El Anaita rozó la gloria

El Helvetia Anaitasuna pasó con sobresaliente su participación en la Copa del Rey. Sorprendió con su juego y concentración en en partido de semifinales ante el Naturhouse y no defraudó tampoco en la final frente al Barcelona.

El Anaita ha estado y está muy irregular en la liga, pero es cierto que en compromisos frente a equipos superiores se crece y se comporta como como un rival muy difícil de batir.

La copa es un buen escaparate para los jugadores y ellos lo saben. No hace falta inculcarles motivación, la tienen porque saben lo que hay juego. Lo hicieron bien en la semifinal. Ofreciendo una buena defensa, supieron resolver en ataque y tuvieron momentos de tensión en la cancha que trasladaron a la grada. Vamos lo que no se había prodigado en los partidos jugados hasta ahora en casa.

Los partidos de copa han servido también para ver el compromiso y categoría de los jugadores. El guardameta Lorger estuvo sensacional con un altísimo porcentaje de paradas. Costoya destacó como mejor de la semifinal y Silva de la final, pero no hay que desmerecer la lucha y entrega del resto de jugadores,

La final se puede considerar una prolongación del primer partido, pero el rival sin duda era otro. El nivel del Barcelona de todos es sabido y a pesar de todo el equipo de Juanto Apecechea no se amilanó en ningún momento. Un bonito espectáculo que el público supo valorar y aupar.

El objetivo se cumplió con creces. El Anaitasuna vuelve a la EHF. El premio buscado y bien luchado. Logra un puesto para la Supercopa y la temporada va a terminar con un final feliz. Va a terminar con unos logros que pocos podían pensar allá en el mes de octubre. Queda, no obstante, dar la cara en los pocos partidos que restan para cerrar la temporada y si es con el buen hacer ofrecido en la copa, los aficionados lo agradeceremos.