'Miss Marte', de Manuel Jabois, parte de una premisa de 'thriller' para narrar una historia de amor, amistad y cómo se construyen las historias que guardamos en la memoria.
- jueves, 18 de abril de 2024
- Actualizado 08:55
El periodista Manuel Jabois (Sanxenxo, 1978) es un mago de contar historias y lo hace con ingenio, sutileza y un talento especial para captar la esquina doblada, el surco en la arena, el viento que sopla de repente y se lleva las sombrillas y hasta la carpa de un circo. En un escenario que queda a la intemperie comienza Miss Marte, su nueva novela, que parte de una premisa de thriller para narrar una historia de amor y amistad, un relato sobre cómo se construyen las historias que guardamos en la memoria.
El punto de partida es una desaparición, la de una niña de dos años en la boda de Mai Lavinia (la madre de la pequeña), una joven casi recién llegada a un pueblo de la Costa da Morte. Es 1993 y el suceso trastoca la localidad y queda escrito en la memoria colectiva, que no es sino una memoria disgregada en tantas piezas como vecinos lo vivieron o escucharon, aunque sea entre dientes. 25 años después, llega al municipio la periodista Berta Soneira para recomponer el puzzle a través de un documental sobre lo ocurrido.
La acompaña Nico, un reportero local, amigo de juventud de Mai, quien recaló en la pensión de su familia al llegar al pueblo. Él es el narrador. Juntos entrevistan a las personas más relevantes que rodearon esta tragedia enigmática y la boda que la precedió, en la que la novia llegó vestida de blanco, "como si estuviese metida en una secta". Y tras el enlace, cuenta, "todo el mundo se sintió con el derecho de contar lo que ocurrió a su manera, casi siempre de una forma muy literaria, quizá porque el camino más corto para olvidad un cuento de terror es convertirlo en un cuento infantil".
Cada capítulo, narrado a ritmo vuelapáginas, está protagonizado por uno de los personajes de la historia – Mai, la niña, el novio, el suegro, el alcalde, el policía, los amigos de la pandilla... -, y todos están construidos con gran autenticidad. Su forma de hablar, tan directa, coloquial y, al mismo tiempo, ocurrente, como una sentencia impredecible, hace de la historia un territorio vivo. Como esta reflexión que lanza Pepe Galvache, el padre del novio: "Yo no les pedí a mis hijos que sacasen buenas notas, ni que no fumasen, ni que hostias; yo les pedí que tuviesen buenos amigos. Porque al final tus hijos no van a ser lo que tú quieres que sean, sino lo que quieren sus amigos. Un chaval de trece años no quiere impresionar a su padre, quiere impresionar a su clase, y cuidado con eso".
La amistad de la pandilla, y cómo la resquebrajan las preguntas que quedan en el aire, las mentiras y las medias verdades, es uno de los grandes temas que teje la novela. Hay un constante sonido de grillos, un check azul sin respuesta que recorre la historia y vive en el corazón de sus personajes: "Las amistades soportan confesiones y secretos, pero jamás soportan la duda". Y esa amistad se entrelaza con el amor, como un mismo cuerpo, que habla de los otros y también de uno. "El tiempo en que estuvieron juntos fue también el mejor tiempo que estuvimos juntos nosotros; fueron el amor alrededor del que orbitamos todos", rememora el narrador, sobre la relación entre Mai y su amigo Santi. La ambientación, en un rincón concreto de Costa da Morte, imprime un carácter especial y permite ahondar en misterio, con unas descripciones evocadoras y precisas de este paisaje a caballo entre la épica y la realidad más implacable.
Quizá el mayor riesgo que corre una historia como esta, con tintes de novela negra, es caer en un final descafeinado o inverosímil. Pero Miss Marte no defrauda y ofrece un broche inesperado y sólido a una historia cautivadora y bien hilada.
Miss Marte. Manuel Jabois. Alfaguara, 2021. 202 páginas. 17,90 €
