Su potente equipo tanto delante como detrás de las cámaras la coloca en el punto de mira.
- viernes, 19 de abril de 2024
- Actualizado 18:07
Su potente equipo tanto delante como detrás de las cámaras la coloca en el punto de mira.
Mucho tiempo esperando ver está película, tanto que una vez visto el primer teaser (tráiler reducido en el que no se revelan grandes claves), no quise ver más material. No la clasificaría como una película de robos, ya que los responsables no parecen muy interesados en ese aspecto, sino en el drama de los protagonistas y sus giros.
Su director es Steve McQueen, un realizador con un punto de vista único, siempre interesado en historias alejadas de los focos de Hollywood. Sus historias suelen ser duras y crudas. Viudas puede que sea su cinta con más acceso al gran público a pesar de no ser carente de violencia. Aquí la violencia tiene un lugar limitado pero cuando aparece, es tan real que me hizo sentir vulnerable porque no se muestra como gran espectáculo.
Hablaba de su punto de vista único porque el primer filme que realizo fue Hunger, sobre un convicto del IRA, su segunda, Shame nos cuenta la vida de un adicto al sexo y en su tercera, la vida de un esclavo en 12 años de esclavitud. Este hombre no solo tiene el honor de haber ganado el Oscar a la mejor película por la recién mencionada sino también de descubrir al mundo a Michael Fassbender.
Y bien, Viudas escrita por el propio McQueen y Gillian Flynn (escritora y guionista de Perdida) nos plantean una situación poco común: cuatro mujeres con nada en común excepto una deuda heredada por las actividades criminales de sus difuntos maridos. Verónica, Alice, Linda y Belle, deciden tomar las riendas de su destino y conspiran para forjarse un futuro con sus propias reglas. En su elenco encontramos a Viola Davis, Michelle Rodriguez, Liam Nesson, Colin Farrel, Robert Duvall y dos actores que son los antagonistas principales y que están increíbles: Daniel Kaluuya y Brian Tyree Henry.
Hay muchos aspectos por los que ir a ver a Viudas, la historia es original y ofrece varios giros que te mantienen bastante interesado. Por otro lado, la dirección toma gran protagonismo, desde la primera secuencia en la que se intercalan escenas intimas de las parejas con un robo, en apenas unos segundos entiendes a cada pareja y donde están las grietas de sus relaciones.
La acción como ya he dicho tiene sello del realizador pero también lo tiene una escena particular en un coche en el que hay un crítica sutil a la brecha social en Boston. Y es que, me da la sensación de que se ha aprovechado la escusa del robo para ofrecer a la audiencia una conversación social, política y económica que se sale de los clichés.
Todo el reparto está genial, como era de esperar, pero Daniel Kaluuya (Déjame Salir o Black Panther) tiene un papelón con un gangter sociópata, frío y relajado asesino que cada vez que aparece, la tensión aumenta. Si se le hubiera ofrecido más metraje creo que podría estar a la altura de Bardem en No es país para viejos. Hacen un muy buen trabajo haciendo real el mundo que nos muestran, cada personaje es muy rico en fallos y contradicciones y podría tener su propia película.
Por último, hablar de la parte negativa, hay dos o tres giros que realmente me sorprendieron y no los vi venir. Sin embargo, hay ciertas incoherencias detrás de estos giros, a pesar de estar bien escondidos, si rebobinas no todos tienen sentido. El otro aspecto que me ha incomodado es que estas ladronas se enfrentan al robo como colegiales a un examen, al final lo planean pero durante casi la mitad de la película no se les ve desesperadas y mucho menos que sus vidas estén en juego. Esto último creo que se debe a una edición que ha buscado un metraje reducido quitando escenas.
Para resumir, merece la pena, es una de las mejores películas protagonizadas por mujeres que se han hecho y solo por la falta de corrección con la que habla de temas actuales la hacen única. La verdad es que tengo ganas de ver que si tiene aceptación en el gran público.
