En el Festival de San Sebastián pudimos ver la serie basada en la novela de Fernando Aramburu
- jueves, 25 de abril de 2024
- Actualizado 17:47
En el Festival de San Sebastián pudimos ver la serie basada en la novela de Fernando Aramburu
Antes de que HBO comenzara con la polémica promoción de la serie, se podría decir que la historia relatada en el superventas había conseguido algo tan complicado como conseguir cierto consenso. Consenso respecto a la Historia de ETA y su discurso en cuanto a quién hizo qué. Eso es algo muy complicado y no cuesta entender por qué HBO decidió que esta adaptación fuera su primera producción propia en España. Debido a la pandemia la retrasaron varios meses y finalmente estará disponible en HBO el viernes 27 de septiembre. Podéis iniciar sesión aquí. Además Telecinco emitirá el primer episodio el martes 29 a las 22:00.
Para empezar, decir que la polémica sobre víctimas y verdugos empieza y acaba en la campaña publicitaria. La serie tiene una opinión y un discurso de la misma forma que el libro.
La adapta su guionista, director y creador, Aitor Gabilondo. Gabilondo cuenta con bastante buena televisión a sus espaldas: “Vivir sin permiso”, “Allí abajo”, “El príncipe”, “Cazadores de hombres” o “El Síndrome de Ulises”. Además de su creador, dirigen Félix Viscarret (“Vientos de la Habana” o “Bajo las estrellas”) y Óscar Pedraza (“Tierra de lobos”, “Vivir sin permiso” o “El final del camino”).
Sinopsis: Abarca 30 años del conflicto vasco y estudia el impacto del mismo sobre la gente común, como la viuda de un hombre asesinado a tiros por la banda terrorista ETA, que vuelve a su pueblo natal tras el alto el fuego de 2011, o la madre de un etarra encarcelado.
Por supuesto, esto no es un telefilme de una cadena española. Es una miniserie creada por HBO, con todo lo que eso supone: presupuesto, buen gusto y parámetros narrativos internacionales (8 capítulos de 50 minutos de duración). No hace falta ver más de un capítulo para sentir la originalidad y frescura de esta serie. Hay dos aspectos que quitando el tema de ETA colocan a la serie en un altar.
Primero, ¿Dos mujeres protagonistas de más de 50 años? ¿Y que no sean personajes unidimensionales? Eso lo hemos visto pocas veces. Y no lo digo por términos de corrección política sino por términos creativos, si tus protagonistas cuentan con características poco comunes van a dar pie a dinámicas nuevas.
Segundo, no sé si por la baja calidad de los guionistas o por la necesidad de no excluir a ningún espectador, la televisión española está acostumbrada a construir personajes muy reconocibles, unidimensionales y que se definen en una frase. Por eso la series que han funcionado en la tv tradicional eran o de familias o de comunidades vecinales que albergan muchas posibilidades de identificación.
Pero claro, esta no es televisión tradicional ya que funciona por suscripción, no hay marcas publicitarias exigiendo una audiencia de un perfil joven. Aquí, prácticamente todos los personajes los vemos en distintas dinámicas. Por ejemplo, la madre del etarra, no solo la ves como “madre del etarra” sino como madre que le echa la bronca a su hija por no querer ir a misa, como amiga, esposa, faceta política, creyente…etc.
Esto no se trata de humanizar o no, sino que para que me crea durante un rato que un personaje es un ser persona real, necesito verlo en varias dinámicas. De la misma forma que nadie en la vida se limita a un rol. En esta serie, prácticamente todos los personajes tienen ese tratamiento y es muy agradecido de ver. Una vez la empiezas, es entretenida sin necesitar acción como tal, y muy emocionante. En el cine se podía escuchar a la gente sorberse la nariz en los momentos más dramáticos. Había un ambiente y una concentración especial. Había una audiencia muy activa.
Al tener una estructura de flashbacks realmente consiguen que quieras saber cómo ocurrió todo y cómo acabará esta historia. Hay una anticipación constante. Muchos verán los ocho episodios del tirón para descubrirlo.
En resumen, hay que verla. Más allá del argumento educativo, es una buena historia muy bien contada. Desde los actores (de hecho, no hay ni un actor que desentone), la música, la fotografía o el maquillaje que sitúa a los personajes con 30 años más, todo al más alto nivel. Por último, el tono: a pesar del complejo tema, hay momentos de ligereza y humor y funcionan incluso si es justo después de un momento dramático.
Las dos protagonistas son geniales, Elena Irureta (Bittori, la cara más visible de la serie) y Ane Gabaraín (Miren). Las dos tienen incontables contenidos en su currículum, pero nunca habían estado en el foco de esta forma. Especialmente Ane que tiene el papel más difícil de la serie.
Sí os quedáis con más interés sobre esta época tras ver la serie, tenéis los siguientes libros, series y reportajes:
