• jueves, 18 de abril de 2024
  • Actualizado 10:30

Blog / Cartas al director

Las bicis en Pamplona deben pagar impuesto de circulación

Por La voz de los lectores

Carta al director enviada por Mª José Sanz Ruipérez. 

Varias personas circulan por el carril bici de la Avenida del Ejército de Pamplona. PABLO LASAOSA
Varias personas circulan por el carril bici de la Avenida del Ejército de Pamplona. PABLO LASAOSA

Conduzco en Pamplona desde hace 25 años. Cada día me siento más expulsada de la ciudad, con decenas de carriles bici pagados gracias a los impuestos de circulación de los coches que dificultan el tráfico natural y necesario. 

Enrique Maya se ha lanzado a la desaforada construcción de carriles bici que expulsan al coche, dificultan la circulación, crean embotellamientos y cada vez dan más miedo al peatón, ya que las bicis no respetan ninguna de las normas de tráfico. Pasan de la carretera a la acera, se saltan los semáforos, cruzan por pasos que son para peatones y, lo más grave, ni pagan impuestos por circular ni llevan seguro alguno. 

A las bicicletas se suman ahora los patinetes, esos utensilios con motos capaces de circular por encima de los 40 kilómetros hora que tienen prohibido utilizar el carril-bici y las aceras, pero a los que tampoco la Policía Municipal de Pamplona sancionan ni corrigen. 

¡Ay del pobre coche que cometa una irregularidad! Cámaras, policías, multas, grúas. ¿Pero y las bicicletas? ¿Por qué no pagan el impuesto de circulación por ocupar ya la mayor parte del espacio de las carreteras? ¿Por qué no llevan una matrícula identificativa para poder sancionarles? ¿Por qué no tienen seguro para cuando provoquen un accidente? 

En una ciudad, los coches transportan niños a los colegios, vecinos de lugares lejanos hasta su trabajo, autónomos que tienen que moverse de manera constante, furgonetas de reparto, camiones de alimentación y tiendas, villavesas, taxis. Todos cada vez más expulsados, como si utilizar vehículos a motor fuera un capricho y algo que pudiera ser sustituido por bicicletas o patines. 

Pamplona se ha convertido durante la legislatura de Navarra Suma en una tortura para el ciudadano y el conductor. Un aberración de vías de un único sentido y peligro constante justo en los años en los que se prometió revertir la atrocidad de Asirón con Pío XII. 

No sólo no se ha cambiado nada, sino que se ha seguido con el delirio de imponer la bicicleta a cambio de perjudicar a la mayoría de ciudadanos

Carta enviada por Mª José Sanz Ruipérez. 

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Las bicis en Pamplona deben pagar impuesto de circulación