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Opinión / Tribuna

Albañiles digitales

Por Eduardo Azanza

Con motivo de los fondos europeos que van a llegar a España, el autor reflexiona sobre el nuevo perfil laboral y de talento que debe generar el país para aprovechar mejor toda esta gran inversión.

Un mujer sobre líneas de código de programación.
Un mujer sobre líneas de código de programación.

Según Eurostat, España, lidera tristemente el ranking de desempleo juvenil en Europa con un 39,6% de parados. 

Un 10% de las ofertas de empleo no se cubren y España tiene una carencia aproximada de 100.000 profesionales digitales. 

España recibirá 140.000 millones de euros, durante 2021, 2022 y 2023.

Durante el periodo 2014-2020, España sólo ha gastado el 34% de los 55.000 millones que la UE le había asignado; países teóricamente menos necesitados, como Holanda, han llegado a un porcentaje de ejecución del 61%.

En el nuevo periodo, a los fondos Next Generation hay que sumar el resto de fondos estructurales, por lo que nos encontramos que el país recibirá en 5 años, unos 200.000 millones de euros por parte de Europa. 

Los titulares anteriores se pueden leer por separado, o ponerlos juntos, y reflexionar - para actuar rápida y enérgicamente - en abordar la oportunidad histórica que tiene nuestro país de cambiar su rumbo en un quinquenio. 

Gran parte de los fondos Next Generation están destinados a impulsar la Transformación Digital, binomio indisoluble y repetido por doquier en estos días. Definida de forma muy simple la Transformación Digital es el proceso de dotar a las empresas y Administraciones Públicas de la capacidad de desplegar nuevos productos y servicios, basados en un activo inmaterial que es el Software. La Transformación Digital no consiste en comprar ordenadores, ni de construir edificios ni observatorios de la misma, sino de poder dotar al país de la capacidad de crear de forma masiva, Software de calidad, que se pueda vender, implantar, desplegar y mantener de forma sencilla a nivel global. El Software es una palanca de creación de empresas, negocio, trabajo, impuestos y por lo tanto riqueza para mejorar nuestro país en las próximas décadas, para dar oportunidades de valor a nuestras jóvenes generaciones. 

La creación de Software requiere de personas con diferentes habilidades y formación. Si vamos a tener disponible un presupuesto enorme para la creación del mismo, ¿quién se va a encargar de su fabricación? La realidad que tenemos hoy, es que en este momento, no hay personas suficientemente capacitadas en nuestro país para poder afrontar el reto de la ejecución del plan. 

La oportunidad 

Hagamos un número rápido, ‘contra la intuición, ¡ecuación!’: Si España va a recibir 200.000.000.000 € en 5 años (es mejor ponerlo con números, para darse cuenta de que hay calculadoras que hace unos años no eran capaces ni de procesarlos), suponen 40.000 millones de euros cada año. Suponiendo que la mitad se podría destinar a la Transformación Digital, son 20.000 millones de euros/año durante cinco años. 

Recordemos que la característica fundamental del Software es que para crearlo necesitamos personas, y eso es una gran noticia: llevamos viendo muchos años la deslocalización de las empresas y pensando cómo crear yacimientos de empleo para nuestro país. Tenemos ante nosotros la mayor oportunidad histórica de hacerlo del último siglo. 

Siguiendo con los números, esos fondos tendrían capacidad para pagar salarios de 36.000 € (un 50% más alto que el salario medio en España) de más de 416.000 nuevas personas durante cinco años, dedicados a la transformación digital. Para que el número les salga, no se olviden añadir un 30% adicional de cargas sociales que la empresa añade al sueldo bruto de cada trabajador (unos 12.000€ en este caso). 

Debemos recordar que actualmente hay un déficit de trabajadores formados en estos ámbitos, y por lo tanto, no habría personas suficientes para desempeñar esos trabajos y usar los fondos, por lo que estamos ante tres enormes riesgos: no ser capaces de ejecutarlos, dedicarlos a la creación activos sin valor (rotondas digitales en medio de Los Monegros) o, directamente, un mal uso de los mismos. 

‘Albañiles Digitales’ 

Al igual que un edificio requiere de albañiles, encofradores, especialistas de gremios (fontaneros, electricistas, etc), aparejadores, arquitectos y toda una infraestructura administrativa, de ventas, compras, así como regulatoria por parte de la Administración, no se puede pretender construir la Transformación Digital únicamente con unos pocos Arquitectos y Aparejadores, entregándoles miles de toneladas de ladrillos y cemento para que los coloquen: 

España necesita formar a la mayor cuadrilla de ‘Albañiles Digitales’ de su historia. 

