El INE confirmaba esta semana con datos de la Contabilidad Nacional que la economía habría crecido en 2016 un 3,2 por ciento y avanzaba que este primer trimestre el PIB podría cerrar en torno al 0,7 por ciento de aumento.
Está claro que la economía española sigue avanzando a velocidad de crucero.
De hecho, algunos analistas han aumentado sus previsiones para el cierre de 2017. Y eso a pesar de que las incertidumbres siguen ahí.
Está sin cerrar el Brexit, no está clara aún la política económica de Trump, hay muchos procesos electorales muy importantes para la UE y para España como Francia y Holanda (menos preocupantes las elecciones en Alemania).
Parece de todas formas que cada día que pasa esas incertidumbres van disminuyendo a tenor de las cifras que se van conociendo. Por ejemplo, la economía del conjunto de la Unión Europea está en máximos de 6 años.
Pero es que además del dato del PIB de 2016, se han sabido esta semana las cifras del mercado de trabajo del mes de febrero. Los datos de cotizantes han sido espectaculares para un mes de febrero. Más de 74.000 cotizantes nuevos a la Seguridad Social. No se veía un dato parecido desde 2008.
También mejora sustancialmente la contratación indefinida. Otros datos conocidos han sido el crecimiento del sector servicios que ya lo hace 29 meses seguidos; el aumento en enero en casi el 14 por ciento del gasto de los turistas; la caída en casi un 30 por ciento de las ejecuciones hipotecarias, del 5,3 por ciento de las demandas de despido y del 6,4 por ciento de los desahucios el año pasado.
Verdaderamente si a estas cifras le añadimos los récords de exportación y el superávit de la balanza exterior, ahora sí se puede decir que la economía española crece y lo hace sobre bases sólidas, distintas completamente a las de otras crisis.
Como señala Domingo Soriano en EsRadio, esta crisis sí que ha servido para limpiar, para hacernos más competitivos y más fuertes. Ahora, las reformas no pueden parar.
Hay sectores, como la estiba, que tienen que liberalizarse y modernizarse. En este caso, para que los puertos de España sean también más competitivos y puedan ganar cuota de mercado.
Hay que revisar el sistema público de pensiones, pero también y rápido la financiación autonómica y el sistema impositivo. Exprimir a empresas y familias no es lo mejor, cuando seguimos necesitando inversión, ahorro y consumo.
