• jueves, 28 de marzo de 2024
  • Actualizado 13:32

Opinión /

Bildu defiende en tromba a la policía que no actuó contra su concejal

Por Editorial

Ediles de la formación radical abertzale minimizan el atropello y atacan a la prensa
 

En tromba. Concejales de EH Bildu salieron ayer a defender a capa y espada, contra viento y marea, a los agentes de la Policía Municipal de Pamplona que, saltándose el protocolo interno, no realizaron el control de alcoholemia a su compañera Maider Beloki tras haber atropellado a dos octogenarios –uno de ellos ingresado en el hospital con fractura de pelvis– la noche del 31 de diciembre.

Conforme más se esfuerzan los ediles de la formación radical abertzale en defender la actuación policial, mayores son las sospechas de trato de favor hacia Beloki.

En el colmo de la desvergüenza, el concejal Joxe Abaurrea señaló que no se le hizo la etilometría a su compañera porque hubiera sido "una invasión a la intimidad" de la edil. Si para Abaurrea resulta una invasión de la intimidad practicar una prueba a un conductor tras un atropello, no sabemos qué opinión tendrá al respecto de los innumerables controles de alcoholemia aleatorios que se llevan a cabo de forma preventiva por todos los cuerpos policiales.

En plena campaña navideña contra la conducción bajo los efectos del alcohol, las palabras de Abaurrea rechinan con estrépito. Tamaño despropósito solo puede obedecer a un intento desaforado de dar la cara por los agentes municipales actuantes que infringieron el protocolo.

En el colmo de la indignidad, sobre el accidente y las lesiones de la mujer de 82 años que permanece ingresada con una rotura de la pelvis, Abaurrea dijo que eso es algo "menor y sin relevancia".

La importancia y las consecuencias de las lesiones originadas por la edil Beloki se dilucidarán bien en un juicio penal, si los hechos son constitutivos de un delito de lesiones por imprudencia grave o menos grave, bien en un juicio en el ámbito civil, por los daños y perjuicios originados por el atropello. Pero en todo caso, será un juez, y no el concejal Abaurrea, quien sentenciará si eso es "algo menor y sin relevancia".

Pero el esperpento protagonizado ayer por los ediles de EH Bildu no quedó ahí. En su intervención en una comisión, el concejal delegado de Seguridad Ciudadana, Aritz Romeo, no solo volcó todos sus esfuerzos en defender la actuación de los agentes actuantes, sino que, al más puro estilo batasuno, anunció que se abrirá una investigación sobre la filtración de la información y advirtió a los periodistas de que “se realizará una investigación sobre la actuación de algunos medios de comunicación”.

Abaurrea, por su parte, tildó a los medios, como este que adelantó la noticia en exclusiva, de “caverna mediática”. Al más puro estilo totalitario.

Y, a todo esto, brillan por su ausencia las manifestaciones sobre lo ocurrido de los grupos que sustentan con su apoyo al alcalde y su equipo, que por las justas se atrevieron ayer a opinar, en voz baja, en la comisión sin mojarse lo más mínimo mientras UPN y PSN, con sus portavoces Maya y Esporrín, dieron un ejemplo de sensatez, elegancia y educación ante la agresividad de los radicales de Bildu

Ni Geroa Bai, ni Aranzadi –la marca de Podemos en el Ayuntamiento–, ni Izquierda-Ezquerra se han pronunciado al respecto. Hay ocasiones en las que el silencio se asocia, sencillamente, con la complicidad.


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