• jueves, 18 de abril de 2024
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Opinión / Como periodista lleva ejerciendo desde los 18 años en que comenzó en el diario Pueblo. Ha trabajado después entre otros medios como Mundo Obrero, Tiempo, El Globo y la Cadena Ser.

No utilizar el nombre del Rey en vano

Por Antonio Pérez Henares

El pacto de PSOE con Ciudadanos tras haber sido estrepitosamente derrotado, y por dos veces, en las sesiones de investidura solo tiene una misión y una función. 

Ya no es de Investidura, ni hay encomienda Real alguna, caducó, ni aún menos de Gobierno. López, mal que le pese, ha ido hoy a Zarzuela a decirle al Rey exactamente lo contrario. La misión de proseguir encollerados es seguir con la ficción de que la posibilidad de la presidencia de Sánchez sigue viva, y ellos en la pasarela, y su función esencial es desvirtuar las elecciones y "presentarse" como primera fuerza política bloqueando a quien si obtuvo tal condición en las urnas.

Es un Pacto de Bloqueo e impedir que el PP y Mariano Rajoy intente siquiera iniciar conversaciones para formar gobierno es el punto primero de su hoja de ruta. El segundo, todavía más osado, es, con los mismos mimbres, convencer al Rey de que vuelva a encargar a Pedro o a Albert, que eso no hay que descartarlo tampoco, ¿si los votos no tienen mucha importancia por qué no puede ser presidente el 4º?.

La jugada es la misma y repetida por Sánchez en lo primeros compases. Bloqueó cualquier posibilidad ya no de acuerdo sino de dialogo y luego soy yo quien te acuso de tapón. Cuando de manera sincera el Presidente en funciones comunicó que carecía de los apoyos suficientes, por la muy precisa razón de que él se los negaba, se apresuró a ofrecerse y a pasearse luego como pretendiente. Pero cuando la primera pareja, Podemos, amen de suscitar rechazo en la familia socialista, salió pidiendo boda, vivir en la casa, la Moncloa, y régimen de gananciales giró hacia el otro costado y anunció unos esponsales que no tuvieron dote mínima. Ahora frustrado el enlace y para proseguir la pantomima se ha resuelto tornar a las andadas, pero en esta ocasión ya en pareja, encollerados. O sea, al bloqueo del partido más votado y a echar al otro la culpa de ser el muro, cuando es uno mismo quien ha puesto el tabique. Muy jaleado todo hasta por los costados más inauditos y los apoyos más contrarios, por una vez unidos Pedro, J. Federico y el País, cocinando cada día una encuesta cataplasma al servicio de la causa.

Pura táctica política, aceptable por supuesto, pero que en esta ocasión puede causar un daño colateral muy peligroso. Porque, y ya hay que decirlo, la utilización de la figura del Rey y sus atribuciones constitucionales en la batalla empieza a ser preocupante. Comenzó con la consigna, repetida por el PSOE y luego enfervorizadamente convertida en propia por Rivera, de que Rajoy le había dicho No. Y era y es una mentira por mucho que goobelsianamenete se repita. Rajoy fue honrado y le dijo la verdad. Que carecía de apoyos pues Sánchez se los había negado y se negaba hasta a tomar café con él. En verdad, si alguien faltó a ella bien pudo ser Sánchez que sí le dijo que los tenía, para pasearse durante un mes largo como "Encomendado" y a las pruebas del resultado me remito.

El punto más extremo de esta utilización de la persona de don Felipe VI lo protagonizó Albert Rivera cuando en la última sesión de las Cortes y autoerigido intérprete o defensor o no se sabe bien de la Corona, acusó a Rajoy de "poner en jaque el papel institucional del Rey". Algo extremadamente grave y que en nada se sustenta. ¿Por qué? ¿Por haberle sido sincero?.

Pero no parece que vaya a cejarse en tal empeño y ya ha salido su collera Sánchez advirtiendo, y el advertido no es otro que el propio Rey, en primera página del periódico de cabecera, que no puede ser candidato, y por tanto no puede ser para ello designado, quien no sume más de los 130 escaños que el mas Rivera tienen. O sea, marcándole a don Felipe que debe o no hacer. O él, o ellos, derrotados en las elecciones, 2º y 4º y en el Parlamento con un 63% de votos en contra, o nadie.

El Pacto de Bloqueo no es otra cosa que un intento de instrumentalización del mismo sobre las instituciones y en ese sentido lo que pudo parecer y a muchos parecido, entre ellos a mi mismo, una exageración de Rajoy puede comenzar a tener sentido. Si de lo que se trata es de pretender instrumentalizar en beneficio partidista y personal -y ojo con la presidencia del Congreso- las instituciones del Estado, eso significa corromperlas.

Así que será mejor que dejen de sobar al Rey y de utilizar su nombre en vano. Y si por parte de los socialistas y por ciertos lugares dejan también de contribuir a que lo descabecen en imagen como hacen por Cataluña, mejor todavía.

PD. Del recorrido y consecuencias que pueden derivarse de la collera PSOE-C's para el próximo mañana y el inexorable futuro electoral habrá que hablar largo y tendido. Quizás el tiro pueda salir por la culata. Más por la de Rivera que por la de Sánchez, aunque el abducido Girauta ni se entere. Las declaraciones de ayer del socialista demuestran hasta qué punto. De una tacada se apropia de los votos y parlamentarios de Ciudadanos como suyos: "Quien tiene que convocar soy yo y no Rajoy porque tengo más escaños".


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No utilizar el nombre del Rey en vano