• jueves, 28 de marzo de 2024
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Blog / Aún aprendo

Málaga y Meyerowitz: 50 años después

Por Miguel López-Remiro

Viajo a Málaga para presentar el libro sobre el fotógrafo Joel Meyerowitz que, con el título de “Hacia la luz”, se centra en el tiempo que este artista pasó precisamente en esta ciudad en los años 1966 y 1967. 

A la derecha imagen de Joel Meyerowitz, Málaga 1966. Tomada en la Sociedad económica del país de Málaga. A la izquierda foto de Miguel López-Remiro tomada en junio de 2018
A la derecha imagen de Joel Meyerowitz, Málaga 1966. Tomada en la Sociedad económica del país de Málaga. A la izquierda foto de Miguel López-Remiro tomada en junio de 2018.

Cierro así un círculo desde que iniciamos el proyecto e hicimos las primeras investigaciones en esta ciudad hace ya 4 años, para presentar en público el resultado del trabajo.

Como he comentado en este blog, Meyerowitz es uno de los grandes fotógrafos contemporáneos, uno de los referentes de la street photography que surge, como tantas otras corrientes artísticas en el siglo XX, en la ciudad de Nueva York, de la cual Joel es oriundo. Joel comenzó a tomar por las calles de su ciudad a principios de los años 60.

A mediados de esa misma década decide marcharse a Europa con la intención de hacer un tour de un año por todo el continente. Pero, de esos 12 meses de viaje, descubrimos que la mitad estuvo residiendo en Málaga, ciudad a la que llegó de forma casual y en la que se quedó capturado por el embrujo, el duende y la atmósfera de una ciudad que le sobrecogió.

El acto tiene lugar en el Ateneo de Málaga, situado en la calle Compañía. Durante la presentación hay personas que reconocen gente y lugares en las imágenes.

Y entonces sucede, al terminar la charla con la imagen de portada que hemos usado en el libro, que ilustra un patio con unas plantas y un hombre en el trasluz, me dicen que es la finca que está pegada a dónde estamos hablando: es la sede de la Sociedad económica del país de Málaga, fundada en 1789.

Al día siguiente paso a visitar ese lugar. Leo el escudo que preside la fachada con el lema “socorre al diligente niega al perezoso” y descubro que efectivamente es el espacio que retrató Joel.

Una verja impide que me acerque a la fuente pero de nuevo una casualidad: llega un transportista al que abren la puerta, explico que estoy visitando un espacio que pienso que es el de la foto y que quiero comprobarlo.

Paso, y el transportista camina hacia el lugar en el cual aparece la figura en la foto de Joel, me pongo en el sitio y tiro la foto, mientras descubro que es ese mismo lugar 50 años más tarde, se da la coincidencia de otra persona cruzando el mismo lugar y otra retratando. Joel va por ti, gracias.

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Málaga y Meyerowitz: 50 años después