• viernes, 19 de abril de 2024
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Opinión / Fue director del Observatorio Internacional de Víctimas del Terrorismo (OIVT) de la Fundación San Pablo-CEU.

Sorpasso

Por Cayetano González

Va a ser una de las palabras más repetidas de aquí al 26 de junio, fecha en que los españoles que quieran podrán volver a votar merced a la incapacidad, de unos más que de otros, que han demostrado los dirigentes políticos para ponerse de acuerdo tras los comicios del pasado 20 de diciembre. 

Y el posible sorpasso de Podemos al PSOE será una de las principales incógnitas que no quedarán despejadas hasta que en la noche de ese último domingo de junio se abran las urnas y se cuenten los votos.

El que no debe de tener demasiadas dudas acerca de lograr el sorpasso es Pablo Iglesias, porque ha quedado acreditada a lo largo de estos cuatro últimos meses su escasa o nula voluntad de pactar con el PSOE y/o Ciudadanos para facilitar lo que vino a denominarse el gobierno del cambio. Parecería un poco suicida que el líder de Podemos haya desaprovechado esa oportunidad de tocar poder para ahora, en la repetición de las elecciones, volver a quedar terceros, por detrás de los socialistas.

Lo primero que tendrá que conseguir Iglesias es un acuerdo con Izquierda Unida que les permita ir juntos a estas nuevas elecciones y de esa manera aprovechar en su favor el millón de votos que el 20-D tuvo la formación política que lidera Alberto Garzón. Pero tampoco ese acuerdo garantiza el sorpasso al PSOE, aunque es posible que por la famosa ley d'hont, lo favorezca. En cuanto a los socialistas, el escenario de ser superados por Podemos y perder la hegemonía en el campo de la izquierda que viene ejerciendo desde la transición política sería sencillamente demoledor, no sólo para su actual líder sino para el propio PSOE.

Y no dan los de Pedro Sánchez, en estos primeros días transcurridos desde que el Rey confirmara tras su tercera ronda de consultas que no había candidato a la investidura, señales de estar centrados en mantener no sólo esa hegemonía en la izquierda sino de mejorar los resultados que obtuvieron el 20-D y que fueron los peores que el PSOE ha obtenido desde las primeras elecciones de 1977. Los socialistas han sido noticia en estos últimos días por las bajas en las listas electorales de personas como Carme Chacón o Irene Lozano, o por las disputas internas en torno al lugar que debería ocupar en ellas quien fue el principal rival de Pedro Sánchez en las primarias para elegir secretario general, Eduardo Madina.

Con ese tipo de quitas internas el PSOE va a tener muy difícil retener en torno a sus siglas a votantes que hubieran querido ya un gobierno de izquierdas en España y que a lo mejor piensan que en estos momentos, el voto útil de la izquierda es a la coalición Podemos-IU. Sin duda esta será una de las cuestiones más importantes que se dilucidarán el próximo 26-J. El PSOE está todavía a tiempo de reaccionar.


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