Crear problemas para después ofrecer soluciones. Este método, también llamado 'problema-reacción-solución', es una de las más antiguas estrategias de manipulación política y mediática.
- viernes, 19 de abril de 2024
- Actualizado 09:00
Crear problemas para después ofrecer soluciones. Este método, también llamado 'problema-reacción-solución', es una de las más antiguas estrategias de manipulación política y mediática.
Consiste en crear un problema artificial para originar una determinada reacción con el fin de adoptar una solución predeterminada.
Este periódico ha adelantado que el Gobierno de Uxue Barkos en alianza con Bildu, Podemos e Izquierda-Ezquerra, ha comenzado el envío masivo a funcionarios navarros para preguntarles si, en el futuro, estarán "en disposición de atender en euskera". De esta forma el Ejecutivo de foral comenzará a elaborar las primeras listas internas para conocer el nivel y grado de conocimiento del euskera en la Administración Pública para tratar de implantarlo y extenderlo, tal y como recogen los objetivos del cuatripartito.
En este sentido, el Gobierno quiere que los directores de los centros de salud de Navarra sean los que pidan a los funcionarios, médicos, enfermeras y administrativos que rellenen la encuesta sobre su conocimiento de euskera y su intención de aprenderlo en el futuro.
La atención en euskera en los centros de salud es un problema inexistente o, cuando menos, residual y artifcial, en comparación por ejemplo con el problema de las listas de espera o el retraso que padecen los ciudadanos para ser atendidos. Pero desde el comienzo de la legislatura, el Gobierno de Barkos ha puesto sobre el tapete las cuestiones identitarias y, sobre todo, una ofensiva por euskaldunizar Navarra.
El resultado que ofrecerán las encuestas sobre el nivel del conocimiento del euskera por parte de los funcionarios resulta previsible, pero más aún lo será la solución del cuatripartito: potenciar y priorizar el conocimiento del vascuence para el acceso y promoción en la administración. Los sindicatos públicos deberán estar en guardia para que, con la excusa del conocimiento del euskera, nadie caiga en la tentación de crear listas negras de funcionarios.
