• jueves, 18 de abril de 2024
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Blog / Caracteres con espacios

Memorable

Por Juan Iribas

Solemos quedar tres buenos amigos varias veces al año para ponernos al día y comentar algún que otro chascarrillo de cómo nos trata la vida; es la manera que tenemos de conservar nuestra buena relación, además de a través de un grupo de WhatsApp al que el agudo Xabi bautizó como ‘Comida de ancianos’.

El otro día Enrique decidió que tocaba ir a un japonés, así que estuvimos hablando de esto, de lo otro y de lo de más allá mientras nos poníamos morados con comida oriental y un servidor alucinaba con la destreza de ambos con el manejo de los palillos (yo pedí un tenedor).

Entre el tartar de atún y el futomaki miré por la ventana y…, casualidad: me fijé en una buena compañera de trabajo que cruzaba un paso de peatones junto a un señor mayor y a una niña. ¿Padre, hija y nieta? Toda la pinta. Iban deprisa, como cuando a uno le pisan los talones en un sueño y debe agilizar la marcha para dar el esquinazo a su peor enemigo.

El lunes, con la conversación de los ‘ancianos’ y el menú japonés ya en los pies, me crucé con Ainhoa en la oficina.

-¿Sabes que te vi el viernes? Estaba en un ‘japo’ y pasaste justo por ahí.

 -Ah, sobre las tres y media más o menos.

-Sí, con tu hija y, supongo, tu padre… Te vi desde la ventana.

-¡Claro! Íbamos al festival.

Ainhoa es una de las personas con más naturalidad que he conocido en los días de mi vida: normal, campechana, agradable, no se complica la vida. Ese tipo de gente que vive y deja vivir. De buena pasta.

Cuando me comentó que se trataba de un festival, mi acelerada imaginación pensó en su hija, por ejemplo, vestida de hada madrina, princesa o bailarina, con un vestuario en tonos blancos de telas brillantes, unos zapatos de charol, las uñas pintadas de rojo y los mofletes maquillados con purpurina.

Pero no, qué va. Los tres acudieron al festival en el centro de día donde actuó el padre de Ainhoa, que sufre principio de alzhéimer, donde interpretaba el papel de un tal Jacob Marley; tenía que memorizar una sola frase, pero se salió del guión…

-Quiero dar las gracias por venir a mi hija Ainhoa y a mi nieta Claudia.

Aún se escuchan los aplausos. Memorable.

Ideación de ‘Memorable’

Esta historia se me pasó por la cabeza en cuanto una compañera de trabajo me comentó que había ido a una obra de teatro en la que participaba su padre, enfermo de alzhéimer.

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