• viernes, 29 de marzo de 2024
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Opinión / Es periodista, uno de los fundadores de Telemadrid y su primer director de informativos.

Rajoy tiende la mano

Por Fermín Bocos

Rajoy tiende la mano a la "Generalitat" y compromete inversiones en Cataluña. 1.882 millones ahora y el resto hasta completar una partida cercana a los 4.200 millones, a lo largo de los próximos ocho años. 

Dinero destinado a mejorar infraestructuras de transporte. Las líneas de los ferrocarriles de Cercanías que convergen en Barcelona transferidas en la gestión a la "Generalitat" pero financiadas por el Estado. Mariano Rajoy en dos recientes estancias en la capital catalana -una hablando a sus cofrades del PP, la otra a un grupo de empresarios- ha repetido un discurso cuyas ideas fuerza plantean un ofrecimiento de mano tendida y algo así como una cuenta nueva. Ofrece un "diálogo sensato" -frente al desafío de los independentistas- añadiendo una triada muy "rajoyesca": "moderación, sensatez y serenidad para ganarle la batalla a los separatistas".

Bien les vendrá a los barceloneses y a los vecinos de las populosas poblaciones de su entorno la mejora de los trenes de Cercanías, al igual que grandes serán los beneficios que en su día recibirán el resto de los catalanes, los valencianos, murcianos y andaluces por cuyas tierras discurre el corredor mediterráneo, la vía de alta velocidad diseñada para agilizar las exportaciones procedentes del sur y del litoral este de España.

En los últimos años, el 48% de las inversiones destinadas por el Estado a la mejora de las infraestructuras ferroviarias fueron a Cataluña y en plena crisis, desde 2102 hasta hoy, la Generalitat ha recibido 67.000 millones de euros para garantizar su funcionamiento. Rajoy anuncia que además de los 4.200 millones de euros repartidos en cinco años se invertirán otros 587 millones en los puertos catalanes y 800 millones más para mejora de las carreteras.

El corredor mediterráneo tardará, pero lo veremos. Lo que no veremos es que las copiosas inversiones anunciadas por el presidente Rajoy consigan rebajar la presión de la "Generalitat" y los partidos políticos instalados en la deriva separatista. El discurso victimista es de morfología variable. Cuando los trenes dejen de ser el problema, inventaran otro. La verdad sea dicha, todo esto ya aburre.


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