• jueves, 18 de abril de 2024
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Opinión / Sabatinas

Caciquismo ilustrado

Por Fermín Mínguez

Cada vez me cuesta más seguir creyendo en Rousseau y en eso que decía del ser humano que es bueno por naturaleza, pero me reconcilia con él revisar “El contrato social”.

Fermin Minguez Caciquismo ilustrado

Esta semana el rugby ha tenido algo de atención por dos motivos distintos. Uno es un vídeo precioso de un jugador infantil motivando a un compañero que tenía miedo a jugar, donde le decía que daba igual como fuera porque era brillante. El otro motivo es la eliminación de la selección española de rugby por una chapuza administrativa. Persona vs. institución, ¿les suena?

Hacía mucho que no hablaba de rugby, y ya tocaba hacer algo de promoción, ya saben que en las pasiones, como en las amistades, se milita y esta semana además de un acto de militancia rumbera, me viene de perlas para hablar del que considero uno de los males endémicos de este país y que es la podredumbre de las instituciones.

Algo pasa cuando las bases se esfuerzan y empujan para sacar la vida, su vida, adelante y las instituciones que las gobiernan les dan sistemáticamente la espalda excepto para recaudar lo suficiente para mantener la estructura, y así seguir dándoles la espalda. Me recuerda a esas películas de mafiosos donde la gente sin recursos pagaba a los matones para que no les quemaran el local porque si no pagaban se lo quemaban, o a esos abusones que o tragas o te sacuden, aunque pagar es una forma de que te sacudan. Luego nos preguntamos por qué hay acoso escolar, maltrato, estafas y demás, pues es muy simple, porque la estructura lo hace, lo repite y, lo que es peor, lo permite.

Voy a hablar de lo que ha pasado en rugby, pero pueden cambiar el nombre de la federación por el del organismo, partido o institución que les aplique, porque la pena es que encajará.

Les cuento. España ganó su participación en el mundial de rugby de Francia, hecho histórico porque no íbamos al mundial desde 1999, el único en el que hemos participado. Una fase de clasificación dura pero que se salvó con la solvencia del que cree que puede. Un grupo de jugadores que se dejaron la vida, (en este caso literalmente además, porque perdimos a uno de los nuestros en un desgraciado accidente en Amsterdam cuando fuimos a jugar), por llevar a España al mundial y así promocionar y dignificar un deporte olvidado aquí, se van a quedar sin poder jugarlo por un chanchullo administrativo que ni Mortadelo y Filemón. No les voy a aburrir con el proceso, se lo resumo diciendo que hubo un equipo que falsificó un pasaporte de uno de sus jugadores y presentó una fotocopia del mismo como documento oficial. Pasaporte que luego, vaya mala pata, se perdió. Así que una fotocopia con las fechas alteradas ha servido para eliminar a España por alineación indebida. Para darle más empaque al tema, el jugador solo participó unos minutos en las segundas partes de dos partidos ya resueltos. Pistonudo todo. Y, ¿saben una cosa?, no es la primera vez que nos pasa. El pasado Mundial también nos quedamos fuera por, entre otras cosas, algo parecido. Y aquí viene otra cosa que les va a encantar, hay quien ha estado en las dos juntas directivas, ¿ué les parece? La cago soberanamente, me disculpo o lo que sea, pero sigo. Y ese es el problema de raíz en este país, que nunca pasa nada.

Esta vez las excusas han sido tan peregrinas como que se sienten engañados como un cornudo, dijo también una cornuda como símbolo de inclusividad, demostrando que ser imbécil impacta en todos los ámbitos de la vida. También que los jugadores extranjeros que hay en la liga se chivaron, reforzando esa idea de que vale hacer el mal siempre que no se entere nadie. Y luego que cómo se puede esperar que alguien te intente engañar, para que comprobar la documentación con lo honrada que es la gente, y mira quien lo dice… Ya saben, esta campaña de Hacienda pueden enviar un fax con un dibujo a la AEAT pidiendo que les devuelvan un pastón, y ponen debajo la frase “Este documento cuenta con el visto bueno de la FER “ y el logo. Si les pillan dicen alguien se lo pasó y que la culpa es de su vecino por chivarse. Plan sin fisuras.

