• sábado, 20 de abril de 2024
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Opinión / Es periodista, uno de los fundadores de Telemadrid y su primer director de informativos.

Los intocables

Por Fermín Bocos

Se creían intocables y gastaban con impunidad el dinero ajeno. 65 ex consejeros y ex directivos de Cajamadrid se sientan en el banquillo.

La Fiscalía Anticorrupción les acusa de apropiación indebida. Abusaron en beneficio propio de su posición de poder en Cajamadrid, la caja de ahorros a la que finalmente llevaron a la quiebra. "Black" era "Gold". Oro. Las tarjetas "Black" de Cajamadrid han vuelto a la primera página de los medios para recordarnos uno de los casos de corrupción más escandalosos de los últimos años. Fue un paradigma de obscenidad en el manejo de dinero y recursos públicos.

Un grupo de individuos privilegiados: políticos como Rodrigo Rato, Fernández Norniella, Romero de Tejada o Estanislao Rodríguez Ponga del PP, Moral Santín (IU) o Ramón Espinar (PSOE)-, sindicalistas -Rodolfo Benito de CC.OO, José Ricardo Martínez de UGT- ejecutivos bancarios -Miguel Blesa o Sanchez Barcoj- o economistas como Alberto Recarte o Juan Iranzo. Entre todos despilfarraron algo más de 15 millones de euros de una entidad de ahorro pública que sabían a las puertas de la quiebra.

Sacaron dinero sin cuento de cajeros automáticos para gastos personales de todo tipo: viajes de lujo, restaurantes estrellados, ropa, muebles, etc. Un abuso de posición y una fórmula ideada en tiempos de la presidencia de Miguel Blesa para ocultar estos ingresos extras al Fisco. Cuando Cajamadrid que por lo que hoy sabemos ya estaba quebrada pasó a ser Bankia con Rato al frente, siguió el saqueo. Nada detuvo su codicia.

Que entre quienes estos días se sientan en el banquillo haya sindicalistas, políticos, economistas, ejecutivos de banca y un antiguo jefe de la Casa del Rey, demuestra hasta qué punto la corrupción y la falta de escrúpulos se había hecho transversal. Hay conductas particularmente impúdicas. Es el caso de José Antonio Moral Santín (IU) que en sus tiempos de comunista fanático fue látigo implacable del sistema capitalista. O el propio Rato, el hombre que cuando era vicepresidente del Gobierno y ministro de Economía predicaba que había que cumplir con el Fisco. Lo de los sindicalistas no tiene nombre.

También quedará como ejemplo (malo) de la mayor de las hipocresías la actuación de los mencionados Iranzo y Recarte economistas dizque liberales que pasaron años dando doctrina de buenas prácticas en tertulias y foros empresariales. La Fiscalía solicita penas de prisión para la mayor parte de los encausados: seis años de prisión para Blesa, cuatro años y seis meses para Rato y cuatro años para Moral Santín. Confiemos en que la justicia les haga comprender que han dejado de ser intocables.


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