Como es lógico, en la creación de nuevas tecnologías se requieren perfiles de diferente preparación académica: desde técnicos básicos, pasando por técnicos de FP, hasta ingenieros y doctores, siendo todos ellos necesarios, y con unas condiciones de retribución muy importantes en el mundo digital. Nuestras universidades y centros formativos tienen la demostrada capacidad de generar esos conocimientos y perfiles. Eso es un hecho por su desempeño en el país, y para los más escépticos, por la demanda que nuestras personas tienen fuera de nuestras fronteras. Los centros de formación establecidos deben centrarse en atraer más personas hacia este tipo de formación, romper mitos sobre su dificultad y generar vocaciones tecnológicas desde edades tempranas. En ese empeño, debemos colaborar también las empresas tanto en el liderazgo tecnológico y empresarial a nivel mundial, como en otras acciones con la sociedad que nos rodea. A título de ejemplo, se puede poner desde nuestro pequeño ámbito navarro, la creación de la Fundación LuzIA, ya en su segundo de año de funcionamiento, en la que, colaborando con Colegios, se está formando a niñas y niños de la ESO en la creación de software y la formación en Inteligencia Artificial. 

Estas acciones, tendrán resultados positivos en un plazo temporal medio de 5-10 años, pero no es suficiente, se necesitan más, y más contundentes, acciones para dotarnos de toda la capacidad productiva necesaria. 

Un plan...que requiere esfuerzo...y generosidad 

La preparación de un ‘albañil digital’ puede tomar seis meses a tiempo completo, y un año a tiempo parcial, para poder acometer proyectos básicos como desarrollador en las tecnologías básicas requeridas en la mayoría de los proyectos de creación de software (Javascript, HTML, CSS, python, Node, react, SQL, etc..). 

Estos perfiles, muy específicos en sus destrezas al principio, conforme adquieran experiencia, podrán seguir su camino formativo de forma vertical y horizontal llegando a doctores en informática unos, a expertos “encofradores digitales’ otros y excelentes albañiles, los más. 

España dispone, además de los centros docentes reglados, de una red enorme de centros de formación, muchos de ellos operados por sindicatos y asociaciones empresariales, que tienen los medios y la experiencia de organizar cursos de formación y, a los que dotándolos de los docentes adecuados, deben ser otro de los tractores de un plan de formación de estas características. 

Otra de las grandes ventajas del software es que para su aprendizaje y ejecución, no es necesario desplazarse físicamente, y la creación de valor se puede realizar con una inversión de 150€ y una conexión a internet, lo cual permite romper cualquier barrera de accesibilidad y ser absolutamente inclusivo para todas las capas de la sociedad. 

El problema más importante que se plantea es la escasez inicial de formadores. Éste sólo puede resolverse pidiendo el esfuerzo extra de profesionales y docentes ya formados, para que dediquen tiempo adicional a sus jornadas laborales, para formar a ‘albañiles digitales’, esfuerzo que debe ser generosamente recompensado. 

Un resultado colateral y no menos importante, es resolver el reto de que el talento y la riqueza se quede y distribuya a lo largo y ancho de nuestro país, aprovechando el magnífico entorno natural que nos rodea. Las Administraciones Públicas deben ser generosas y apoyar el teletrabajo y la creación de empresas y empleo alejada de los grandes centros urbanos, alejándonos de luchas de taifas por lo pequeño, cuándo podemos tener un objetivo mucho más ambicioso en un marco de trabajo común: La creación de puestos de trabajo de calidad debe ser el eje estratégico de cualquier país, porque de él se derivan todos los beneficios y derechos sociales que pedimos como ciudadanía. 

Un plan de estas características, requiere de un esfuerzo ingente de todos y cada uno de nosotros. No podemos pretender que cambios profundos se puedan realizar viendo series, y dejando a los demás que realicen el esfuerzo. Requiere ‘sudar la camiseta’, ilusión, generosidad y convencimiento de que la tarea tendrá la recompensa justa y merecida. 

En la oportunidad histórica que tenemos delante, España puede ser espectadora o protagonista de un cambio que nos haga despertar la ilusión por crear un lugar mejor para nuestras futuras generaciones. 

Nuestro lema de las 3T’s de Tecnología, Talento y Trabajo, nos gustaría que fuera el del país en el que vivimos en los próximos años. 


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