¿Saben lo peor de esto? Que ojalá fuera solo un esperpento generado por una banda de ineptos al frente de una federación, sino que si rascamos en otros procesos los encontraremos llenos de documentos falsos, logos antiguos de la Cámara de Comercio Internacional en formatos no oficiales, estafas en las que nadie sabe nada porque eso lo lleva el gestor o mi marido, o alguien se ha enterado de algo ilegal y en lugar de callarse, (o pedir una paguita), va y lo cuenta y toca dar explicaciones.

Cada vez me cuesta más seguir creyendo en Rousseau y en eso que decía del ser humano que es bueno por naturaleza, pero me reconcilia con él revisar “El contrato social”. Rousseau decía que no hay mayor libertad personal que el cumplimiento de las leyes y normas que se impone uno mismo. Era más majico. Y que aunque cada cual ya es responsable de sus actos, un buen gobierno ayudaría a este cumplimiento, ¿a que sólo se le puede querer a Juan Jacobo? Si levantara la cabeza la volvía a meter bajo tierra.

En vez de esto tenemos una estructura que impone unas leyes y normas a la base sin el menor respeto por ella, se lucra del esfuerzo de muchos para, además, tirar ese esfuerzo por la borda en un ejercicio de prepotencia e incapacidad conjunta. Inútil, poco preparado e impune es una mala combinación. Ahora hablo de la Federación Española de Rugby, sí, pero sería bueno que alguna institución más pusiera sus barbas a remojar. Porque mientras se produce este desastre, hay niños como el del video luchando por este deporte, hay jugadores que se han dejado la vida, otros nos hemos dejado articulaciones, tiempo de estar con los nuestros, dinero que muchas veces no tenemos para que el deporte que nos da la vida siga vivo. Para que luego vengan unos vividores a quitársela.

Hay miles de amateurs que no merecen este trato, hay miles de autónomos que no merecen este trato, hay miles de pensionistas que no merecen este trato, hay miles de trabajadores que no merecen este trato, hay miles inmigrantes que no merecen este trato, hay miles de ucranianos que no merecen este trato pero, ¿saben qué?, no pasará nada. Otra vez. Y los miles, en vez de organizarse, pedir responsabilidades y pasar factura, nos seguiremos dividiendo para defender a los nuestros y justificarlos a base de insultos y gritos. ¿Saben que decía Rousseau también?, que las injurias son las razones de los que tienen culpa. Pues eso.

Y así nos va. Todo el trabajo que se hace en la base, toda la ilusión del niño amateur, o del emprendedor, se la fuman de cuatro en cuatro años. Sin respeto ninguno por lo que a la mayoría nos cuesta sacar la vida adelante. A toro pasado nos queda el recurso de la pataleta, como de costumbre, pero también nos queda la posibilidad de hacer que no vuelva a repetirse, es mejor ser proactivo y parte de la solución, que reactivo y plañidero. Menos llorar y más motivar a la acción.

Que igual la culpa de que nos roben es que nos dejamos robar, ¿no creen? Pues eso.

Sean buenos y sean felices. Y vayan a ver rugby, por favor, colaboren, nos va hacer más falta que nunca. Gracias mil a todos los que siguen trabajando, jugando y creyendo.

Por cierto, todo lo que se ha dicho aquí es presunto, no vaya a ser que encima me busque un lío. Que para ser un inepto no hay normas, pero para señalarlo hay que tener cuidado.

La canción de hoy que se escoja sola, que con el cabreo que llevo a saber que elijo para ilustrar a esta gente que solo sabe excusarse… Sonrío.


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