El vicepresidente del Gobierno de Navarra escoge en libertad una educación para su hija que su propio Gobierno persigue y ataca.
- jueves, 25 de abril de 2024
- Actualizado 13:17
Este periódico publicó el domingo una información que no debería tener ningún interés sobre el colegio que el vicepresidente Javier Remírez escoge para la educación de su hija.
Sin embargo, la noticia es de absoluta trascendencia, al demostrar que los socialistas navarros en el poder actúan en su vida privada de forma absolutamente contraria a la que tratan de imponer al resto de ciudadanos, en una incoherencia difícil de mantener, salvo que sea por permanecer en el poder a cualquier precio.
Javier Remírez escogió en libertad matricular a su hija en un colegio de educación diferenciada, con sólo chicas en su clase. Fue una decisión personal, libre y respetable. La educación diferenciada es plenamente legal, consigue grandes éxitos educativos y está avalada por el Tribunal Supremo y el Tribunal Constitucional. Decenas de países occidentales la tienen en su sistema escolar e incluso escuelas públicas ofrecen este modelo con absoluta normalidad.
Las familias, como la de Javier Remírez, tienen derecho a escoger la educación que consideren más apropiada para sus hijos sin que los gobiernos o las administraciones se inmiscuyan en uno de los temas más sagrados para unos padres como es la formación de sus hijos.
Por este motivo, no podemos permanecer impasibles ante la sectaria actuación de los socialistas, en España y en Navarra, que tratan de coartar la libertad del propio Javier Remírez y del resto de familias, que escogen con libertad el colegio que consideran mejor o más apropiado para sus hijos.
No se trata en este caso de un asunto de libertad de conciencia, como en otros supuestos, ya que lo que pretenden los socialistas es precisamente impedir que se escoja con esa libertad que pertenece a cada núcleo familiar.
Javier Remírez forma también parte de un Ejecutivo que ha comenzado una cruzada inexplicable contra cientos de familias de Navarra, a las que se les amenaza con retirar el concierto educativo con su colegio por no ser del agrado del Gobierno nacionalista, el formado por Chivite, el PNV y EH Bildu.
Defendamos a Javier Remírez de Javier Remírez, tiene derecho a escoger el colegio que quiera para su hija sin que el Gobierno de turno le persiga, le señale o le estigmatice por el sectarismo político del Gobierno de turno.
La libertad de educación debería ser un tema blindado y respetado por todos los partidos, sea educación diferenciada, religiosa, laica, en un idioma o en otro. Los padres en Navarra tienen que tener satisfecho su derecho a escoger el centro que consideren y no deben sufrir o padecer al albur de las decisiones de los partidos.
Javier Remírez merece nuestro aplauso y reconocimiento por escoger con libertad el colegio de su hija y, desde este medio, al contrario de lo que encontrará entre sus socios de Gobierno, recibirá siempre todo el apoyo para que así sea y no tenga que cambiar de centro ni modificar nunca sus ideas para educar a su hija.
Es una cuestión de dignidad. Es una cuestión de libertad.
