• viernes, 19 de abril de 2024
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Opinión / Periodista, aficionado al cine y las series.

Etarras al borde de un ataque de nervios

Por David Gracia

'Fe de etarras' se aleja de su controvertida campaña promocional para revelarse como una divertida sátira de las obsesiones identitarias.

Fotograma de la película Fe de etarras, del director Borja Cobeaga para la plataformade vídeo bajo demanda Netflix
Fotograma de la película Fe de etarras, del director Borja Cobeaga para la plataformade vídeo bajo demanda Netflix.

“¿Qué ciclista español ha ganado cinco veces seguidas el Tour de Francia?”.”¿Español? Eso no lo ha hecho ningún español”. Así arranca uno de los gags más divertidos de 'Fe de etarras', la comedia sobre la banda terrorista que Netflix acaba de estrenar en el Festival de San Sebastián después de una polémica campaña promocional.

Una vez vista la cinta, puede decirse que resulta más controvertida cualquier película de Pajares y Esteso que esta sátira sobre cuatro presuntos terroristas encerrados en un piso franco a la espera de recibir órdenes para atacar.

'Fe de etarras' no se burla ni de víctimas ni de verdugos y, al contrario, sabe reírse de las obsesiones identitarias. El director Borja Cobeaga y el guionista Diego San José son expertos en la materia, como ya demostraron con el programa de ETB 'Vaya semanita' o escribiendo la taquillera cinta 'Ocho apellidos vascos'.

Cobeaga y San José son capaces de situarse en una coordenada equidistante desde la que logran hacer humor de todo y de todos. ¿Un manchego puede hacerse independentista vasco? ¿Todos los vascos son etarras? ¿Y todos los españoles, fachas? ¿Y los musulmanes guardan bombas en casa? 'Fe de etarras' reparte estopa a diestro y siniestro, y también un buen puñado de carcajadas.

Al contrario que la saga de 'Ocho apellidos...', esta nueva cinta se aparta de la metralla de chistes sin desenfreno y busca un humor que emana de la situación. De ahí la importancia de ambientar la película durante el verano de 2010, con la selección española a punto de ganar el Mundial de fútbol.

Mientras la exaltación patriótica les va cercando, estos cuatro derrotados personajes tratan de mantener una huida hacia adelante que está plagada de momentos de patetismo. En este sentido, resulta memorable la escena con una bandera española como telón de fondo o el clímax en plena final entre España y Holanda.

A diferencia de lo que se podía pensar, 'Fe de etarras' no es ni mucho menos la película más 'política' de Cobeaga o San José, que han firmado trabajos mucho más situados en el filo de la navaja como 'Negociador', sobre las conversaciones mantenidas entre el Gobierno de España y ETA en 2005, o el episodio de televisión 'Aupa Josu', protagonizado por un consejero de Agricultura del Ejecutivo vasco que se propone acabar con la banda terrorista.

El final de la película sorprende y apunta a ese camino de alejarse de cualquier lectura política y abrazar la comedia de lo cotidiano. Aunque eso será algo que pueda juzgar cada espectador a partir del próximo 12 de octubre, cuando Netflix estrene en todo el mundo 'Fe de etarras'.


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