos necesitamos soluciones a los problemas que son comunes: desempleo, justicia, recursos sanitarios y sociales y corrupción.
Y a esto debieran dar respuesta todos los partidos, para esto no hay signos políticos. Para lo que sí hay signos políticos son para las discusiones largas, baldías, sobre formas, sentimientos y chapuzas de corto plazo. Reivindicar la valía personal mediante la negación de las intenciones del otro es de todo menos maduro, y mucho menos profesional. Y no olviden que ser político es un trabajo, no un hobby, cuyas nóminas pagamos los ciudadanos.
Hablar de que toca ser generosos y llegar a acuerdos en política como algo extraordinario es como pedir reconocer lo extraordinario de que el carnicero corte la carne como se lo pedimos y no nos engañe con el peso. No es generosidad, es parte del trabajo. Así debe ser.
La honestidad no es una virtud, es una obligación (esto se lo robo a Calamaro de los agradecimientos de su Honestidad Brutal). Ahora toca ser honestos y negociar propuesta a propuesta, medida por medida, ley por ley. Sabiendo que tocará ceder en partes y reconocer que otras propuestas pueden mejorar las propias. Esto es lo que se llama hacer política, o al menos lo que me enseñaron que era hacer política.
Se acabó eso de imponer leyes, de o todo como yo digo o no hay trato. Habrá que sudar la camiseta, mucho. Pero para eso se decide entrar en política, ¿o no? Yo he decidido que mi papel va a ser cumplir la legalidad, contribuir con mis impuestos en la medida en que debo hacerlo y votar siempre que se me convoque; y, además, estar alerta de que no me den gato por liebre, quejarme cuando lo intenten y utilizar todos los medios a mi alcance para presionar y criticar aquellas medidas que crea que van en contra de lo que considero justo. Quien decide entrar en política entra porque querrá mejorar las cosas y trabajar por hacerlo, y asumir las flores que eso conlleva pero también los clavos.
No vale aceptar sólo la parte que me gusta. No vale estar siempre en la posición ventajosa. Y si es necesario cambiar los protocolos, habrá que hacerlo, proponerlo y pelearlo, pero hasta que se haga, lo suyo es cumplir con lo que toca., por ejemplo. Si se trabaja para cambiar mientras se está en el poder, para que se note, los cambios no perduran. El ejemplo más claro es la educación. No tiene ningún sentido que tengamos una ley de Educación no ya por partido en el gobierno, sino casi por legislatura. Las generaciones que se están formando no tienen la culpa de que tengamos un gobierno u otro, y dentro de 4 años, cuando cambie el tercio, necesitarán seguir formándose.
Así que agradezco mucho sus esfuerzos de campaña, pero ahora toca generar políticas que generen empleo, que garanticen la asistencia sanitaria y social de todos la que la requieran, que den garantías a los emprendedores, y que den estabilidad. Y para esto nos va a tocar apechugar también, claro. Habrá que exigir compromiso, profesionalidad y valentía (que no generosidad) a nuestros políticos. Que recorten lo superfluo y se centren en lo importante, sí, pero también habrá que entender que hará falta compromiso ciudadano, pagar impuestos, evitar fraudes y conciencia social. Aquí jugamos todos. No hay gallina gorda que pese poco.
Y habrá que jugar con las diferentes ideologías claro. Que alguien vote lo contrario a nosotros no lo convierte en nada más que en una persona con otra opción política. Las ideas nunca son malas, su puesta en marcha, su ejecución, la prepotencia de quienes las defienden, sí. Pero eso, queridos, no son las ideas, son las personas.
Así que bienvenidas personas de bien, cada una en su cometido, políticos y contribuyentes, que quieran remangarse y tomar decisiones valientes para luchar por mejorar este país. Al resto, a los que han venido a lucirse, a imponer, a crispar, a robar, a faltar al respeto y poner trabas, lamento decirles que nos tendrán en frente, (permítanme que cuente con ustedes por adelantado) Tenemos que empujar todos, estamos preparados. Votar es el primer paso, para unos y otros.
Así que preparados. Get ready.
