Ni un día sin poesía

Desde hace 17 años, cada 21 de Marzo se celebra el Día Mundial de la Poesía, una jornada para reivindicar y promover la diversidad, la creación y la lectura de este género, en muchas ocasiones, injustamente tratado u olvidado.

La poesía está en el inicio mismo de la literatura y dibuja su camino hasta nuestros días, una senda políglota que, además, habla con otros géneros. Está también en la música, en la pintura, en la fotografía y, por supuesto, en las escenas y vivencias cotidianas, como demuestran muchos poetas. Está al lado, cada día, y estos artesanos de la palabra enseñan a mirarla.

Es el caso de la poeta polaca Wislawa Szymborska (Prowent, actual Kórnik, 1923 - Cracovia, 2012), que muestra en sus versos una singular forma de mirar la vida, lo que sucede a su alrededor. No observa algo y lo transforma en poesía. No hay artificio, sino que ve en ese "algo" la poesía que alberga.

POEMAS ILUSTRADOS

Para descubrir o reencontrarse con la obra poética de Szymborska, ganadora del Nobel de Literatura en 1996, la editorial Nórdica ha publicado Saltaré sobre el fuego, una antología bilingüe que recoge una treintena de poemas traducidos por Abel Murcia y Gerardo Beltrán. Es un libro muy especial, que luce ilustraciones de Kike de la Rubia y cuyos poemas han sido elegidos por la madre del ilustrador, de origen polaco. Reúne poemas de varias obras, algunos más populares y otros todavía poco conocidos.

Juan Marqués, autor del prólogo, define a Szymborska como "alguien que no perdió la sonrisa sabia ni la bondad de fondo incluso al escribir sobre el dolor o sobre la Historia, y en cuyos versos, amablemente irónicos, suavemente heridos, a menudo se adivina una reconfortante malicia cómplice de eterna niña traviesa".

Esa mirada es precisamente la que permite el descubrimiento que describe con una sencilla - quizá lo más difícil de lograr - belleza. Reproducimos aquí uno de los poemas de la antología, titulado Despedida de un paisaje:

"No le reprocho a la primavera/ que llegue de nuevo./ No me quejo de que cumpla/ como todos los años/ con sus obligaciones.

Comprendo que mi tristeza/ no frenará la hierba. Si los tallos vacilan/ será solo por el viento. 

No me causa dolor/ que los sotos de alisos/ recuperen su murmullo. 

Me doy por enterada/ de que, como si vivieras,/ la orilla de cierto lago/ es tan bella como era.

No le guardo rencor/ a la vista por la vista/ de una bahía deslumbrante."

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Puede haber un 21 de marzo en cada día. Ni un día sin poesía.