Desde el estreno de “Endgame”, su película más taquillera, Marvel ha tenido una cuarta fase algo fallida.
- viernes, 19 de abril de 2024
- Actualizado 11:49
Desde el estreno de “Endgame”, su película más taquillera, Marvel ha tenido una cuarta fase algo fallida.
A Marvel se le puede admirar por muchos motivos, narrativo, estratégico, cohesión editorial a través de casi 30 películas… Pero probablemente la mejor racha que ha tenido la empresa de Disney fue en 2018. Previo a su mayor película hasta el momento, que significaba el culmen de todas las historias que habían hecho, se estrenaron dos cintas en las que se pudieron ver directores llenos de personalidad con una libertad inédita: Las dos películas eran “Black Panther” y “Thor Ragnarok” (su tercera película individual).
El caso de Thor fue especialmente interesante porque era un héroe muy serio y aburrido y en “Thor Ragnarok” (su tercera película en solitario) fue dotado de fracaso, emoción y capacidad para reírse de sí mismo. El arquitecto de esta reinvención fue su director y guionista, Taika Waititi, apoyado por el actor protagonista, Chris Hemsworth. Ambos vuelven en una nueva entrega acompañados del equipo de “Ragnarok” (imprescindibles Valkiria y Korg), recuperan el personaje de Natalie Portman y reintroducen a Chistian Bale en el mundo de superhéroes.
Desde su estreno, “Ragnarok” se ha convertido en una de las entregas más queridas de Marvel y aunque “Love and Thunder” no parezca estar gustando en igual medida creo que es no solo de las mejores de Marvel sino una lección de tratamiento de personaje, mezcla de géneros… Una maravilla vaya. La cinta, muy sabiamente, ha querido mezclar el género de superhéroes con una comedia/crisis existencial como pueda ser “El graduado”, “Reality Bites” o “El club de la lucha”. Ya había algo de eso en “Ragnarok” donde se retaba a la identidad del personaje: ¿Quién es Thor si le quitamos su melena, su martillo…? Si “Ragnarok” era: “¿Quién soy?”. “Love and Thunder” es: “¿Qué quiero hacer?”.
Como todo gran guion, la temática clave del film (que podría resumirse en las múltiples formas inmaduras de lidiar con el dolor o la decepción) está desarrollada en cada personaje principal de diferentes formas. Esto facilita un clímax coherente en el que gracias a las diferentes visiones, los dilemas se resuelven. Resulta tan climático el final que uno se pregunta si merecería la pena volver a ilustrar el personaje.
El humor nunca me incomoda, aprecio una duración comedida y los esfuerzos dedicados a las escenas dramáticas por encima de las escenas de acción me parecen un acierto. Durante la promoción de la cinta los actores, especialmente Christian Bale (terrorífico como Gorr, el carnicero de los dioses), han hablado de la cantidad de escenas que se han cortado de la película. Muchos fans han pedido un montaje extendido, entiendo la curiosidad pero no siento que quiera ver más de la cinta, con el montaje actual funciona perfectamente (medio cine estaba llorando). Lo único que podría echar de menos es algo más de desarrollo en Valkiria, aunque tiene cierto arco.
El personaje de Thor ha sido el más fascinante de descubrir y disfrutar. Ver cómo los guionistas le han dotado de un realismo en el que sus fracasos y pérdidas se acumulan, ver cómo Thor parece estar al borde del colapso continuamente y luchando por algo de esperanza resulta a veces desgarrador. Podría parecer que es un dramón pero no, simplemente, es una historia de acción y humor que da en el clavo cuando toca terreno emocional.
Chris Hemsworth está en la liga de actores nacidos para interpretar iconos junto con Hugh Jackman o Daniel Craig. Y lo mismo con Taika, creo que rara vez un icono y un director han parecido conectar tanto y tan bien. Acertadamente, Hollywood le está dando muchos proyectos, entre ellos una película libre de “Star Wars”. Marvel sigue viviendo de los éxitos de fases anteriores y no consigue sacar adelante nuevas sagas. Pronto sabremos más sobre su futuro en la próxima Comic-con de San Diego.
