• jueves, 28 de marzo de 2024
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Opinión / Fue director del Observatorio Internacional de Víctimas del Terrorismo (OIVT) de la Fundación San Pablo-CEU.

El resistente Sánchez

Por Cayetano González

Habrá que reconocerle al actual secretario general del PSOE una capacidad de superar las dificultades y los obstáculos puestos en su camino por propios y ajenos -más de los primeros que de los segundos- fuera de lo común.

De haber cosechado el pasado 20 de diciembre los peores resultados electorales del PSOE desde la transición política, ha pasado en tan solo setenta días a someterse este martes en el Congreso de los Diputados a la Sesión de Investidura como Presidente del Gobierno.

Muchos daban por muerto a Pedro Sánchez en las horas y en los días posteriores al 20-D. Todas las miradas se volvieron entonces hacia Susana Díaz para comprobar si la Presidenta de la Junta de Andalucía daba un paso al frente, cogía el primer  AVE  de Sevilla a Madrid y se presentaba en la calle Ferraz para hacerse con el timón de la nave socialista.

Pero tras un Comité Federal tormentoso a finales de diciembre, donde los barones regionales con más peso en el partido le delimitaron el campo de negociación a Sánchez -no sentarse a negociar con Podemos sin que antes el partido de Pablo Iglesias renunciara al referéndum en Cataluña- el líder socialista ha conseguido un pacto con Ciudadanos, que si bien no le sirve desde el punto de vista aritmético para asegurar su investidura, si tiene la virtualidad política de poder presentarse ante la opinión pública como alguien con capacidad de negociación y de llegar a acuerdos con partidos políticos diferentes.

Bien es cierto que en esa tarea, Sánchez ha tenido un aliado inesperado que no ha sido otro que el actual Presidente del Gobierno en funciones y líder del PP, Mariano Rajoy. Cuando este declinó el pasado 22 de enero el ofrecimiento que le hizo el Rey para ser el primero en someterse a la investidura, abrió una puerta que el líder del PSOE ha sabido aprovechar con gran habilidad y astucia.

Lo que pueda pasar en este primer intento de investidura de Sánchez que comienza este martes, está todavía por ver. Si no sale investido, que es lo más probable, en segunda votación, se abrirá un periodo de dos meses como máximo, en el que el líder del PSOE lo seguirá intentando, para lo que será imprescindible que se gane el apoyo de Podemos y de otros partidos de izquierda, como IU o Compromís. Imposible no es.

Y desde luego, el margen de maniobra que tiene Sánchez es infinitamente superior que el de Rajoy porque con este, al menos de momento, nadie quiere pactar. Podrá seguir repitiendo hasta la extenuación que ha ganado las elecciones al ser la lista más votada, pero para ser Presidente del Gobierno necesita más apoyos que los que le dan sus 122 diputados. Y a día de hoy, las posibilidades se reducen a dos: o Sánchez consigue ser investido o, sino, el 26 de junio habrá nuevas elecciones.


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