Manifestación contra el PSN

La asociación Vecinos de Paz de Berriozar y Desolvidar (Patxi Mendiburu) han convocado una manifestación este sábado 22 de junio para protestar por las maniobras políticas de María Chivite, que acepta así en la mesa de negociaciones a Bildu y da la presidencia del Parlamento de Navarra a un nacionalista de Geroa Bai.

Como es lógico, la indignación aflora en los acontecimientos, y este es uno, aunque pudiera haber sido previsto. María Chivite pudo haber dicho lo que fuera en el pasado, pero cada uno debe responder de su afiliación: María Chivite pertenece al partido de Pedro Sánchez (y, antes, de José Luis Rodríguez Zapatero). Es decir, el partido que permite que Bildu se pueda presentar a las instituciones democráticas. Bildu es el partido de Otegi, pero hay cosas que por haber sido mil veces repetidas (o porque hay una especie de anestesia inducida) parece que se olvidan. No sé qué credibilidad puede tener el PSOE a estas alturas, y con su historia reciente en la mano no sé si no debe calificarse como una irresponsabilidad creer al PSOE.

Frente a esta manifestación de este sábado hay quienes piensan que las elecciones acaban de producirse y que el pueblo ya hablado: se sabía perfectamente que el PSOE está dispuesto a negociar con Bildu. O tal vez no se quería ver, pero en todo caso, cada uno es responsable de su ceguera voluntaria.

Pedro Sánchez ha gobernado estos meses con Bildu, entre otros extremistas radicales, independentistas, comunistas y jaleadores de los desórdenes públicos y de etarras que salen de prisión.

Al equipo provincial de Vox Navarra llega la noticia de esta convocatoria y llegan los argumentos en pro y en contra de la manifestación, ofrecida a la ciudadanía, no a partidos políticos. En todo caso, sí quisiera subrayar que aquí, en opinión estrictamente personal, no está el problema: el problema no es soluble si lo enfocamos sólo sobre la conveniencia de ir o no ir a la manifestación.

Es evidente que las elecciones acaban de ser y que el pueblo navarro ha hablado. Pero hay una sensación de indignidad que, de alguna manera, nos deja intranquilos a más de uno. Conviene tal vez profundizar en esta sensación y ver su origen. Porque, aunque el tema de la ilegalización de Bildu parezca que está ya zanjado, la evidencia moral de que Bildu es un partido filoterrorista no es un asunto menor. Y ahí, tal vez, radica el problema.

Y la realidad es que los partidos llamados constitucionalistas (UPN, PP y ahora también Cs) han aceptado esta situación creada por el PSOE. Y el único partido constitucionalista que contempla la ilegalización de Bildu, conforme a la Ley, es Vox. Sabemos que el Tribunal Constitucional se pronunció, pero muchos españoles creemos que Rodríguez Zapatero consiguió que la mitad del tribunal le secundara.

En Vox no cejaremos nuestro empeño en denunciar los hechos desde su raíz. España está en un callejón con muy mala salida, si el Estado no se fortalece con la ley; y la Ley de Partidos, que guió al Tribunal Supremo a dictar sentencia contra Bildu no se está cumpliendo.

Pregúntense los ciudadanos qué leyes deberían ser como las “líneas rojas”. Ese debiera ser el gran debate: hoy es la tragedia. Porque para quienes están cerca de las víctimas del terrorismo, es una tragedia que Bildu sea un partido más, como ha dicho Isabel Ceelá recientemente, al que deberíamos acostumbrarnos.

Asociaciones como Vecinos de Paz de Berriozar, auténticas guías morales en esta sociedad que da muestras de querer olvidar los episodios más funestos de nuestra democracia, pueden estar más o menos acertadas en su estrategia de convocar manifestaciones, pero su altura moral nos obliga a replantearnos qué está sucediendo en el fondo de estas aguas tan revueltas.

Carta enviada por Javier Horno Gracia, presidente del equipo provincial de Vox Navarra.