Partido muy igualado, con ventajas de dos goles para uno y otro, hasta que las lesiones decantaron la balanza para el equipo visitante (29-33).
- miércoles, 24 de abril de 2024
- Actualizado 12:56
La racha de victorias anaitasunista se rompió de manera inesperada con la visita del Frigoríficos del Morrazo, en un encuentro en el que la intensidad de juego estuvo muy alejada de la mostrada en partidos anteriores.
De salida el siete local se mostró con dos fallos en ataque que aprovechó el rival para mandar en el tanteador con un 0-2 . No tardó en llagar la reacción para igualar, aunque no fue hasta los once minutos cuando el equipo blanquiverde se puso por delante por primera vez (7-6).
La igualdad en juego y las mínimas diferencias siguieron durante gran parte del partido. Tuvieron que pasar 50 minutos de partido para ver cómo el equipo visitante se aprovechaba de la baja intensidad local para ir haciéndose con el triunfo indiscutible del duelo.
Tres jugadores visitantes se convirtieron en imparables para los locales. El portero Javi Díaz con un 35,5% de paradas desquició a los jugadores anaitasunistas. Pero, además, a esto hay que sumar la gran actuación de Iglesias en la primera línea con 8 tantos y la de Asensio en el pivote con 11. Dos jugadores de ataque que fueron una pesadilla para la defensa local.
La actitud de los jugadores locales no era la misma que en encuentros anteriores. Era un querer y no poder. Se mostraban nerviosos, posiblemente ante la incapacidad de no poder con el contrario.
La defensa estaba bastante lejos de ocasiones anteriores. Tampoco la portería rayaba al mismo nivel que otras tardes y esto pasaba factura.
Y como las desgracias nunca vienen solas llegaron los problemas para el equipo de Quique Domínguez. Chocarro se lesionó en el minuto 36, con un 18-19 en el marcador y , poco después, Ander Izquierdo sufrió un percance en el tobillo y tuvo que retirarse durante unos minutos con un 23-24.
Estas dos situaciones, sobre todo la segunda, dieron alas a los rivales que supieron irse de cuatro goles arriba y mantener la diferencia hasta el final del choque.
El conjunto navarro cuenta con dos bajas importantes en sus filas, la de Torriko y la de Pereira, que son piezas muy importantes para el ataque. Ahora hay que sumar la del capitán. Son muchas y en parte fundamentales.
La entrega del resto de la plantilla en partidos anteriores suplió la ausencia de estas bajas, pero todo tiene un límite y posiblemente el esfuerzo también.
Es una lástima que tras cinco jornadas de éxitos el esfuerzo se vea frenado por un equipo que no es más que el Anaita, pero que supo aprovechar las oportunidades y debilidades con las que se encontró.
Quique Domínguez trató de enmendar la situación con dos tiempos muertos en 5 minutos, pero a falta de 10 minutos ya era imposible dar más gasolina a sus pupilos. Próxima cita Barcelona, pero quedan unos días para la recuperación. Hay que aprovecharlos.