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Blog / Cartas al director

Por dignidad ¡váyase, señora Chivite!

Por La voz de los lectores

Carta enviada por Emilio Jiménez Román, ciudadano de Navarra.

La presidenta del Gobierno de Navarra, María Chivite, en el Parlamento de Navarra este jueves, 22 de octubre de 2020.
EDUARDO SANZ-EUROPA PRESS
22/10/2020
La presidenta del Gobierno de Navarra, María Chivite. EUROPA PRESS

Después de leer y releer la noticia del Navarra.com, sobre la comida llevada a cabo, martes 17 de noviembre, por la presidenta María Chivite y el consejero Manu Ayerdi con directivos de una empresa privada y numero de comensales superior a seis, siendo una docena las personas que asistieron, supongo que no convivientes.

Ante la duda suscitada, solo nos queda escuchar, en base al principio de presunción de inocencia a la presidenta.

Hay un principio básico en derecho el de escuchar, se dice que “hasta Dios, antes de expulsar a Adán y Eva del Paraíso terrenal , los escucho”. De ser veraz esta información es obvio que Chivite ha infringido la ley sobre el Covid-19 que todos los navarros debemos de acatar.

No solo habría conculcado una ley positiva también una ley ética y moral, al no entender que no se puede hacer lo que a otros más débiles y me refiero al sector hostelero y restauración no se les permite, con graves sanciones en caso de incumplimiento.

Sector que por la incompetencia de este gobierno está y ha llevado a muchos autónomos y empresas a la quiebra.

¿A cuántos ciudadanos se les ha multado por no respetar lo dictado en el Decreto Foral? Estaría en los cierto el filósofo ateniense Solón, en la frase que” las leyes son semejantes a las telas de araña, porque cuando algo ligero y sin importancia cae sobre ella lo atrapa, y, sin embargo, si cae algo pesado se rompe y se escapa”.

Señora Chivite, como ciudadano le insto a que no se guie por el orgullo y dé las explicaciones que correspondan, de ser cierto que usted ha transgredido de forma tan grosera la ley, por favor no tarde en marcharse ya que no se merece ni nos merecemos una presidenta que se rija por la ambición, orgullo o, aún peor, por la ignorancia.

*Carta enviada por Emilio Jiménez Román, ciudadano de Navarra.

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Por dignidad ¡váyase, señora Chivite!