La cabalgata de los Reyes Magos

¿Verdadero o falso?

El Ayuntamiento republicano de Pamplona prohibió la Cabalgata de los Reyes Magos de 1932 por considerar que era una exaltación de la monarquía y una fiesta de origen religioso.

Los cambios de signos y la descoronación de los Reyes Europeos

El día siguiente de la proclamación de la II República Española, el 15 de abril de 1931, fue festivo en toda España como celebración del cambio de régimen. En Pamplona, entre los distintos actos, salió a la calle la comparsa de gigantes y cabezudos. Con este motivo, en la plaza Consistorial, los Reyes Europeos fueron desposeídos de sus signos monárquicos, en el caso del Rey además de la corona, el collar a modo de toisón. Un sector de la ciudadanía, no comprendiendo el daño que pudiesen hacer unos gigantes de cartón, se indignó con la medida. La fotografía da una idea triste de la imagen del Rey con manifiesta calvicie, pero el cambio de régimen le obligó a estar así, durante unos días hasta que fueron confeccionadas unas coronas murales del gusto republicano.

Durante la II República todos los signos monárquicos fueron eliminándose sistemáticamente de las instituciones. Del escudo de España se despojaron los símbolos de la monarquía, del mismo modo también se transformó el escudo de Navarra, oficial desde 1910, sustituyendo la corona borbónica por una corona mural –constituida por una muralla, lo más parecido al Exin Castillos-.

La cabalgata de los Reyes Magos en Pamplona

Unos años antes del advenimiento de la República, la Asociación de la Prensa venía organizando en Pamplona la cabalgata de los Reyes Magos. El cambio de régimen no afectó a la cabalgata que se siguió celebrando, la víspera de la Epifanía, con todo el esplendor posible. Por tanto, la pregunta planteada es totalmente falsa, aunque no se celebraron procesiones –requerían de un premiso especial de la autoridad-, las cabalgatas de Reyes Magos siguieron recorriendo las calles de la España republicana, portando sus majestades las regias coronas.

El 5 de enero de 1932, una vistosa cabalgata de Reyes Magos, adornada con faroles y acompañada de música y timbales, recorrió las calles de Pamplona visitando una serie de establecimientos y centros benéficos: Escuelas de Compañía, Asilo de la Catedral, Inclusa, Hospital Civil, Escuelas de San Francisco, Asilo del Niño Jesús y S.C de Misericordia. No olvidemos que en ya se había aprobado la Constitución laica –en diciembre de 1931-, incluso con un sector de la población manifiestamente anticlerical; pero eso no fue impedimento para que las instituciones diesen su apoyo a la cabalgata. En la Inclusa, los Reyes Magos fueron recibidos por el Vicepresidente de la Comisión Gestora de la Diputación, Constantino Salinas –Socialista-. Mientras que en la Santa Casa de Misericordia la regía comitiva fue recibida por el alcalde, Nicasio Garbayo -Partido Republicano Autónomo Navarro-, que aprovechó la circunstancia para dar un discurso elogiando la labor de los trabajadores del establecimiento.  

Con todo lo expuesto, es difícil entender lo que ha ocurrido recientemente en Pamplona con las fotos de etarras expuestas a lo largo del recorrido de la cabalgata de Reyes, ni el esperpento que se ha ofrecido en Valencia con las “Magas” – Libertad, Igualdad y Fraternidad—, o en Madrid con la vestimenta inapropiada y poco tradicional de los Reyes Magos. Tampoco sería fácilmente entendible en un país civilizado con símbolos similares, véase: EEUU con Santa Claus, Alemania con San Nicolás, Francia con Papa Noël, etc. Lo que no se atrevieron los republicanos de 1931 en un ambiente laico amparado por la Constitución, se atreven los miembros de una nueva casta política; para los que no hay límites, ni siquiera la ilusión infantil. ¡A dónde quieren llegar!