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Opinión / El zurriago de Oteyzerena

Barkos y el artículo 155

Por Carlos Jordán

Los partidos nacionalistas apoyaron incluir el delito de sedición en la reforma del Código Penal en la reforma del año 1995. 

GRA144. MADRID, 20/01/2017.- La presidenta de Navarra, Uxue Barkos, durante su intervención hoy en el acto institucional de Navarra en el Feria de Turismo FITUR. EFE/Fernando Villar
Uxue Barkos junto al tuit que publicó para criticar la prisión para los dirigentes catalanes que violaron la ley. EFE

Desde que volví a Twitter hace unos días se me hace muy presente el politólogo Asaiah Berlin por su concepto de la libertad y sus ideas sobre el dogmatismo ideológico. Reconozco que es un autor que me encanta porque alinea los conceptos de libertad con los de Hobbes, Popper y Mills. Libertad, que bonito palabro y que alegremente se usa estos días.

¿Qué decía Asaiah para que mi mente recurra a él estos días? Defendía la libertad como dos conceptos en conflicto, por un lado la libertad positiva en la que el individuo es dueño absoluto de sí mismo en cuanto a voluntad y destino y la libertad negativa siendo esta la ausencia de una coacción externa que limite la voluntad del individuo. Y de ese conflicto entre libertades aparece la ley, de la necesidad de restringir la libertad negativa por el interés de preservar la libertad positiva del individuo social.

Esa ley, sólo puede surgir de un diálogo entre ambas libertades. Y no lo digo como un imperativo que pretende reafirmar una opción más válida que otra, si no reafirmando que ese diálogo surge de manera inevitable y natural. En el congreso, senado, parlamentos autonómicos y sesiones de gobierno. Por lo que llegados a este punto, todos me reconocerán que sólo la ley es democracia y diálogo.

Y puesto que un individuo ignorante no tiene libertad de acción pues está coaccionado por las malas informaciones que le brindan personas como Uxue Barkos, Otegi o Puigdemont, es importante que se cuente las cosas como son en realidad. ¿Y como son en realidad? Déjenme que se lo cuente.

El 6 de diciembre de 1978 se aprobó en referéndum la Constitución española con un resultado entre las comunidades cuyos representantes ahora la repudian por la aplicación del artículo 155. Han llegado decir cosas como “el PNV no pone en cuestión la unidad de España”, pero que abogaban por la abstención ya que “no recoge el sentido con el que el PNV entiende que podría configurarse un modelo de Estado sobre la base del reconocimiento de los derechos del pueblo vasco, que no se reflejan satisfactoriamente, a nuestro modo de ver, en esta Constitución. Nuestra postura no pone en cuestión todos los aspectos positivos que tiene y que quizá con el no se pondrían en entredicho” dicho por Xavier Arzallus y Carlos Garaicoechea respectivamente el día de su aprobación en el congreso el 31 de Octubre de 1978.

Por el contrario CDC votó a favor en base a lo que el entonces diputado Jordi Pujol dijo “Una vez superado el primer trámite en el Congreso resonaron tiempos y voces del pasado. Eso dio a entender al país que ciertos planteamientos de pura utopía, basados en la insolidaridad, no pueden tener cabida. No solamente porque no serían viables, sino porque pudieran dar lugar a reacciones enormemente negativas. Todos hemos cedido y todos hemos conquistado algo.”

De lo que entendemos que la Constitución les era agradable en cuanto a derecho, por lo que el artículo 155 no les causaba el rechazo que les causa ahora a sus descendientes. ¿Tienen sus sucesores en mente protegerse de futuros delitos en Navarra y Comunidad Autónoma Vasca? Puede que si ya que el pasado Jueves Iñigo Urkullu decía en Quebec que aspiraba a que Euskadi fuese reconocida por Europa cómo una realidad nacional con el mapa de EuskalHerria como referencia territorial.

Del mismo modo y en fechas mucho más recientes, en 1995 se aprobó la reforma del código penal con referencias en el texto tales como “no hay condena sin dolo ni imprudencia” y se incluyeron los delitos de sedición y de prevaricación. Por aquel entonces el ministro Belloch calificó como “un día histórico por culminar con una negociación democrática sobre un código penal español.” Así como el socialista Javier Barrero expresó “que el Código Penal protege los valores constitucionales de la libertad, la solidaridad y la igualdad.”

Y aquí es donde se desmienten las declaraciones de Barkos, Puigdemont y compañía, porque esta ley fue aprobada por el voto a favor del PNV, CDC, ERC e IU y con la sola abstención del PP.


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