Uno de los mayores problemas que puede tener un actor cuando interpreta a un personaje icónico de la cultura es que no le llamen para otro gran papel, debido a la conexión que tendría el público con el personaje cliché.
Algo parecido podría haberle pasado a Ben Affleck cuando aceptó ser Batman. Sin embargo este no es un actor cualquiera y por eso, tras ponerse el traje del hombre murciélago, ha protagonizado dos películas más en el mismo año “El Contable” y “Live by Night”.
Dirigida por Gavin O´Connor (Warrior, película obligatoria) y con un reparto increíble, aparte de Affleck, tenemos a Anna Kendrik (Up in the air), J.K Simmons (Whiplash), Jon Bernthal (El Lobo de Wall Street), Jeffrey Tambor (Transparent) y John Lithgow (Interstellar)
La película nos cuenta la historia de un niño con autismo y las consecuencias que tiene en el núcleo familiar, su padre (un militar de la vieja escuela) le empuja a conocer sus límites y superarlos. Años más tarde se convierte en un contable, que bajo una imagen de persona abstraída y callada esconde el responsable de las cuentas de los mayores narcotraficantes del mundo.
Una cosa que se puede decir sin miedo, es que es el papel más extremo que haya interpretado Affleck, un personaje con limitadas habilidades sociales que le exige al actor un cambio a la hora de moverse y de expresarse. Siempre he oído a mucha gente quejarse de Affleck como actor y la verdad es que tiene varios premios a PEOR interpretación, y es por eso que hay que reconocerle el mérito de haber llegado tan lejos. Personalmente, admiro lo que él y Matt Damon hicieron cuando eran jóvenes, querían ser actores pero se dieron cuenta de lo duro que era ese mundo. Así que, escribieron un guion y lo vendieron, unos meses más tarde estaban recogiendo el Oscar al Mejor Guion Original por “El Indomable Will Hunting”. Un par de veinteañeros con poca experiencia recogían uno de los premios más codiciados del mundo, el video de la recogida y el discurso no tienen desperdicio.
Los premios de la Academia le devolvieron el respeto de la industria muchos años más tarde cuando ganó el Oscar a la Mejor Película con “Argo” en 2012 y desde entonces ha estado limitándose a protagonizar, en esta última nos muestra a un personaje complejo, encarnando un problema tan impactante como es el autismo y es cuando la cinta nos enseña lo que conlleva tener este tipo de trastornos cuando consigue emocionar al público. Lamentablemente, el resto del filme resulta decepcionante. La relación entre el padre militar que le exige a su hijo superar sus límites resulta impactante pero solo obtenemos un vistazo de esta sub-trama. Durante el resto de la cinta, ocurren acciones que no sorprenden: vemos a un prototipo de villano que ya hemos visto antes y que ni siquiera es un impacto cuando se descubre quién es, porque, simplemente, no nos importa.
Uno de los aspectos que más llaman la atención de esta la historia es que esta persona sea capaz de lidiar con diferentes mafias, con algunas de las personas más peligrosas del mundo, pero durante la película no se nos explica, no lo explotan para nada.
Además, resulta interesante ver cómo el guionista ha trabajado tanto en tejer el pasado de los personajes, algunas muy interesantes, mientras que en algunas partes uno se da cuenta de que para que la trama avanzase necesitaba que algunos personajes descubrieran ciertas pruebas, así que el escritor les hacen tropezar con las soluciones continuamente.
No es que sea una mala película, pero resulta decepcionante con el potencial que tenía esta especie de espía con rasgos autistas. Las escenas de acción están bien hechas, bien coreografiadas. Si os gustan ciertos thrillers con actores conocidos probablemente os parezca la mejor opción de la cartelera, es solo que no creo que maneje del todo bien el tono de la película, busca la comedia en momentos que simplemente no encaja.
¿Habéis podido ir a la Fiesta del cine? ¿Qué habéis visto?
Trailer: aquí.
